Esta es una expresión que se utiliza para explicar un fenómeno muy arraigado en nuestra cultura. Con este dicho Viene se pretende explicar que quien tiene una persona que le protege, que le defiende o que le recomienda, puede conseguir lo que no alcanza aquella persona que carece de esa privilegiada ayuda.
Puede tratarse de una influencia para conseguir que aprueben a un alumno, de un recomendación para que un paciente se cuele en las listas de espera, de un «enchufe» para que concedan una licencia de obras, de un toquecito para que conseguir una plaza en una oposición o un crédito en un banco… Sin la ayuda del padrino no se llegaría a buen fin.
No me gustan las generalizaciones. Suelen ser falsas y, muchas veces, desalentadoras y antidemocráticas. Pensar que todo el que tiene un padrino lo utiliza es una generalización abusiva. Algunos lo hacen, eso sí, pero no es justo generalizar.
Hay quien, para conseguir un trato de privilegio, utiliza el argumento de que otros lo hacen, de que todo el que puede, lo hace. Pero el hecho de que otros lo hagan no es una razón válida para actuar indebidamente. La frase «tú también lo harías si pudieras», echada a la cara de quien critica el proceder discriminatorio, es una mera excusa…
He localizado en internet, escrita en portugués, y dentro del estupendo blog de un magnífico amigo como es José Matias Alves, una fábula muy pertinente respecto a la cuestión que me ocupa.
En un día hermoso y soleado el conejo salió de la guarida con su ordenador y se puso a trabajar muy concentrado. Poco tiempo después pasó por allí una raposa, vio aquel suculento conejito y comenzó a salivar. Intrigada por la actividad del conejo, la raposa se aproximó y le dijo:
– Conejito, ¿qué estás haciendo tan concentrado?
– Estoy redactando mi tesis doctoral, dice el conejo, sin apartar los ojos del trabajo.
– Y, ¿cuál es el tema de tu tesis?
– Es una teoría que demuestra que los conejos son los verdaderos predadores naturales de las raposas.
La raposa respondió indignada:
– Eso es ridículo. Las raposas somos los predadores de los conejos..
– De ninguna manera. Vente conmigo a mi guarida y te mostraré la prueba experimental.
El conejo y la raposa entran en la guarida. Pocos momentos después se oyen algunos ruidos indescifrables, unos pocos graznidos y después silencio. Enseguida el conejo vuelve solito y retoma el trabajo sobre su tesis como si nada hubiera pasado.
Media hora después pasa por allí un lobo. Al ver al conejito se alegra de tener la comida asegurada. El lobo decide saber qué está haciendo el conejo antes de devorarlo.
– Joven conejito, ¿qué estás haciendo tan concentrado?
– Mi tesis doctoral. Es una teoría que vengo defendiendo desde hace algún tiempo y que prueba que nosotros, los conejos, somos los grandes predadores naturales de varios animales carnívoros, incluidos los lobos. El lobo estalla en carcajadas ante la petulancia del conejo.
– Ay, apetitoso conejito. esto es un despropósito. Nosotros, los lobos somos los auténticos predadores.
– Acompáñame y verás la prueba experimental.
Ambos desaparecen guarida adentro. Se oyen gritos desesperados, ruidos de masticación…y silencio. De nuevo el conejo vuelve solo, impasible, a la redacción de su tesis, como si nada hubiese pasado. Dentro de la guarida del conejo se puede ver, entre restos de raposas y de lobos, un enorme león, satisfecho, bien alimentado, limpiándose los dientes.
La moraleja es muy clara: No importa lo absurdo del tema de la tesis. No importa si la tesis no tiene el mínimo fundamento científico. No importa que las pruebas no lleguen a probar las teorías. No importa asimismo si las ideas van contra lo más obvio de los conceptos lógicos. Lo que importa es quién es tu padrino.
Los padrinazgos son injustos porque destruyen la justicia. Siempre existen perjudicados cuando se favorece indebidamente a alguien. Si se salta una lista de espera, si se concede una plaza a quien la merece menos que otro, si se obtiene una información privilegiada, si se aprueba una tesis elaborada sin rigor…, hay personas perjudicadas. Precisamente aquellas que no tienen un padrino que las ampare o aquellas otras que deciden no utilizarlo aunque pudieran hacerlo.
