Algunas personas que de forma tan crédula aceptan el dogma de la infalibilidad pontificia (el Papa no puede equivocarse cuando habla ex cátedra) se han inventado otro dogma que tiene el signo contrario: el Presidente del Gobierno no puede acertar, no puede decir la verdad, es imposible que tenga una buena intención. Es el dogma de la falibilidad presidencial. Que debería matizarse con un adjetivo: progresista. No piensan que el Presidente de gobierno siempre se equivoca por ser Presidente del Gobierno sino por ser Presidente de un Gobierno progresista o de izquierdas.
Resulta llamativo que en casi cuatro años de Gobierno, según estos creadores de dogmas, no haya dicho ni hecho NADA, ABSOLUTAMENTE NADA bien. Ni por equivocación. Así lo demuestran un día tras otro, un editorial tras otro, una tertulia tras otra, un informativo tras otro. Es asombroso.
No resulta del todo desconcertante la creencia en ese dogma cuando se lo atribuimos a la oposición. Porque su tarea, equivocada a mi juicio, es precisamente esa: oponerse. Pero resulta llamativo que lo cultive cierta prensa hablada, escrita y televisada que se dice libre e independiente. Es decir los que hacen tertulias de análisis político y se autoproclaman intérpretes rigurosos (y éticos) de la realidad.
¿Cómo es posible que en ningún momento ni en ningún lugar haga una el presidente de un gobierno algo bueno? Pues, muy sencillo, porque existe el dogma de la falibilidad presidencial. Que tiene diversos enunciados subsecuentes:
– El presidente siempre se equivoca.
– Cuando, por error, no se equivoca, acierta demasiado tarde, por lo que se puede decir que se ha equivocado.
– Cuando acierta en su preciso momento, el acierto es un error porque la intención verdadera que lo anima es mala.
En definitiva, que no puede hacer nunca nada bien, que nunca puede decir la verdad y que jamás podrá estar en lo cierto. Porque está bajo los efectos del dogma.
Lo acabamos de ver con la decisión de conceder una ayuda de 2.500 euros a las familias por cada nuevo hijo nacido o adoptado. ¿Qué decir de esta medida para que se le pueda aplicar el dogma? Pues que lo paga con el dinero de todos, que es inconstitucional, que no resuelve el problema de las familias, que a buena hora, que el Partido Popular iba a dar más, que es hipócrita, que es demagógica, que es electoralista, que es oportunista, que no se aviene con una política de destrucción de la familia que mantiene el Gobierno… Y es que claro, cuando hace o dice algo el presidente, hay que aplicar el dogma. No puede estar en lo cierto, no puede ni querer ni hacer el bien. Hay que explicarlo como sea.
Se puede pensar que el presidente se equivoca en las estrategias (claro que se equivoca, ¿cómo no?, ¿alguien no?), pero hombre, decir que lo que pretende es destruir al país, someterse a los terroristas, desmembrar el Estado, arruinar la economía, dividir a los españoles, eliminar a la oposición, hacer daño a los ciudadanos, indoctrinar a los niños y a los jóvenes, pervertir las conciencias…. resulta poco creíble. Y esta crítica adversa la hacen no una vez de forma aislada. No muchas veces, de forma persistente. Sino siempre, a todas las horas, en cada lugar y circunstancia.
¿No es cierto que hay que tachar de sectario a quien así actúa, a quien así argumenta? Crear, creer y engordar el dogma de la falibilidad presidencial es una mala contribución a la democracia.
¿Qué piensan las personas que así hablan de quienes votan, apoyan o simpatiza con el Gobierno o con el partido que lo sostiene? Piensan que están locos o que son imbéciles o rematadamente malos. O todo junto a la vez. No se dan cuenta de que ese sentido de la propiedad del bien pensar y del bien hacer es un distintivo fascista. Crean el mal y, luego, ellos que son el bien, con toda lógica y mérito lo destruyen. Los buenos.
Esa línea divisoria que tan nítidamente trazan entre el bien y el mal, esa actitud maniquea que coloca a los otros en el error y en la maldad, es el principio básico del nazismo. Nada más alejado de la democracia, nada más alejado de la convivencia.
