Me preocupan los comportamientos antidemocráticos. Los ciudadanos y ciudadanas de a pie podemos hacer gala de estas formas de actuación incívicas: defraudar a la Hacienda pública, adelantar de forma indebida, aparcar de mala manera, arrojar basuras a la calle, hacer ruidos molestos… También quienes gobiernan pueden comportarse antidemocráticamente: administrar los bienes de forma arbitraria, abusar de las prebendas, practicar el nepotismo, incumplir las promesas electorales, no informar sobre lo que hacen, multar de forma abusiva… Me parece más grave que quienes han sido elegidos por los votantes hagan uso de esas actitudes para beneficiarse a sí mismos o para extorsionar a sus electores. Olvidan frecuentemente quienes gobiernan que quienes mandan son los votantes y que ellos sólo son sus servidores. ¿Es tan difícil entenderlo?
Me voy a detener en una práctica antidemocrática que me parece nefasta. Me refiero a la imposición de sanciones arbitrarias con el fin de recaudar dinero de forma voraz. Hay sanciones que tienen un fin exclusivamente recaudatorio. Ese proceder del legislador es claramente antidemocrático. En Hacienda, en circulación, en caza, en pesca, en comercio y, en definitiva, en cualquier actividad que se regula por ley, hay sanciones que se imponen porque con ellas se llenan las arcas públicas. Esa es su finalidad fundamental. O, mejor dicho, la única
La sanción tiene que tener un fin más pedagógico que económico. Y la educación nos debiera llevar a respetar las leyes más por el respeto al prójimo que por el miedo a la sanción. La filosofía de la ley o jurisprudencia, se pregunta fundamentalmente: ¿Cuál es el objeto de la ley? Existen al respecto, en la historia de la filosofía, varias respuestas.
Las leyes deben fomentar el desarrollo virtuoso. Es el punto de vista de Aristóteles. Las ordenanzas pretenderían fomentar el desarrollo de modelos morales.
La deontología sostiene que el propósito de la ley es codificar los deberes morales. Es la postura de Inmanuel Kant. Todos los ciudadanos y ciudadanas deben respetar la sensibilidad de los demás.
El filósofo utilitarista del siglo XIX Jeremy Bentham, afirmaba que el objetivo de la ley es producir las mejores consecuencias para el mayor número de personas.. Es una postura utilitarista.
Sea cual sea la filosofía que se defienda, bajo ninguna teoría se puede sostener que es bueno sancionar por sancionar. O que el fin fundamental de la sanción es sacar el dinero a las personas. Existen multas claramente abusivas en sí mismas y otras que tienen una sanción desmedida,. ¿Es que no sabe el legislador lo que ganan los ciudadanos? ¿Piensa que mientras más fuerte sea el castigo, más eficaz será el aprendizaje? Pues no es así.
Hay agentes que se ensañan con los ciudadanos. Hay multas que no persiguen ninguna de las finalidades que plantean las teorías filosóficas. que hemos comentado. Son atracos a ley armada.
Ante este tipo de actuaciones de quienes mandan es preciso levantarse. Razonar, exigir y protestar. Es necesario saber defenderse. Se recurre poco, se protesta poco, se reclama poco. Reclamar es un ejercicio democrático ante los abusos del poder. El poder lo sabe, por eso hace descuentos en el pago de las multas si se renuncia a reclamar. Muchos se callan, aunque están en desacuerdo. Muchos maldicen, pero no ponen en marcha las estrategias a las que tienen derecho.
Lo primero que hay que hacer es informarse. Saber lo que se tiene que hacer para reclamar, dónde y cómo. Lo segundo es molestarse en hacerlo. Lo tercero es mantener la esperanza que de que se va a conseguir un buen resultado. Muchos no reclaman porque piensan que todo está perdido de antemano. Hay que fortalecer el discurso crítico ascendente.
Cuando el poder responde que no tenemos razón, que no porque no, es necesario volver a manifestar el desacuerdo. Porque es su deber explicar por qué no tenemos razón, por qué los argumentos utilizados no valen. No demuestra talante democrático quien, ante una reclamación laboriosa y argumentada, sólo responde diciendo: pague y cállese, usted no tiene razón. ¿Me puede explicar por qué?
Hay que poner todo el ingenio en defenderse de los atropellos. Como hizo la señora que protagoniza la siguiente historia:
Una pareja va de vacaciones a un centro turístico de pesca, Mientras él se echa una siesta, ella decide coger el bote e irse al lago a leer. Pero, cuando ella está tomando el sol, se acerca un policía local en otro bote y le dice:
– Aquí no se puede pescar, señora. Voy a tener que detenerla.
– Pero, señor – se queja la mujer- si no estoy pescando.
