Un profesor de Secundaria me ha escrito una carta que está cargada de angustia y decepción. Dice que llegó al Instituto con toda la ilusión del mundo y que se ha encontrado en él con una trampa mortal. Confiesa que accedió a la profesión con gran entusiasmo y que se ha pegado un batacazo del que sospecha que no se va a poder recuperar nunca. Es muy triste levantarse cada mañana y dirigirse al Instituto a sabiendas de que allí te esperan los compañeros dispuestos a hacerte la vida imposible. Me cuesta y me duele decir que existe acoso laboral en algunos centros escolares. ¿Cómo se puede educar en ellos para la convivencia?
Si quiere esforzarse, me cuenta el profesor, le dicen que es un tarado, que desea sobresalir, que es un joven iluso, que no sabe de qué van las cosas y que todo lo que pretende hacer ya se ha intentado antes sin éxito alguno. Le hacen daño las risitas, las bromas mordaces, el aislamiento, el desprecio y la persecución. Algunas veces hasta se pregunta si es que no se ha equivocado al elegir esta tarea.Lo que más le duele es pensar que son precisamente los compañeros y compañeras la fuente de sus males. No son los enemigos de la educación quienes le zahieren y atormentan. No son tampoco sus alumnos y alumnas, entre los que encuentra un refugio y un consuelo. No son los padres y las madres de sus estudiantes. Son sus colegas, sus aliados, sus potenciales amigos. Ellos le hieren de formas diversas, unas más burdas, otras más sutiles. No hace falta dar golpes para producir lesiones. No hace falta manejar cuchillos para que haya heridas. No es preciso disparar para causar la muerte.
La dirección, en lugar de estar atenta y comprometida con los más débiles o mira para otra parte o participa en la cacería. Es decir, que se encuentra sólo ante el peligro, desamparado ante las agresiones. Ha pensado acudir a la Inspección, pero no se siente con fuerza. Piensa que no le van a entender, que no le van a proteger, que no le van a ayudar. El mundo de los sentimientos apenas si es visible en las escuelas. Sus males son difíciles de demostrar. No encuentra testigos. No tiene quien le defienda porque nadie quiere dar la cara por él. Hay quien maneja con mucha soltura la burla y nadie quiere estar enfrentado a quien tiene ese poder.
Lo que más le duele es la indiferencia de muchos, la pasividad ante tantas bromas hirientes, la cobardía de quien, sabiendo lo que está pasando, siendo testigo directo de la agresión, no es capaz de decir: “ya está bien, ¿le quieres dejar en paz?”. Lo que también le hiere es que nadie se le acerque para decirle una palabra de consuelo, para ponerle una mano sobre el hombro y asegurarle que esa gente no merece ni una lágrima suya y que cuente con ellos para lo que sea.
Cuando se siente mejor es cuando cierra por dentro la puerta del aula. Pero, tampoco allí se siente del todo a salvo porque sabe que pueden producirse comentarios sarcásticos y prepararse bromas y planes dañinos en cualquier pasillo o en la sala de profesores. A sus espaldas y en su ausencia también le pueden hacer mucho daño.
Le he dicho que no se desaliente, que no se habitúe al dolor, que ninguna herida es un destino. Que tiene que aprender a defender su dignidad porque le asiste el derecho a ejercer la profesión en condiciones psicológicamente favorables. Le he dicho que se proteja del daño buscando soluciones. En su propio corazón, que debe fortalecerse ante los ataques, ante la ironía, ante las burlas. En algunos colegas sensibles con quienes pueda hablar. Y también en la dirección, que tiene el deber de apoyarle y de cortar esa avalancha de crueldad. Y le he recordado que las soluciones no avanzan como las balas.
Me preocupa que el sufrimiento endurezca a las personas, que se insensibilicen, que se acorchen. Existe el terrible riesgo de que el dolor lleve las personas del bando de las víctimas al bando de los verdugos. Porque la violencia se aprende. Y porque existe un peligroso modo de afrontar la violencia que es generar más violencia. Me gustaría que, a pesar del dolor, aprendiera a ser feliz en el ejercicio de esta hermosa y tremenda profesión. De cualquier manera siempre tendrá en sus manos aquella inteligente estrategia que proponía Voltaire: “No hay mayor venganza sobre nuestros enemigos que la de que nos vean felices”.