Es una mala costumbre utilizar «enchufes» (necesitan los enchufes quienes están apagados) en detrimento de quienes no pueden hacerlo. Es también una mala costumbre pensar que la situación está tan generalizada que todo es corrupción y abuso de los privilegiados. Y es pésima la situación en la que se hace ley la costumbre de que cada uno utiliza al padrino con tanta mayor fuerza cuanto más elevado sea su estatus.
Alguna vez oí que un alumno fue recomendado desde el poder de la dictadura ante los miembros de un tribunal de raválida. Le hicieron preguntas sumamente fáciles. Pero no contestó a ninguna.
El presidente del Jurado le dice al examinando:
– ¿Usted cree que con este examen, se puede aprobar?
El alumno contesta, humilde y razonablemente, que no. Pero el presidente le aclara:
– Pues sí, sí que se puede aprobar.
Esta anécdota me lleva a denunciar también a quienes obedecen servilmente o acceden de forma injusta a los padrinos poderosos. Es preciso combatir esas prácticas que rompen el principio básico de la democracia y de la justicia. El principio de que todos los ciudadanos y ciudadanas tenemos los mismos derechos y obligaciones. Lo dice Fernando Savater en su último libro «Diccionario del ciudadano sin miedo a saber»: «Los iguales lo son en derechos y deberes, no en raza, sexo, cultura, capacidades físicas o intelectuales ni creencias religiosas: es decir, igual titularidad de garantías políticas y asistencia social, así como igual obligación de acatar las leyes». La igualdad es la piedra angular de la democracia.
Caro Miguel
Obrigado por mais uma crónica magnífica e pelas amáveis e amigas referências ao TERREAR. José M Alves
«Muchas gracias a una alumna excelente por ampliar la información del sábado 22-10-2007 y por descubrime nuevos tesoros»
Juan Miguel Ramierez Ramirez
Hola, querido Miguel Ángel.
Ya salgo de mi convalecencia y me ayudan los buenos ratos que paso leyéndote y pensando en lo que nos propones.
Mira, yo quiero comentarte que, desde mi experiencia, me salió muy mal lo del enchufe, que lo usé para mis hijos y obtuve lo que quería, pero qué pringosos los compromisos…Me los tuve que quitar de encima restregando con alcohol y sacar a mis niños de ese lodazal (entraron el un prestigioso colegio del que los saqué en un mes, pobres niños míos).
También me ocurrió que se me ofrecieron algunos padrinos. Con bastante ingenuidad, créeme, dije frescamente que no, francamente que no, y mi franqueza ni me enemistó con nadie ni me cerró puertas, quizá porque eran caminos que no quería seguir y las puertas no me interesaban.
Creo que depende mucho de nosotros elegir cómo queremos avanzar en la vida, y qué es avanzar; no debemos confundirlo con trepar, que perdemos la dignidad y desde abajo se nos ve el culo.
En fin, que,como siempre, nos toca elegir y defender ese yo que queremos ser, a pesar de las circunstancias.
Un abrazo para tí, que me acompañas, y un saludo cordial a todas y a todos los que estáis ahí.
La igualdad es uno de los principios fundamentales de la democracia, pero lamentablemente observamos que a diario esto no es tan así y sobretodo cuando aparecen los “padrinos” muchas cosas se agilizan y se alcanzan generando alrededor injusticia y un sabor bastante amargo para quien lo observa o lo padece. No deberían pasar estas cosas pero a menudo suceden en casi todos los ámbitos.
Gracias por compartir estas reflexiones, a todos los que visitan este espacio les aconsejo el libro “ la estrategia del caballo”, no tiene desperdicio.
Muchas gracias al compañero que, en mi nombre, transcribió literalmente el comentario que le pasé en un papel la semana pasada, el cual aparece aquí en el nº 2 y que ratifico absolutamente. Mi agradecimiento sincero, pues, a la alumna excelente.
