El derecho a la ternura

5 Mar

campo.jpg Estamos acostumbrados a reivindicar y opinar sobre los grandes derechos de la vida pública: libertad, trabajo, vivienda, educación, sufragio, sanidad… Pero no hablamos casi nunca de los derechos de la vida cotidiana que están confinados a la esfera íntima. Derechos no menos importantes, no menos necesarios. A esta categoría de derechos relegados, casi vergonzantes, pertenece el derecho a la ternura. Ahora bien, lo privado, constituido por las rutinas de la vida cotidiana, impregnado en las dinámicas del afecto, es precisamente el espacio donde se desarrolla lo público y donde se manifiesta la ternura.
Todo está ordenado para que sólo lo público sea objeto de consideración y de valía. Lo demás son cuestiones menores, sin gran relevancia para la vida. Lo privado está condenado al anonimato cuando no al olvido. Relegada a la esfera de lo privado, la ternura nunca aparecerá en la esfera pública. O lo hará de forma vergonzante. “Perdón por la debilidad”, decimos cuando nos emocionamos en público.
Sería sorprendente ver a los señores parlamentarios discutiendo en el Congreso sobre la naturaleza y la necesidad de la ternura, elaborando un sesudo articulado sobre el derecho de todo ser humano a disfrutar de ella y promulgando luego una ley que garantizase ese derecho. Parece más lógico verlos preocupados por la alta política internacional y por las esenciales peculiaridades de la macroeconomía.
No creo que el derecho a la ternura sea un don generoso de gobernantes magnánimos, sino una respuesta a una necesidad imperiosa de los individuos. No me refiero sólo a los niños y a las niñas (a quienes por supuesto y en primerísimo lugar me refiero) sino a todos los seres humanos, incluidos los sapientísimos y poderosísimos varones que nos bendicen y gobiernan.
Algunos obstáculos dificultan el desarrollo de este derecho. El primero es nuestra concepción del mundo como un campo de batalla. El guerrero piensa en la conquista, en el poder, en la victoria, en la lucha, en la destrucción. La caricia será, en todo caso, una recompensa o un consuelo posterior. Nos hemos acostumbrado a que los personajes que triunfan en el ámbito público sacrifiquen el mundo de los afectos en aras de un triunfo que exige dureza y agresividad. El segundo obstáculo es la separación radical que se ha hecho entre lo cognitivo y lo afectivo. Esa separación radical es muestra clara de nuestro analfabetismo afectivo. Afortunadamente, cada vez estamos viendo de forma más clara que lo típicamente humano, lo verdaderamente humano es la afectividad. Las máquinas pueden llegar a ser más inteligentes, pero nunca tendrán la capacidad de expresar afecto y ternura. El tercero es la estrategia educativa que nos ha alejado a los varones de los valores más ricos de la sensibilidad. “Los niños no lloran”, se nos decía casi con violencia.
Dice Luis Carlos Restrepo en su pequeño y a la vez apasionante libro ‘El derecho a la ternura’: “Las aulas, tan propicias a la formulación de una verdad abstracta y metafísica, no parecen serlo al tema de la ternura. Los profesores, como se decía del gran Charcot, actúan como auténticos mariscales de campo, sea al momento de enunciar su verdad o cuando se aprestan a calificar el aprendizaje”.
La reflexión sobre la ternura nos pone de bruces ante el tremendo problema del maltrato, de la intolerancia, de la violencia y del odio tan extendidos en nuestra sociedad. Hemos sido educados para la competitividad, para la lucha, para la defensa, no para la ternura.
La educación para la ternura exige la revalorización del mundo afectivo. Y exige también el desarrollo de estrategias que permitan dar y recibir ternura. Cuenta Enrique Mariscal en su libro ‘Cuentos para regalar a las personas que no leen’ que un anciano llega a una consulta médica para curarse una herida. Tiene mucha prisa. Mientras el médico le asiste le pregunta cuáles son las razones de su urgencia. El anciano cuenta que tiene que ir a una residencia de ancianos para desayunar con su mujer. Ella padece Alzheimer. El médico le pregunta si ella se alarmaría si no llegara.
–No, doctor, ella no sabe quién soy, pero yo sé muy bien quién es ella. Siempre disfrutó de que le leyera cuentos y poesías en el desayuno.
Necesitamos ser acariciados para crecer. Los franceses tienen una simpática y significativa expresión para designar a las personas ásperas, hostiles, torpes en la relación social. Los llaman ‘osos mal lamidos’. Necesitamos también acariciar. La caricia no ‘agarra’. El poder. sí. El poder sujeta, inmoviliza. La caricia libera. Dice Jean Paul Sartre: “La caricia no es un simple roce de epidermis; es, en el mejor de los sentidos, creación compartida, producción, hechura”.
Dice Restrepo en la obra anteriormente citada: “La caricia es una mano revestida de paciencia que toca sin herir y suelta para permitir la movilidad del ser con quien estamos en contacto”. Es imposible acariciar a otra persona sin estar, a la vez, acariciándonos. Somos tiernos con los otros cuando lo somos con nosotros mismos.
Hemos de ser tiernos con las personas, con los animales, con las cosas, con el mundo. La ternura sólo es posible en el marco del respeto a los otros. No se puede acariciar a la fuerza. El niño quiere tanto al pollito que lo mete con él en la cama hasta asfixiarlo.
“Ser tierno es afirmarse como un insurgente civil que ante la violencia cotidiana dice tajante como los gatos: ¡No!”, dice Restrepo, que elige al gato como el mejor símbolo para hablar de la ternura. Cuando le acaricias se queda quieto, pero cuando le atacas saca las uñas y las emplea con fuerza casi salvaje.
Hemos de abandonar la lógica y la estrategia de la guerra, hemos de practicar la ternura familiar, escolar, social, laboral. Porque así podremos ser y hacernos más felices.
Apena el mundo sin ternura. Cuenta Eduardo Galeano esta hermosa historia en su libro ‘Bocas del tiempo’: “Cuando Mariana Mactas cumplió seis años, algún vecino de Calella de la Costa le regaló un pollito azul (…). Mariana lo bautizó con el nombre de Pérez. Fueron amigos. Pasaban horas charlando en la terraza, mientras Pérez caminaba picoteando migas de pan. Poco duró el pollito. Y cuando llegó a su fin esa breve vida azul, Mariana se sentó en el piso, como para no levantarse nunca. Con la vista clavada en una baldosa, comprobó:
–Apena el mundo sin Pérez.