Es lamentable que en cualquier institución eche raíces este terrorismo que causa injustamente tanta desolación. Pero que se desarrolle en instituciones educativas es absolutamente inadmisible. Me indigna que se pierda un buen profesional por este motivo tan miserable.
Ya sé que no se puede generalizar. No digo que pase esto en todos los centros. Ni siquiera digo que este fenómeno sea frecuente. Me preocupa que exista. Me alarma que se de un solo caso. Por cierto que conozco alguno más. Sé de un excelente profesor que está al borde de la depresión, deseoso de marcharse del centro o de darse de baja. porque está siendo perseguido y machacado por su director. Todo porque ha denunciado sus manejos tramposos, sus incongruencias, la práctica del amiguismo y sus malas artes. La inspección no le ha hecho caso. Sé de una orientadora que va vomitando todos los días al Centro porque el equipo directivo la ha emprendido con ella. Y la inspección, ante quien se han denunciado los hechos, mira para otra parte. Como si el Departamento de Orientación fuese un chiringuito que ella ha montado por su cuenta, de espaldas a la Administración. Ella llega al Instituto nombrada por la autoridad y la autoridad deja que la devoren, que la destruyan, que la amarguen la vida. Tendrá que irse del centro. No hay derecho.
Cuando se habla de la violencia en las instituciones escolares se mira automáticamente hacia los alumnos y las alumnas. ¿Qué pasa con la violencia entre profesores y profesoras? ¿No hay nadie que sufra a manos de sus colegas? ¿Es esto justo? Cuando sucede, ¿no tiene que intervenir la autoridad competente si es que los interesados no abandonan su estrategia de hostigamiento?
Alguien puede pensar que decir esto desprestigia a los profesionales de la educación. No. Lo que los desprestigia es que suceda.. Nadie tiene derecho a hacer la vida imposible a nadie. Por muy profesor que sea. Por muy director que se sienta.
¿Por qué no le dices que trate de recabar el apoyo de los padres? ¿Por qué nunca os acordáis de que estamos ahí, si no todos, sí los suficientes como para velar por los intereses de nuestros hijos?
Colaboremos en potenciar a los que tienen ganas de trabajar por sus alumnos. Pongamos en evidencia a los que ya se han rendido a la molicie.
dr santos guerra admiro su capacidad de reflexion,como asi tambien,la simpleza que posee para que otros reflexionemos sobre el rol de educadores.como es de su conocimiento nuestra querida republica argentina,tiene entre otras cosas,el sistema educativo en crisis…lo que considero grave,dado que sostengo que es pilar para el crecimiento.soy educadora de jovenes y adultos de sectores de extrema vulnerabilidad socialy considero que esta modalidad esta muy descuidada,razon por la cual los esfuerzos deben multiplicarse.es aqui ,entonces que me pregunto ¿como trabajar desde la indiferencia de las politicas para,una poblacion escolar que crece cada dia…?por que siempre se destina menos recursos,tiempo de debate,entre otros aspectos,para estas personas que dia a dia pujan por encontrar un espacio para ser y hacer.cual es la clave para que piensen que nuestra matricula necesita de todo ,menos un nuevo fracaso?asi mismo invito a ud a dialogar con todos los que dia a dia sostenemos que un mundo mejor es posible…en un encuentro de educadores de adultos en la pcia de catamarca,quedando a confirmar fecha de acuerdo a vuestra disponibilidad de agenda,como asi tambien deseamos conocer sus honorarios.saludos cordiales.lic.sandra vega.catamarca.argentina
necesito conocer,si fuera posible, un correo directo del dr santos guerra.atte.-
He visto no pocas veces en el magisterio muchas conductas asociadas a la violencia simbolica.
Siempre he reflexionado sobre ellas entorno del episodio biblico entre Abel y Caín; el primero pastor y el segundo agricultor… maravillosas metáforas a la hora de pensar en el ser y en el deber ser del educador; hermosas imagenes cargadas de mil sentidos pero Caín por envidia mato a Abel…tal vez en «la tristeza por el bien ajeno» se esconda la raiz de estos y de muchos otros males.
Saludos a todos desde Argentina
Horacio Muros
Nadie tiene derecho a hacerle la vida a imposible nadie en cualquier lugar que se encuentre.