Me preocupa también el odio que rezuman estas personas que constantemente insultan, descalifican, desprecian se burlan y condenan. Porque no obedecen sólo a un análisis torpe sino a una actitud despectiva y violenta.
Me he preguntado muchas veces qué es lo que mueve a esas personas a mantener de una forma tan visceral y continuada una actitud tan hostil. No puede ser la bondad, claro está. Tampoco la inteligencia, porque es de todo punto imposible que una persona de muestras permanentes de maldad y de error. Y he concluido que es el odio. Un odio que obnubila la mente y ciega el corazón.
Carlos Gurméndez explica que «el odio es una pasión activa quemante, destructora y que arde en nuestro interior como una llama que sólo se apaga destruyendo al otro, mi enemigo…».
El odio está generado por cuatro motivos: El primero es la alteridad: El otro, antes de ser persona es objeto, algo que está frente a mí, en concurrencia conmigo. El segundo es la posesión: el otro posee algo que yo no poseo y por ello le envidio, deseo vengarme, le odio. El tercero es la autoridad: en las relaciones de supra y subordinación propias del mundo del trabajo o la política es la pasión reactiva de los subordinados ante los superiores. La cuarta es el resentimiento: el odio es la fuente de los más atroces actos de venganza.
Esa antipatía violenta no es fruto de la lógica sino de la impiedad. Creo, con Alphonse Daudet, que «el odio es la furia de los débiles». Con su pan se lo coman.
soy de Argentina y sòlo quiero decirle que sus pàginas me parecen muy lindas, reales, optimistas, etc. espero en algùn momento un mail suyo. pronto voy a recibirme de Profesora en Fìsica y sus textos me son de gran ayuda. saludos, Eliana
No sé como será de bueno tu presidente. Pero si yo fuera él, llamaría para darte las gracias por tu cordial e inteligente apoyo. Y no te olvides que en política siempre molesta más cuando se hacen cosas buenas y por derecha…
!Que disfrutes la democracia y que en tu país no sea una utopía como lo es en muchas partes del planeta!
Entonces por contra, todo lo hace está bien por ser presidente de izquierdas y progresista.
Este está puesto para hacer las cosas bien y algunas las hace o bastantes pero si pones en una balanza lo bueno y lo malo, aunque lo bueno pesase más no es suficiente si lo malo pesa mucho.
Por definición tiene que hacerlo bien y si no sabe que se pire y que se ponga otro de izquierdas y progresistas. Los experimentos con ETA, memoria historica y abuelos, unidad de españa y lo que es mas importante de los españoles que simplemente quieren un buen estado del bienestar sin pensar donde viven o donde han nacido, no se hacen ni con gaseosa.
Que se paguen las pensiones y que se hagan carreteras es su obligación, le aplaudo por ello?
A mi todavía no me han aplaudido por hacer lo que debo y si me dan collejas cuando no lo hago.
En fin, lo de este tío no cuela y juzgo hechos no a la piltrafa de persona.
Vena política, un saludo
Primero darle las gracias por sus páginas porque me gustan mucho.
Yo voy a ir a la raíz del problema tal y como lo entiendo yo.
Creo sinceramente que poner consenso en una casa, en una familia, con los amigos, con compañeros … Es una tarea muy complicada.
Por eso no comprendo esa tendencia de apoyar a presidentes de un lado u otro. Cuando quizás lo díficil es apoyar a los cercanos en sus ideas, no digo defenderlos, sino apoyar, no llego a comprender las pasiones que levanta la política. Me gustaría saber si quienes defienden a sus políticos con tanto ahínco serían capaces de apoyar con tanta energía a los suyos, y si así es bienvenido sea…
Yo solo quiero para mi un buen presidente, que si lo fuese no tendría que ser de derechas ni de izquierdas, alguien que defendiese la familia, impulsase la industria, investigación, la cultura….
Alguien que dijese que los Nacionalismos no son señas de identidad sino de exclusión hacia los demás. Que la base de todo es el diálogo y la verdad… y tantas bonitas cosas en las que nadie cree que al final se comprende.