43 respuestas a «El derecho a la ternura»

  1. hola esta es una version interesante de lo que los seres humanos hemos hecho de nuestras vidas con respecto a nuestro amor propio y amor a los demas quienes merecen un minimo de respecto y afectividad de nuestra parte por que finalmente todos tenemos el derescho de experimentar emociones como la ternura que encierrade muchas maneras la forma en que hacemos las cosas y en como las vivimos y en si estamos realmente dispuestos a vivir en medio de la violencia siendo egoistas y dañando nuestro entorno con nuestras torpezas solo por la cultura en que vivimos.

  2. SABES NUNCA HE LEIDO ALGO TAN BONITO COMO ESTO ME PARECE SUPER QUE LINDO CREO QUE TODAS LAS PERSONAS TENEMOS QUE PONER EN PRACTICA LO QUE ES EL AMOR Y LA TERNURA ME GUSTO TU LECTURA CUIDATE BESOS………….

  3. buenas tardes porfavor quisiera que me enviaran a mi correo el resumen del libro el derecho a la ternura si pueden lo mas antes posible……les agradeseria…… att nieves ospina

  4. llevo meses detrás de ese libro y no lo encuentro.me gustaría tanto leerlo. me habló de él una mujer de barcelona que tiene una asociación llamada al-hanan(la ternura). muchas gracias por tu texto corroborando una vez más mi asignatura pendiente. ¿existe algún máster o postgraduado en ‘excelencia en afectos y ternuras’?. la falta que nos hace, a mí la primera.¡necesito y quiero aprender!.
    puentes de ternura para tí.

  5. hola miguel angel
    donde estas tu? yo estoy en madrid. estoy trabajando sobre este libro de restrepo intentando ver cómo puedo aplicar su pensamiento., que me entusiasma y fascina, a mi trabajo de profesora de historia del arte. no es facil porque yo trabajo precisamente con la vista, y no con el tacto, el gusto o el olfato.no es facil, hay muchas reticencias ylos cuadros no se pueden tocar en los museos…. el comentario sobre el arte es siempre intelectual y yo intento llegar a el por la emocion.
    el libro está agotado, descatalogado, yo tengo una copia. a lo mejor en internet…

  6. este libro le demuestra a los hombrex que llorar no es solo de mujeres y que ellos tambien sienten, solo tengo 16 años y me agrada entnder que muchos pueden cambiar su forma de vida, demostrando que en realidad se ama y poder vivir en realidad su derecho a la ternura.

  7. es muy interesante pero se relaciona mucho con la politica y que jartera .
    la ternura es algo que va en cada quien y que si es necesario se debe transmitir alos que se sienten solos…………
    los quiero

  8. Un artículo excelente, contribuye mucho a la humanización en todos los ambientes, haciéndonos caer en cuenta de que, a la larga, lo único que nos configura y da consistencia es el amor y la ternura. ¡GRACIAS!