Aquí en Argentina se accede a los cargos a través de actos públicos. Los docentes figuran en un listado especial con un puntaje determinado. Hay que estar presente cuando te llaman si no se pasa al siguiente. Recuerdo el terror que me producía ir a ellos y enfrentarme a ese grupo que me daba la sensación de lobos ambrientos dispuestos a echarse sobre el que cometiera cualquier irregularidad y dejarlo sangrando. Así fue que después de ir a un par de ellos renuncie, porque no era lo que quería para mi. Me parecía imposible que sucediera en un ámbito de gente destinada a la educación. Y me dediqué a otra cosa. Ahora he vuelto después de mucho tiempo, pero desde un centro de Atención Temprana del Desarrrollo Infantil Es un trabajo diferente donde se trabaja con los padres mucho de manera individual y desde problemáticas de salud.
Leyéndo sobre el profesor en cuestión resulta muy particular su situación. Es cierto que en todo grupo de trabajo a los nuevos/as se les hace la vida imposible muchas veces y se les hace pagar «derecho de piso», pero también es cierto que siempre hay gente cordial y accesible. Si este profesor no encuentra a nadie de este último grupo, es una institución que esta muy desequilibrada, y le va a ser muy difícil mantenerse allí. No se puede solo contra toda una institución. Es probable que haya muchos buenos, pero basta uno para hacer de su trabajo un infierno. Puede que sea muy joven. Quizás tenía otra imagen del sistema.Quizás es su primer experiencia de la crueldad, egoísmo y profunda individualidad que atraviesa a la sociedad actual.Quizás es su primer encuentro con la crisis de valores, esos que tantos nos gustaron alguna vez: solidaridad, compañerismo, respeto por el otro, amistad, derecho a la propia libertad, amor…
Nunca bajar los brazos, luchar desde la excelencia de su trabajo.Mantener una actitud siempre cordial.Saber que las crisis son para los cambios y que es posible un mundo mejor si es capaz de luchar por él. Y no sentirse en guerra con sus compañeros/as, sino cada día va a ser peor.Golpean los débiles…
Estoy segura que ese docente se ha dirigido a la persona más indicada para tratar de resolver su problema, que es al Maestro Miguel Ángel Santos Guerra. Nadie mejor que él para dar un sabio consejo a un docente en esas circunstancias.
Yo le invitaría a entrar a este foro, donde muchos docentes compartimos penas y alegrías, y le diría que no baje los brazos, que si su verdadera vocación es la Docencia, así con mayúscula, tendrá que soportar ese tipo de estocadas. Que ponga el alma en lo que hace, que no renuncie POR NADA a la alegía que le puede regalar el aula, el disfrute de enseñar y aprender desde el corazón…
Son cuchillos que llegan a cualquier edad, y desde muchos ángulos, si eres joven dirán que eres inexperto, iluso, y si eres mayor dirán que eres un viejo… Pero no importa, sigue disfrutando del arte de enseñar y aprender, que eso es la docencia, trata de aprender algo también de esos ataques, que todo en esta vida tiene un lado bueno y uno malo. Vas a ver que cuando menos lo pienses, ya no estárás sola, alguien ha de contagiarse y seguir tus pasos, alguien saldrá en tu defensa. Son tiempos duros para lo que hemos elegido, pero de algún rincón de nuestra creatividad debemos sacar fuerzas para acomodarnos a cada circunstancia, y CURTIRNOS, que la docencia no ha sido tarea fácil nunca…Pero que es bella…¡Vaya si lo es!!!!
Cordiales saludos, desde Córdoba, Argentina.
Me ha impresionado mucho este artículo. Todavía no soy docente, pero sé que me podré enfrentar a este acoso del que hablas porque mi tía es maestra, y en algún momento, en algún centro en el que estuvo trabajando, sintió el acoso, los celos y los malos modos de compañeros que le hacían daño. Lo superó porque cambió de centro, y en el centro en el que se encuentra ahora ha econtrado compañeros que le valoran y le aprecian. Sin embargo, sé que a mi me puede pasar lo mismo. Me encantaría poder hablar con el profesor que te ha escrito esa carta, para escucharle, y animarle. Si no te importa, dale mi correo electrónico, para que pueda ponerme en contacto con él. Por si no quisiera conocerme, dale un abrazo de mi parte, y dile que en el camino encontrará a docentes que le aprecien, que le valoren y con los que se sienta cómodo trabajando. El primer paso no tiene porqué ser el mejor, ni mucho menos el definitivo. Si le gusta la profesión, que no tire la toalla.
