¿Hay alguien más por ahí?

16 Ago

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Me sorprendió sobremanera el título de un artículo aparecido en este periódico el pasado día 13 de agosto. Decía así: “Piden al Papa que rece por la única pradera del litoral. Los miembros de la plataforma sostienen que la desaparición de la pradera marina se debe a la pesca ilegal”. Me pregunté al terminar de leer el texto si no sería más razonable y eficaz que los miembros de la plataforma denunciasen la pesca prohibida ante la autoridad competente.
Lejos de mi intención poner en tela de juicio la fe de quienes creen que todo depende de una voluntad superior. Lejos de mi menospreciar unos sentimientos, arraigados y sinceros, que dan sentido a su vida y a su muerte. Pretendo solamente en estas líneas reflexionar sobre el peligro que encierra poner en otras manos y otras voluntades (aunque se consideren divinas, bondadosas y omnipotentes) las cosas que nos conciernen a los humanos.
Lo que pretendo es avivar el sentido de la responsabilidad que nos hace responder (ese es el significado etimológico de la palabra responsabilidad) de todo lo que depende de nosotros. Hay quien le endiña a los dioses lo que sólo depende de loa humanos. Me sorprende la inusitada frecuencia con la que se invoca la intervención divina sin que haya un nexo causal evidente entre la causa y el efecto.

-Gracias a Dios he aprobado el examen, dice el alumno que había estudiado mucho y que obtiene un buen resultado en la prueba final. ¿Cómo puede probar que ha aprobado por esa intervención?
– Ha llovido mucho, gracias a Dios, dice el agricultor que acudió a las rogativas pidiendo a la patrona de su pueblo que la lluvia salvase la cosecha. ¿Cómo se puede comprobar que es esa influencia la que ha provocado la lluvia?
– El avión se salvó de milagro, dice el pasajero que aterrizó felizmente después de un vuelo ajetreado y un aterrizaje forzoso. ¿Quién puede asegurar que no se ha caído porque alguien lo sostuvo?
Las peticiones siguen esa misma filosofía mágica, alejada de cualquier posibilidad de comprobación rigurosa.:
– El futbolista se santigua tres veces antes de comenzar un partido pidiendo a Dios que pueda marcar uno o varios goles. ¿Qué sucederá si hacen lo mismo los jugadores del equipo contrario? ¿Se podría decir con rigor que cuando eso sucede es cuando se produce un empate?
– El enfermo reza fervorosamente pidiendo a Dios la curación que no llega por vía médica. ¿Cómo probar que la curación se debe a la intervención divina y el empeoramiento a la negativa divina a que llegue la mejoría?
– El viajero de tren reza para que no se produzca un descarrilamiento. Pero, ¿qué sucederá en el vagón si unos han rezado y otros no? ¿Se salvarán los primeros y morirán, en caso de accidente, los segundos?
– El penitente que hace en Semana Santa la promesa de caminar descalzo para solicitar que no llegue la ruina a su próspero negocio, ¿podrá comprobar de algún modo que si no llega la ruina no sucede se debe a su sacrificio?
Creo que tenemos que hacer depender la vida de nuestro trabajo, de la acción de nuestras manos, de nuestros compromiso, de nuestra generosidad. Nosotros tenemos que sacarnos las castañas de el fuego.
Un hombre camina por la noche, completamente perdido, en medio de una impresionante tempestad. Los rayos iluminan fugazmente el camino, pero no es capaz de encontrar ninguna vereda o sendero por el que pueda avanzar. De pronto cae al vacío. Y, en la caída, puede agarrarse la rama de un árbol. Un rayo ilumina el escenario y ve que , a sus pies, se encuentra un abismo impresiónate. No sabe qué hacer. Cuando ya las fuerzas le están abandonando, grita lo más fuerte que puede:
– ¿Hay alguien por ahí?
Guarda silencio y sólo oye el rugido de la tormenta. De pronto, oye una voz que lo invade todo y que, dirigiéndose a él, dice:
– Soy el Señor, tu Dios, déjate caer y mis ángeles te recogerán con sus alas para que no te hagas ningún daño.
Se queda pensativo unos momentos, agarrándose con todas sus fuerzas a la rama. Y dice con voz potente:
– ¿Hay alguien más por ahí?
Me sorprenden quienes dicen que si no existiera Dios, nada tendría sentido. Pienso que nuestro compromiso moral haría que todo dependiera de nosotros. Muchos lo dejan todo en manos de alguien que nos cuide, nos ayude y nos resuelva los problemas. Postura cómoda, desde luego. Postura resignada, cómo no. Postura irresponsable.
– Vamos a bendecir la mesa, le dicen al niño.
– No hace falta, mamá cocina muy bien, dice el pequeño.
Algunos dicen que si no hubiera otra vida, ésta no tendría sentido. ¿Por qué? ¿ No será más razonable decir que todo el sentido tendríamos que encontrarlo en ésta? Lo que resulta todavía más inadmisible es que, quienes creen, piensen que los demás no tienen posibilidades de ser buenas personas, buenos ciudadanos, buenos profesionales, buenos… Esa identificación de religión y moral es más que discutible y en ella se encuentra una buena parte de los fundamentalismos. “Yo soy bueno, los demás no pueden serlo”, piensan y hasta dicen.
Ahí se encuentra una de las claves de la oposición a la asignatura Educación para la Ciudadanía. Una asignatura que plantea la necesidad de someterse a una ética que esté más allá y más acá de la moral particular de las religiones. La base de la convivencia es el laicismo, que propone el respeto a quienes creen y a quienes no creen. Los fundamentalismos han llevado a la hoguera a quienes dudaban y, por descontado, a quienes no creían. Tenemos que aprender a sacarnos las castañas del fuego, todos juntos.
No hay más garante de que se respete la ética que el compromiso y el consenso creado por todos de que vamos a mantener un respeto escrupuloso a las personas, sea cual sea su raza, sexo, cultura, credo y condición. Tenemos que vivir, con salidaridad, equidad y respeto en una sociedad democrática integrada por ciudadanos y ciudadanas que tienen iguales derechos e iguales oportunidades. La base de ese planteamiento es la dignidad que nos reconocemos unos a otros por el simple hecho de tener la condición humana.