El policía insiste:
– Señora, lleva usted todo el equipo necesario para la pesca. Debo llevármela.
La mujer dice:
– Si lo hace, voy a tener que denunciarle por violación.
– Pero, ¡ si no la he tocado!
– Ya -dice ella-. Pero tiene usted todo el equipo necesario para hacerlo.
Si ella se achanta, si ella se intimida, si ella se calla, es probable que el policía la hubiese detenido e impuesto una sanción.. Pero ella dijo, de forma ingeniosa y valiente: de eso, nada. Y así fue.
Estoy totalmente de acuerdo, aquì en mi tierra ARGENTINA pasa lo mismo. Los abusos estàn a la orden del dìa, por supuesto para los ciudadanos que pagamos , trabajamos y hacemos que esa otra parte que nos atropella viva como vive…violando las leyes, ya que los que hacen las «boletas » son sus obsecuentes, pues ocupan ese «cargo » A DEDO…Y ENTONCES «VIVA LA PEPA»…NO HIZO FALTA LA GLOBALIZACIÒN PARA ESTO…SE DA PER SÈ, DESDE SIEMPRE, PARECE QUE EN EL MUNDO ENTERO Abrazos profesor y hasta cada rato Noelia, la argentina de Villa Marìa , Cordoba, que tiene casi todos sus hijos en España…
¡Qué lejos me queda aquel año de 1983, en que un policía municipal entró en mi clase y al ver que en la clase se hacía texto libre y otras técnicas educativas, enseguida reconoció que pertenecían a la pedagogía Freinet!
Los tiempos han cambiado y ya nadie sabe qué nivel educativo y profesional se exige a las fuerzas del orden(?) local. Me explico: en el mismo Torremolinos (de entonces) a principios de mayo (2008), en la urbanización de «El Pinilo» me sorprendió la poli (una pareja local, autotrasportada) pintando, en el suelo de mi calle, un letrero: «30. GRACIAS». Les tuve que decir que el Ayuntamiento, después de haberla abierto chapuceramente, por su imprevisión, y de haber sufrido numerosos incidentes de tráfico, los vecinos hacíamos civilizadamente lo que podíamos. Me dijeron que la calle ya era una carretera. Les tuve que decir que estaban muy mal informados, y que precisamente, ese mismo día el Ayuntamiento, desoués de habernos citado a los vecinos para una entrevista, no se dignó recibirnos, cuando nos habíamos presentado a la hora de la cita.
Todo esto me hace pensar que tanto la educación como la profesionalidad de la policía han debido sufrir el sesgo de la autoridad dominante, que lo controla todo, pero que ignora si sus fuerzas del orden están al día de los acontecimientos. También si estas fuerzas, físicas al menos, se guían por el principio de «obediencia debida» como en los antiguos tiempos.
Sabemos que el poder corrompe y que el poder absoluto corrompe absolutamente.
No es pequeña la tarea que se nos encomienda a las personas que participamos en la educación, sea familiar o escolar.
Gracias por airear temas educativos del curriculum social y político oculto.
tristemente muchos cuerpos de seguridad, especialmente la policía local, se han convertido en simples sicarios de sus pagadores, administraciones públicas locales, autonómicas o nacionales, y van como meros depredadores a la caza y captura de quienes pagan las sanciones con las que cubrir el expediente. Buen artículo.
En Argentina somos hijos del rigor. Si no se cobran multas que duelan, no se respetan las normas de tránsito, por ejemplo, y así estamos, con 22 muertos en accidentes por día sólo en la provincia de Córdoba.
No sé cuándo vamos a tomar conciencia que respetar las normas es lo único que garantiza una mejor convivencia.
Cuando le enseñás a tus hijos a cruzar por las esquinas, o que no vayan contramano, o a respetar los semáforos, o a no tirar los papeles en la calle,etc,etc, no lo hacés pensando en las sanciones de las leyes públicas. Es para que aprendan a comportarse dentro de las normas de convivencia sociales, para su propia seguridad y para respetar los derechos del otro.
Creo que cada vez que realizás una acción en un lugar público no estás pensando si merece un una multa o no.