Un artículo estupendo. Triste, pero sincero. Gracias por compartirlo.
Una cosa más, por favor, háblale de la red ning internet en el aula: http://internetenelaula.ning.com/
Allí encontrará a compañeros geniales, innovadores, creativos, con ganas de mejorar su práctica docente, …gente encantadora.
Personalmente, allí he conocido a gente, como Carlos Morales Socorro, Araceli Pérez Heras, …Jordi Adell, Alberto Armada, Yolanda, María,.. son tantos!!! a mi me ha ayudado mucho conocerles, tanto por compartir mis ideas como por escucharles. En serio, que no se desanime, que busque su lugar. En la red podemos encontrar mucho más que información en el Google. Hay redes sociales MUY interesantes, y sé que a él le ayudaría conocerlas, para ver una cara amable de el problema que tiene. Para decidir si merece la pena tirar la toalla, o seguir adelante. No es una decisión fácil y cuanta más información, cuanto más tenga para valorar la situación, mejor.
Yo pienso que no debe desanimarse el profesor, porque si él tiene la conciencia tranquila con lo que está haciendo a nivel profesional esto le debe servir para mantenerse animado ya que todo es cambiante, son los otros/as, los que están equivocados, si le están haciendo la vida imposible.
Si te encanta tú profesión no puedes dejar que unos cuantos echen por tierra todas tus ilusiones y proyectos. Busca soluciones, cambiar de centro, intentarlo en otro lugar porque en todos los centros no hay el mismo ambiente miserable que describes en tu carta. Si hay algo positivo que tiene nuestro trabajo es la de poder concursar cada dos años y poder movernos (también existen las comisiones de servicio, por cierto que en Canarias antes las daban con facilidad) y así poder salir de ciertos centros donde se condiciona la dignidad y posibilidades de realización de los profesionales.
Estoy de acuerdo en que a veces los profesores estamos constantemente quejándonos de los alumnos/as y no vemos que a veces la actuación de algunos compañeros/as deja mucho que desear. Nosotros los docentes a veces nos criticamos en plan “cotilleo” por los pasillos del centro y no afrontamos los temas en los claustros correspondientes. El miedo a que nadie te apoye hace que muchos no quieran meterse en problemas a la hora de criticar por ejemplo abiertamente al equipo directivo de un centro.
No voy a juzgar a nadie por lo que (en apariencia al menos) escribe o se supone que piensa, en la medida que pienso que todo el mundo tiene derecho a ser feliz, más allá de que las tesis que pueda esgrimir no tengan fundamentación alguna, más allá que sus ideas y razonamientos al respecto partan exclusivamente de su mundo personal. Aportar que todos los estudios que puedan leerse al respecto de las dificultades en los centros educativos en España avalan una tesis obvia: las familias no están a la altura de la educación de los hijos. Los centros educativos suplen a diario carencias afectivas y socioeconómicas en muchos casos severas. Y me consta que el trabajo en equipo y la solidaridad del profesorado entre sí, es manifiesta. La supuesta tesis del artículo, donde se apunta nada más y nada menos que a un ambiente de centro docente insolidario, donde reina el acoso laboral y la vida profesional es imposible de desarrollar, constituye un punto de partida no solo injusto (se apoya en una supuesta carta de un solo docente) sino además absolutamente maniqueo: no refleja en absoluto el día a día de esos centros que recorren la geografía española donde se trabaja en equipo y en un contexto de trabajo cooperativo donde los principales beneficiarios son esos alumnos y alumnas que van a constituir, a corto plazo, el contigente de ciudadanos, a costa precisamente de los esfuerzos de este entregado profesorado, mejor preparado de la historia.
Propongo que las tesis que se expongan dejen atrás las ideas escabrosas sobre el mundo de la educaciòn y que en su lugar, se propongan otras que hagan justicia a la realidad docente de los centros y de las aulas. El profesorado en España, vuelvo a repetir, es cuna constante de héroes, tal es la entrega, el tesón y la vocación que esgrimen día a día para con los alumnos. Hagamos justicia a dichos esfuerzos, incluso desde este foro, hablando de lo que realmente ocurre en las aulas y no suponiendo circunstancias negativas que quizás den mucho que hablar por aquello del morbo pero que son rotundamente falsas: la educación en España, si se superan las carencias educativas y socio afectivas en los hogares, se constituiría por sí sola, al amparo de las leyes orgánicas, en la más equitativa y efectiva para la formación de esos niños que pronto serán ciudadanos de pleno derecho en una sociedad en la que deberán labrarse el mejor de los futuros para ser felices.