Creemos grupos y luchemos por defender nuestros ideales, el ideal de izquierdas o de derechas que a buen seguro es el que tiene tu vecino de partido, y confiemos la suerte a una idea y no a las personas. Así no conseguiremos nada…
Otra vez, gracias por este espacio
Estimado Miguel Angel Santos Guerra: soy lectora de sus libros y de su blog, a demás de ser estudiante de Licenciatura en Gestión Educativa de la Universidad Católica Argentina, Regional Paraná (ciudad que Ud. visitó hace poco). Me encuentro haciendo mi tesis de licenciatura. Me atrevo, por este medio, si es posible contactarme con Usted por mail para hecerle una entrevista sobre autoevaluación institucional (un breve cuestionario, o la modalidad que Ud. prefiera, si accede a ella).
Le agradezco desde ya su atención y le pido disculpas por mi intromisión (no sé de qué otra forma contactarlo).
Saludos Miguel Ángel.
Si te soy sincero, he echado un ojo a tu página gracias a un alumno suyo, el cual es amigo mío, y me gustaría expresarle que denota sabiduría.
Pero creo que no eres un crítico objetivo. Pues no analizas el verdadero porqué, sino que llegas directamente al fascismo: palabras graves. Para serte sincero, estamos en una etapa tirante para la política española, donde nos estamos extremando como antes de la Guerra Civil – una desgracia-. Aún así, la falibilidad que usted doctrina, creo que viene por un antipsoe o antizapatero, donde se encuentran personas que no son del Pp.
Es cierto que es una desgracia, pero, sinceramente, creo que deberíamos de empezar de enseñar a hacer política y hablar de política. Pero con el bajo índice cultural que tenemos… ¿ Qué esperamos?
Mas no te preocupes – o sea, sí preocúpate y haz todo lo que puedas hacer, que yo también lo haré- pues una de mis metas es mejorar España, Europa y el Mundo. Meta utópica que puede que se desvanezca tras superar la adolescencia, pero dúdolo.
Un abrazo virtual de un futuro proyecto de estudiante de ciencias política idealista.
Bueno, me llamo Antonella y soy de Argentina… llegué a su página por mi mamá, yo estoy en España y me contaba que fue a un curso de usted y que le gustó mucho. A mí en lo personal me gustó mucho la forma de escribir que tiene… me gustaría recibir un mail suyo si es posible… Le deseo lo mejor y un saludo.
Atentamente, Antonella.
En el día de la fecha, sábado 15 de septiembre, hemos tenido el honor y el gran placer de recibir en nuestra humilde ciudad de Concordia, provincia de Entre Ríos (Argentina), al Dr. Miguel Ángel Santos Guerra!!!!
Si tuviera que reproducir en mi mente una escena de su conferencia sería, sin duda alguna, la del teatro Odeón repleta de personas expectantes imbuidas en un halo de silencio y concentración, disfrutando de imágenes, cuentos, chistes y planteamientos educativos profundos preparados por nuestro querido amigo, el Dr. Miguel Ángel Santos Guerra para todos nosotros!!!
Hoy el Dr. nos hizo a todos más felices!!! ¿Quién se atreverá a negarlo? Compartir lo aprendido con los otros es propio de los sabios que aman a la humanidad y dedican su vida entera a pensar y hacer algo que valga la pena, que colabore en algo a mejorar y perfeccionar la condición humana en este mundo…
GRACIAS al Dr. Miguel Ángel Santos Guerra!!! Por brindarse con humildad y hacer posible la magia de la comprensión entre personas, la cual se concretó a través de miradas, gestos y palabras alentadoras.
Particularmente le envío desde aquí un saludo especial, mientras Ud. viaja seguramente rumbo “Norte”, “Norte del Corazón”!!!
También le dejo pegado aquí un beso, y no hace falta decir más nada… nos hechizó con su presencia… Vuelva Ud. pronto!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Con mucho cariño: Mariana Chamorro, directora del área de planeamiento educativo de AS.E.E.R. (Asociación de Educadores de Entre Ríos)
P.D.: Y a nuestro presidente (de la Asociación), Fernando García, le decimos (y yo personalmente) GRACIAS por esta oportunidad!!!!