  9. es muy importante mantener el principio del amor por nuestros projimos, por la ternura y otras expresiones de amor deben prebalecer y aqui lo plasma con excelente sutileza, bien por esa

  10. Es siempre un placer leer lo que escribes. Yo, ahora estoy investigando sobre la pedagogía de la ternura, es un tema muy interesante, aunque parece ser que poco trabajado y difundido. Os recomieno este libro: «Aprender la condicion humana. Ensayo sobre pedagogía de la ternura» de Alejandro Cussianovich. Toda una leccion de pedagogia

  11. muy interesante,La mayoría de las personas tienen en mente que la ternura es no mas sin no un afecto que se le da a la otra persona u objeto.
    Este libro el derecho a la ternura nos enseña que no solo es eso si no q también es una reflexión que embarca los sentimientos de una persona a otra al relacionarse con las demás personas entre ellas el amor o la expresión del amor.
    Nos habla de cómo el hombre expresa sus sentimientos a las demás personas .el libro hace del afecto un derecho, algo fundamental del hombre y algo que se vive todos los días al relacionarse.
    La ternura ayuda ha cambiar la conciencia del hombre. El libro nos invita ha reflexionar sobre nuestros comportamientos y nos hace caer en cuenta que los seres humanos hemos hecho de nuestras vidas como si estuviera comprada. Creo que todos debemos empezar a valorar los sentimientos de los demás y los nuestros . la ternura es algo muy significativo en el ser humano. Debemos poner en practica la ternura. este libro le demuestra a los hombres que llorar no es solo de mujeres y que ellos también sienten, pude comprender que muchos pueden cambiar su forma de vida, demostrando que en realidad se ama y los pueden amar y pueden vivir en realidad su derecho a la ternura.

  12. Donde todos los colombianos leyeranos este libro y lo pusieramos en practica, no existiera la «guerra» en que estamos.
    une tu vos al cambio.
    recomiendale este libro aun amigo

  13. la verdad lei el libro para un trabajo en la universidad. pero me parecio interesante y es verdad la sociedad esta llena de vacios sin valores y sin respeto hacia nadie y eso es algo que debemos rescatar..

  14. el libro esta muy bien escrito,estoy de acurdo con lo escrito es un libro muy bueno y ayuda a las personas a cambiar su actitud y muchas felicitaciones a luis carlos restrepo.y si alguien tiene el resumen del libro derecho a la ternura por favor enviarmelo se lo boy a agradeser de todo corazon

  15. QUE FANTASTICA ESTA POSIBILIDAD…SOY DE ARGENTINA Y HACE CINCO AÑOS QUE PIDO EN TODA LIBRERIA Y NO ME LO CONSIGUEN….QUISIERA UN RESUMEN…PUEDE SER???…….DESDE YA MUCHAS GRACIAS……..SALUDOS DESDE TIERRA DEL FUEGO

  16. ¡Hola! me encantó el tema es muy aplicable a nuestra vida, porque actualmente nos preocupamos de tantas cosas y descuidamos lo que realmente es importante para el logro de nuestra calidad de vida.

    deseo tener el resumen del libro EL DERECHO A LA TERNURA; si esposible enviarmelo al correo se lo agredecere un beso desde Viterbo Caldas.
    Mil gracias

  17. Heya Everyone Im New, Iv been looking around this forum for about a few weeks as a guest. I found it useful and it has helped out allot. I hope to hang around for a while and contribute.

    Many Thanks.

  18. LA TERNURA ES EL LEGITIMO DERECHO NATURAL CONQUE NOS DOTA EL ESPIRITU DE DIOS, HOY EN DIA ESTE CADUCO SISTEMA QUE ESTA AL BORDE DEL COLAPSO HA QUERIDO CASTRAR A LOS SERES HUMANOS DE SU CONDICION AFECTIVA VOLVIENDOLOS OBJETOS Y SUJETOS PLANOS Y PSICORIGIDOS SIN POSIBILIDADES SOCIALES POR FUERA DE TODA DINAMICA PSICOAFECTIVA.

  19. NO DE VERAS ESE LIBRO ES DE LO MAXIMO PERO MAS MAXIMO SERIA QUE LA GENTE QUE ENTRARA A INTERNET LO PRMERO QUE HICIERA FUERA LEER TODAS NUESTRAS OPINIONES Y DESEOS DE LA GENTE QUE LE GUSTA ESTE LIBRO Y PARA LUIS CARLOS RESTREPO QUE OJALA SAQUE TODO EL LIBRO POR INTERNET BESOOOOSSSS Y MUCHOS EXITOSSSSS JEJEJEJEJJEEJE
    SIGUE CON LIBROS COMO ESTE Y DAME UNA PAGINA DONDE PUEDA ENTRAR Y LEER COMPLETO EL LIBRO POR CAPITULOSSSSSSSS

  20. Creo que el mundo, sí necesita de afecto, entre esposos, entre padres, entre padres e hijos, entre hermanos, etc, es una necesidad que siempre esta alli, latente, esperando, pero lo que es mas importante es el dar afecto, porque esto es así, si es que lo damos lo recibimos.

  21. les invito a hacer brotar la ternura en su corazón abriendo la pagina de http.//bancoafectivo.jimdo.com y haciendo el ejercicio 1 que aparece allí. Exitos! Si lo logran hacer todos los días aunque sea una página serán felices.

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