Me han comentado que este foro sigue siempre una línea habitual: lanzar escopetazos contra los docentes. También me han dicho que censuran todas las opiniones que no contengan párrafos del estilo «querido maestro Santos Guerra» o «yo soy el niño que se sentaba en segunda fila, le agradezco…».Dejemos atrás las tesis escabrosas y hablemos desde el conocimiento de los hechos, abriendo las opiniones a todas las personas para que este foro tengan la riqueza que se merece: podemos aprender muchos los unos de los otros, por más que disten entre sí las opiniones. La educación, definitivamente, se lo merece.
Un saludo, buenos días.
UN DOCENTE CON MUCHOS AÑOS DE EXPERIENCIA.
Buenos dias, que triste y que real¡, aunque a veces el acosado es el equipo directivo, soy madre y en el centro de mis hijas tenemos un equipo directivo magnifico constantemente acosado por una panda de mediocres dañinos y por el silencio cobarde de un numero considerable de sus compañeros
un saludo y gracias Miguel Angel
Ayer, a hora más de misa que de revolución pedagógica, asistí a tu conferencia en Lugo. Salí muy contenta de observar a alguien con algunos años más de docencia que yo que comparte mi «optimismo en el optimismo». Y viene bien a cuento esta reivindicación de la mirada positiva para el acoso «interdocente»: Yo no he sufrido nada semejante en la pública, pero sí hace unos años en la privada. Creo que si ahora sigo sonriendo los lunes por la mañana camino del instituto es porque vencí aquella situación desagradable mirando mi trabajo, a mis alumnos y a mí misma con ojos positivos. Ahora cuando me dicen que soy demasiado joven para controlar a un grupo que ellos consideran «difícil» o demasiado mujer para enseñar mecánica, yo sólo les sonrío con ironía sana… la confianza que tengo en mis métodos se me ve en la cara y frena cualquier posibilidad de acoso, es el «optimismo en el optimismo», ¡¡ahora me encanta que me llamen ingenua e inmadura!!
Buenas tardes,Maestro Santos Guerra y a toda le gente que compone este hermoso grupo de personas sensibles en sus opiniones y en su manera de pensar…He leído con profunda atención y casi al borde de las lágrimas este artículo,poniéndome en la piel de este joven profesor y si de algo le sirve,quiero contarle que llevo ya 22 años en la docencia,ejerciendo como profesora de música en todos los niveles de enseñanza,a lo largo de estos años,y sin embargo el viernes he sido víctima de una cruel calumnia por parte de dos docentes de la escuela en la que dicto mis clases,a las que ya no volveré a llamarles «compañeras de trabajo»,nunca más.
Encontrándome yo ausente,con carpeta médica por un serio problema de hipertensíon arterial acompañado de depresión y angustia,que me he sabido conseguir en este bendito sacerdocio,que es la docencia,se han puesto a dar de alaridos en mi contra,poniendo en duda el estado de mi salud y lo que es peor,de la moral y la idoneidad de los profesionales médicos que autorizaron tal licencia y todo por qué? Pues,no encuentro otro motivo que no sea el de no tener la hora libre,pues justamente con ellas dos,tenía clases ese día…Fíjense que cerebros tan mezquinos tenemos en las aulas dando ejemplo a nuestros niños,por que yo también soy madre…Qué es lo que tengo que hacer yo ahora? Hablar al gremio y demandarles por calumnias e injuras?Dejar pasar este episodio nefasto?Será que siempre estoy de buen humor,soy querida por los niños y eso pueda causar envidia? Pero…también mi enfermedad les causa envidia?…Qué locura!!! Qué bajo el nivel de estos docentes,me las imaginé como en una rueda de chusmas que se sientan a criticar a cada persona que pasa…pero eso sí, a espaldas de las personas,en ausencia de ellas,por que no les da el coraje para actuar como adultos y hablar de frente,aunque no creo que tengan que hablar sobre el uso legal de mis derechos…Bien,no voy a explayarme más,era sólo para que vean uds cuánto daño pueden hacer esas mentes mezquinas… y entonces me pregunté:Cuánto másgrande será el daño que puedan causar en esos angeltos que los padres entregamos para que eduquen,cuando cierran las puertas de las aulas,por que hasta eso,les falta valor para abrir las aulas,parece que tuvieran a los niños en cautiverio….Pero claro!!!! Antes debieran abrir sus mentes….. Un saludo cordial para todos,desde la pcia de Córdoba,en la Repúblca Argentina.