10 respuestas a «¿Hay alguien más por ahí?»

  1. Creo que hasta suena ridículo pedir al Papa que rece por peces y mariscos…
    Una cuestión es la religiòn y otra la fe. La religión es un conjunto de normas y prescripciones. La fe es un estilo de vida, una manera de vivir de acuerdo a lo que se cree. Sin pensar que es la única manera ni la mejor. El pensamiento mágico está presente en todas las religiones. Creo que satisface a ese niño que todos llevamos dentro. Está vida es bellísima y maravillosa, con sus momentos amargos, sus dolores y sus alegrías. Y es bellísima más allá de que exista otra o no.
    Pero por mucho que pueda creer en Dios, si quiero que se salven las ballenas voy a implementar planes ecológicos adecuados.

  2. MAESTRO,EL PAPA NO REZARÁ PRECISAMENTE POR ESA PRADERA DEL LITORAL, SINO PARA QUE A LOS HUMANOS SE NOS ABRA DE UNA VEZ LA CABEZA Y DEJEMOS DE DESTRUÍR EL PLANETA, QUE A ESTE PASO NO SERÁ EL HOMBRE EL ÚLTIMO SER VIVO EN EXTINGUIRSE. DEBE TENER USTED FE EN UN SER SUPERIOR, Y DE HECHO LA TIENE, SINO NO SE HUBIESE TOMADO LA MOLESTIA DE EMITIR EL MENSAJE POR ESTE MEDIO, QUE AUNQUE USTED NI SE LO IMAGINE, LO ESTAMOS LEYENDO Y REFLEXIONANDO MILLARES DE MAESTROS EN TODO EL PLANETA, Y TRATANDO DE HACER TOMAR CONCIENCIA A OTROS MILLARES DE ALUMNOS, DE LA RESPONSABILIDAD DE CUIDAR NUESTRA ÚNICA MORADA, COMO POSIBILIDAD ÚNICA DE CONSERVAR NUESTRA ESPECIE.
    DESDE MARULL-CÓRDOBA-ARGENTINA. CON MUCHO RESPETO Y ESTIMA.

  3. ¿No lo sabe? … La fe mueve montañas.

    Porque hay tareas que nos parecen inalcanzables a las personas, y dependemos de una fuerza superior para llevarlas a cabo. Esta fuerza es DIOS, lo que equivale a la FE.

    Porque rezar no es algo que se haga en soledad, si no que se reza en colectividad, pidiendo lo que para uno es inalcanzable, y que solo se puede lograr con el esfuerzo de muchos.

    Porque rezando se crea una marca en el subconsciente que nos hace actuar de modo diferente en el mundo consciente, poniendo en primer lugar todo aquello por lo que se reza.

    Y por otra parte es una novedad agradable que se rece por la conservaciòn del medio ambiente.