Desgraciadamente, los enchufadores y los enchufados siguen existiendo en nuestra sociedad democrática, pero creo que su existencia depende de la ética y moral de cada persona. Está en nosotros los ciudadanos convencidos de nuestras capacidades para llegar a alcanzar una meta determinada y sobre todo con nuestro autoconcepto y autonomía, el dejar o eliminar estas prácticas tan injustas e insolidarias.
Si en realidad somos personas autónomas nunca por un favor le concederemos a ningún conocido un privilegio determinado, ni tampoco dejaremos que nos ofrezcan este tipo de ayuda. Sin embargo, si estamos convencidos de nuestras posibilidades y tenemos un autoconcepto positivo de nostoros mismos, lograremos con esfuerzo y trabajo conseguir todo aquello que nos propongamos y lo que es más importante sin tener que recurrir a prácticas injustas e ilegales.
Lúcido y claro, señor profesor. Pero usted debe de saberlo sin duda tan bien como muchos de su profesión (y de otros muchos campos de la actividad humana) lo saben: que el «apadrinamiento» está tan dentro del entramado social que, para poner un ejemplo, aún en la propia Universidad son muchísimos los casos de alumnos, ni mejores ni peores que otros (vamos a dejarlo ahí) que llegan a ser ínclitos doctores y luego incluso catedráticos, merced al sistema de mecenazgos casi diría que «a fortiori». Por suerte, parece (y sólo digo «parece») que esto se empieza a ver de otro modo, «e pur si muove…» Gracias por sus escritos y su fina sensibilidad.
BUenos días,ojala tuviese un padrino para mi hijo, si las leyes, la supuesta igualdad, la democracia, los deberes y que no los derechos. Mi hijo con diversidad funcional(discapacidad)no puede hablar porque tiene una lesion cerebral que le afecta a la parte motora del habla, ya tiene 12 años y su relación con el entorno es cada vez mas dificil. Se comunica a traves de un panel de comunicacion elaborado por mi con el programa Boardmaker y con gestos del Bimodal y otros que el o yo nos hemos inventado. Ante la grave dificultad de comunicacion y despues de consultar con profesionales especialistas se vio que sería necesario que aprendiese la lengua de signos y la respuesta de la democracia,las leyes y los derechos ha sido que NO, que ese recurso no existe para mi hijo por lo que ojala tuviese un padrino o dos o tres que le diesen justicia pues Alejandro tiene el mismo derecho a la educacion y a su desarrollo integral que los demas niños solo que el para acceder al mundo necesita un recurso especifico que le es negado.
Atte
Carmen Morales
Carmen, también pienso como vos. Trabajo con niños y niñas pequeñas con problemas, y muchas veces trato de conseguirles un «padrino» que les haga más fácil el camino de tantas dificultades. No siempre los padrinos son malos…
Eso me dijo una «amiga» sobre mis hijos, que no tenían padrino por eso no entrarían en el Colegio Maria Auxiliadora de Marbella, y yo ni corta ni perezosa, llame a la madre superiora o a la monja encargada de aquello y le dije lo que pensaba, con la buena fortuna que la buena mujer, muy amable y encantadora, no solo no admitio a mis hijos que eso estaba claro, sino que tampoco admitió a los de mi amiga. que se joda!
La mayoría de los niños y niñas con diversidad funcional(discapacidad) estan escolarizados en colegios públicos. Los colegios religiosos ya se cuidan de no tener recursos específicos para la integración por lo que los padres y madres con responsabilidad ya nos cuidamos de no solicitar plazas en ellos pero creo que estos colegios dejan bastante que desear porque sus actos los delantan y no sus enseñanzas regladas. Que enseñanza de valores se hace desde colegios que demostrado esta no posibilitan el acceso de todos los niños por su diferencia, tendrían quiza que replantearse esos golpes de pecho tan grandes que a veces tienen el descaro de mostrar en televisión. Las estadísticas estan ahi solo habria que ver que numero de niños con diversidad funcional estan en colegios publicos y en colegios concertados; hay que actuar no solo enseñar lo bueno que somos.
Un saludo
carmen Morales