HOLA de nuevo a todos,sobre todo a las hermanas Mansur.Yo estuve en un caso similar y me tuve que ir de baja hecha un «guiñapo».Después de un año cambié a otros centros y a partir de aqui mi autoestima, mi felicidad y mi amorpor la educación y por la profesión, han hecho de mi una persona nueva.porqué se machaca a determinados docentes?envidia???????
es un caso claro de mobbing¿? o algo así.Veo que a otros compas también les ha pasado en algún momento.Donde está el corporativismo docente?Se cayó por un precipicio?????
HOLA VICTORIA:
Gracias por tus palabras.Será qué tengo que irme de esa escuela?…No,estar allí después de 20 años de dar vuelas lejos de mi pueblo,es un derecho que creo haberme ganado y no permitiré que la necedad de unas pocas «personas»,me lo quite.Creo que mi actitud será ignorarles,de todas formas,no voy por ellas a la escuela,sino por los niños,por el amor que siento hacia ellos,hacia mi profesión,de la cual disfruto mucho ,y ellas,pues si no están felices o no quieren lo que hacen,no es mi problema..Es por eso que se ocupan del quehacer de las otras personas,no soportan ver felices y disfrutando de todo lo que les da la vida a otras personas,por que no están conformes con ellas mismas…Ojalá se abran algún día sus mentes,sería un maravilloso milagro,sobre todo por los niños.Cariños a todos,y cuánto mejor me siento,por haberme podido expresar y ser escuchada y comprendida.
MUCHAS GRACIAS VICTORIA!
No es el primer ni el último caso, por desgracia. Algo que, afortudanamente, cada vez se va dando menos con las orientadoras (personas). El mejor recurso, para mí, es que se dedique a hacer aquello que considere es su deber y que, en ese desempeño, se entregue con profesionalidad y sin pausas. Está claro que, si no tiene apoyos, deberá reflexionar sobre su propio quehacer para intentar conectar con otras personas, pero, dado que nuestras personas primeras son las que son alumnas, ánimo y a ayudarlas. Lo demás no nos importe y le aseguro que más pronto que tarde se darán cuenta y apreciará ella misma sus frutos. En todo caso, si no fuere así, es problema de las demás personas si vemos, sobre todo, que el alumnado sí se alegra de lo que hacemos. Es la mejor recompensa, lo demás tiene que hacerno más fuertes, y es que muchas personas hemos pasado por la Universidad, pero ésta no ha pasado por todas las que hemos ido. Un saludo y a intentar mejorar el deteriorado, y éste sí que lo necesita, sistema educativo que, entre unos y otros, se lo están cargando a marchas forzadas.
Un abrazo fuerte y toda mi energia, Silvia. MUAKS. DE CORAZÓN.
y como dice FORGES : » PIENSO, LUEGO ESTORBO «.
Habèis leído un libro que se llama «EL SECRETO»?
SI PIODÉIS, HACEDLO.
Habla de las energías y de leyes mentales que dan fuerza para la vida, y el trabajo. MUY BUENO
A Mrs Joanna:
¿Quién le hace comentarios sobre el blog? ¿Son bienintencionados? ¿No será mejor leerlo? ¿Por que no lee el artículo del 7 de febrero de este año que se titula «Ser docente»? Pocas veces he visto una defensa tan apasionada de la profesión docente. Por otra parte, ¿cree que detectar los problemas y denunciarlos es una forma de atacar o de defender a los profesionales de la educación? ¿Quién utiliza escopetas contra los profesores, quien defiende sus defectos o quien prefiere que se corrijan? Ya está bien de habar de oídas. Y ya ve que su comentario ha sido publicado. Y no dice precisamente «querido maestro»… Un saludo.