Pero que los gobiernos recaudan para sus arcas buenas sumas, es historia antigua…
Estimado: soy docente de la ciudad de Paraná, Entre Ríos, donde Usted ha estado dictando sus fantásticos cursos. Por eso, porque ama la docencia y respeta a los alumnos, me atrevo a «pegar» un texto redactado por mis alumnos, buscando sensibilizar a las personas respecto de su situación:
Paraná 04 Agosto de 2008
Yo voy a la Escuela Secundaria Nº 91 De la Baxada del Paraná, en el Barrio Bajada Grande, en Paraná Entre Ríos, la misma funciona en un gran galpón que fue parte de una industria del barrio, en la que fabricaban zapatillas de la marca Llave, en la misma no estamos muy comodos que digamos, dado que hay muchos vidrios rotos , no podemos usar las estufas por que salta el disyuntor, se llueven los techos, en la parte de atrás no hay chapas por que se las robaron, en los baños no tenemos agua y los inodoros pierden muchisimo y tenemos una sola pileta de donde tomamos todos, las puertas están todas rotas, no alcanzan las sillas, los pizarrones están todos rotos, los ventiladores tambien, por lo que hay que dejar las puertas abiertas y por el ruido no se puede escuchar bien la clase………nos morimos de frío en invierno y de calor en verano, nos faltan aulas, los de quinto dan clase en la biblioteca, razón por la cual no la podemos usar…
Luego de reclamar durante largo tiempo, se comenzó a construir la nueva escuela en la Avenida Larramendi, la que hemos estado esperando con gran ansia y mucho entusiasmo, dado el gran edificio que están haciendo….pero ya hace como dos meses algunos padres han comentado que las veredas perimetrales de la misma (que aún no ha sido inaugurada) están rajadas, por que no apisonaron la tierra de la base de las mismas, y que si todo el edificio es así DIOS nos guarde…..ahora hace unos días los maestros hicieron una asamblea para charlar del tema, en la misma resolvieron enviar a algunos alumnos a la U.E.P. Unidad Ejecutora Provincial, ya en la misma se enteraron que la obra tiene muchas fallas…..y que probablemente no esté lista hasta el año que viene…….nosotros nos preguntamos si para la construcción de la misma hay (según el cartel de la obra) algo así como $ 3.500.000,00 ¿Por qué tiene que haber fallas?….sabemos que si se invierte el dinero “completo” de la obra como se debe, estos problemas no existirán……..¿correremos peligro el día que asistamos a la misma? ….¿no será esto un nuevo cromagnon?……en la escuela actual, la vieja, no hizamos la bandera dado que a principios de año llegaron los bancos nuevos y están todos amotonados rodeando el mastil ……..por lo tanto no tenemos bandera ni escuela nueva……aunque si debido a los problemas estructurales nuestras vidas corren peligro…quizá sea mejor seguir en la vieja, con todos los diarios problemas….
Si fuera que estos problemas existen por que ha habido desvío (retorno, coima, comisión…) de dinero para que algunos señores se hagan más millonarios, estariamos ante un delito que parece que se repite por parte de los dirigentes en nuestro país……ante esta situación preferimos seguir donde estamos….y desear que algún día haya justicia verdadera y estas cosas no ocurran más, este es nuestro deseo en el mes del General San Martín, estandarte de honestidad a seguir…..
Tanto el General San Martín, como cualquiera de sus hombres se sentirian muy tristes luego de haber regado con su sangre todo el territorio Sudamericano en busca de la libertad, si vieran que hoy no somos libres, y sobre todo que los opresores son quienes deberían dirigir y proteger nuestro destino………
Estoy completamente de acuerdo. «Hay agentes que se ensañan con los ciudadanos» -como dice textualmente el artículo- y hay agentes que «enseñan a los ciudadanos» -permítanme el juego de palabras-.
«Somos lo que somos por los encuentros que hemos tenido», afirmaba Michel Barlow en su libro «Diario de un profesor novato». En cualquier sociedad, el alcance y complejidad de las interrelaciones que se establecen producen siempre nuevas interacciones condicionadas por las influencias recíprocas que dimanan de dichas experiencias.
Por ello, recordando otro artículo de «El Adarve» titulado «El peso de un copo de nieve», puedo manifestar que la influencia personal promovida por esta publicación no provocará que la misma concluya aquí. Con intención de sumar «un copo de nieve», de aportar un granito de arena, en lo que me compete consideraré estas reflexiones para recordar valores fundamentales en el próximo curso de Kizen Ju Jitsu (Defensa Personal Policial), así como en los que se desarrollen en adelante, de manera que los contenidos no se circunscriban únicamente a las técnicas, estrategias, Psicología de la Defensa o Protocolo de Seguridad, entre otros, sino que exista también una transversalidad curricular en la cual predomine la transmisión de valores.
«El valor de educar», que titulaba Fernando Savater en una de sus obras, podría entenderse bajo una doble concepción, es decir, como el valor o «coraje» que se requiere para educar y -a la vez- como un hecho «valioso» en sí mismo. Así pues, por extensión -permítame Savater- podría contemplar «el valor de la policía» en un sentido análogo: la «valentía» que se torna imprescindible en muchas situaciones en el ejercicio profesional y, por supuesto, como un hecho también «valioso», también imprescindible en la evolución de la civilización.
Felicidades por estas reflexiones que, por mi parte, tendrán una continuidad.
Muchas gracias.