    Se reza a DIOS, pero no por ello los cristianos se quedan de brazos cruzados. Vea si no, a modo de ejemplo, esta página…
    http://www.fespinal.com/indexES.htm

  4. Hace más de treinta años, Antoñito, un alumno sobresaliente de ocho años, sorprendió a su maestro después de que éste le explicase que Dios era infinitamente sabio, bueno,justo y perfecto. Le dijo: “Si Dios es así, no existe”.
    Este hecho quizá pueda relacionarse con el tema de la perfección, la cual impediría a Dios cambiar de parecer por el ruego de alguien. Tema peliagudo, pues.Y el tema es más peliagudo si contemplamos la parábola inversa, la del fundamentalismo, que además se atreve a quemar, o anatematizar, a la oveja descarriada para seguridad, si no para su satisfacción, de las otras noventa y nueve.
    Pensamos que el laicismo nos hace cada día más responsables y nos lleva a pensarnos más las cosas. No olvidemos que Jesús era laico de pies a cabeza. Lo que dicen que dijo, ya es otro tema. Aunque Teresa de Jesús dijera que “hasta entre los pucheros está Dios”,
    Hagamos nosotros el puchero, si queremos comer algo calentito, ¡claro, si no nos descuidamos y se nos enfría! Es una responsabilidad de tantas que tenemos.
    Sin embargo, tenemos que respetar a todos los que creen y piensan así como a los que sólo piensan.
    Una vez más, gracias.

  5. Estoy de acuerdo en que en una sociedad democrática, TODOS nos debemos respeto, y eso es lo que ejerzo antes de emitir una opinión. Respeto a los que creen que la única salida es rezarle a Dios, y también a los que creen que somos nosotros los que debemos trabajar para mejorar el mundo en que vivimos. Es más, no creo que ambos sean excluyentes. Se pueden realizar las dos cosas. Por otra parte, a esta altura de los acontecimientos, y con la degradación extrema que está sufriendo nuestro planeta, pido y trabajo en pos de mejorarlo. El Papa, desde el poder que los seres humanos (¿o Dios?) le otorgan puede sugerir propuestas que sirvan para cambiar algunas cosas. Es mi humilde opinión

  6. Erich Fromm dijo, palabras más palabras menos: Hay que tener conciencia de la muerte, para tener conciencia(saber valorar)de la vida.
    Luis Fermin Gutierrez
    Caracas-Venezuela

  7. muy interesantes todas las lecturas pero esta fue la que mas me gusto, debemos tenre conciencia que somos responsables de nosotros mismos y del mundo.

  8. Muchos lo dejan todo en manos de alguien que nos cuide, nos ayude y nos resuelva los problemas. Postura cómoda, desde luego. Postura resignada, cómo no. Postura irresponsable.

    Cuanta verdad en eso, si.
    Talvez se vaya un poco del tema mi comentario, pero tuve una experiencia con esto de las religiones, la cual hasta hoy en día sigue sorprendiendome.
    Un jóven de la escuela, que durante un tiempo pertenecio a mi grupo de amigos, dejó absolutamente de lado todo lo que hacía en su vida, por una religión.
    Este realizaba deportes como cualquier otro chico de su edad, salía con nosotros cuando había alguna fiesta, compartía tardes junto a sus amigos, digamos llevaba una vida normal.
    Empezó con el tiempo a alejarse, comenzó a formar parte de los “testigos de jehová”, y poco a poco dejó de realizar su deporte favorito (ya que su religión no aceptaba la competencia, sea en el ámbito que sea), dejo de ver a su grupo de amigos (ya que no formabamos parte de la misma religión, y realizabamos actividades que en su religión no estaban permitidas), con esto último, él dejó de salir con nosotros (ya que salir implicaba entrar en ambientes donde se presentaban drogas, alcohol, etc).
    Su vida (a mi forma de verlo) se convirtió en algo que no tenía sentido, teniendo en cuenta que no fue él en un primer momento el que decidió que se convirtiera en eso (influencia de los padres, o de otros mismos testigos de jehová).Así dejó de un día a otro todas las cosas que formaban parte de su vida, para junto con los demás miembros de su religión, salir por las calles a divulgar la palabra de Dios.
    Es decir, creo que dejó de pensar, dejó su vida en manos de “Dios”, todo lo que se hacía estaba mal, hasta era incorrecto festejar el gol de su equipo de Fútbol.
    No digo con esto que no respeto las creencias de las demás personas, cada uno es libre de elegir lo que quiera para su vida (estoy convencido de que en su caso no fue así), y de hacer lo que mejor le parezca, pero no se puede negar que en estos casos las personas dejan de ver las cosas como en realidad son.Hay cosas que no podemos atribuirlas a un ser superior, hay cosas de las cuales debemos hacernos responsables nosotros mismos, y esta es la única vida que tenemos para hacer las cosas, ya que si existe otra aún no lo sabemos, por más que creamos que si.
    Me parecio triste ver como esta persona dejó de hacer todo lo que siempre le pareció que estaba bien, ya que en realidad estaba bien, solo por creer que si seguía con los mandatos de Dios luego llegaría una mejor vida.
    Podemos creer, podemos tener fé, pero en cierta medida, no podemos negar que somos personas con sentimientos, con objetivos, con RESPONSABILIDADES, hay cosas en las que solo el hombre puede desenvolverse, y no hace falta involucrar a Dios para esto.

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