Sin duda, me siento reflejada en tu amigo…Es cierto que existe acoso laboral pero por parte de los que abusan, de los que exigen trato de favor, de los caraduras sobre los cumplidores ¿y Sabes por qué? Porque la Administración NO HACE NADA por pararle los pies y el marrón es siempre para el equipo directivo que quiere velar por el cumplimiento en beneficio del alumnado…Ellos se suelen hacer las víctimas cuando les dices que tienen que llegar a su hora, que tienen que atender a la divesidad, que tienen que participar de la vida del centro…y tedicen que eso sí que es acoso laboral!!
Miguel Angel, hoy me siento un poco como este señor, me da mucha pena pensar que esto pasa, al igual que sufro un dolor intenso al ver como sufren acoso los niños y niñas de muchos centros, pues eso marcará sus vidas para siempre.
Me gustaría ayudar a esa persona y darle todo mi apoyo y comprensión, me pongo en su lugar.
Todos deberíamos ser empáticos y tener un lema, mi lema: «Lo que no quiero para mi, no lo quiero para nadie».
Hoy en la facultad,incluso he sentido ganas de llorar, yo soy muy sensible y me crezco, pero al pronto me derrumbo, me cuesta mucho estar dentro de un grupo de gente joven que no se ayuda los unos a los otros, que existe esa competitividad odiosa, que para mí no tiene ningún valor, pues yo estoy ahí para disfrutar, pero es triste ver como te quieren hundir, son jóvenes e inexpertos, pero mayores para otras cosas y creo que el respeto por los demás se debe llevar a cabo en todas las edades.
He estado muy afligida durante mucho rato, ahora estoy mejor, pues el ave Fenix resurge contínuamente de sus cenizas y esa soy yo.
Querido amigo que sufres, piensa que es la envidia la que los mueve y en el fondo son unos pobres desgraciados, pues el envidioso envidia al muerto porque le están llorando.
Espero de corazón que encuentres la salida, cambiando de centro o algo así, no sé que podrías hacer, pero no quiero olvidarme decir que entonces: nuestros niños/as están en manos de personas así,no?.
cómo podrémos confiar en la educación?
Bueno un saludo desde mi humilde opinión.
Loly
amigos
depois de ler o artigo do prof Santos Guerra e os restantes comentários, alguns angustiados, de colegas professores, aqui em Portugal também o sistema educativo está em crise e pelo que tenho lido e ouvido a crise é geral, mas será que existe mesmo crise no ensino ou querem nos fazer crer que existe, será que, tal como a crise económica que foi fruto da especulação das bolsas, a crise do ensino não é também fruto da especulação educativa, entenda-se por especulação educativa, a tentativa das tutelas fazerem crer aos docentes em particular e aos pais no geral que nada ensinam ou ensinam mal. Termino com palavras de Santos Guerra no dia 1 de Maio no X Congresso da SPCE em Bragança, Portugal » ensinar ensinei só que ele não aprendeu», isto a propósito de um individuo ter dito que tinha ensinado o perro a falar, só que ele não aprendeu. Os nossos alunos não aprendem, porque não querem ou porque não os ensinamos, com 25 anos de docência não tenho dúvidas, muitos não querem mesmo, até porque estes jovens não têm objectivos de vida, de futuro, para eles o futuro é o agora, amanhã … logo se
verá.
Carlos Marques
saúdo todos os professores que ainda acreditam em o ser
Tienes razon en lo que dices pues yo lo he sufrido y lo sufro.»Compañeros»a los que les molesta que seas ingenioso, que tengas ideas novedosas.En cualquier profesión lo bueno es reciclarse para tener nuevos planteamientos, pero en la nuestra se practica el sillon boll pues algunos ni quieren encender el ordenador, usan el mismo material años y años. No te rindas, ni cambies de colegio, se tu mismo pues los alumnos tienen que ver cosas diferentes para comparar y tener criterio propio.SALUDOS
Realmente en algunos momentos de mi práctica docente me han sucedido hechos como el que se comenta en este artículo. Lo bueno es no bajar los brazos, seguir adelante ya que la educación es el medio para construir algo mejor. Compartí la conferencia dada por el Prof. Santos Guerra y nuevamente sentí el verdadero valor de ser docente, «las buenas intenciones siempre triunfan» aunque el tiempo sea lento. Que este docente no baje sus brazos, sucede en todos lados pero es tiempo de seguir en la lucha…