Frases hechas

11 Nov

Que cada uno diga lo que se le venga a la cabeza, todo va a valer: que si cuestión de tiempo, que si así se pone al equipo en su sitio, que si las aspiraciones terminan siendo las que son… en fin, nada nuevo. Tras una racha magnífica, llegan las derrotas, quizá lo peor es que lleguen a pares, que tengamos que contar en la misma semana perder en Moscú y en Badalona, pero es lo que tiene esto de las competiciones dobles, y tras caer el jueves, se cayó el domingo.

En ambos partidos veo cierto paralelismo y para mi opinión va más allá de las lesiones que el equipo ya ha empezado a sufrir, si en el horizonte la figura de Carlos Suárez parece que regresa, las ausencias de Stefan Markovic y Jon Stefansson no son buenas noticias, la vuelta del balcánico está más cercana y clara que la del escandinavo, además estimo más necesario que el subcampeón mundial vuelva pronto al equipo ya que Jayson Granger lo echa de menos, aunque creo que Morayo Soulade no ha desentonado en exceso con el primer equipo. La vuelta del escolta islandés vendrá bien porque completará la rotación exterior además de darle mayor variedad a los recursos a disposición del entrenador y dar más profundidad al banquillo cajista.

Tanto en el partido del CSKA como el del FIATC Joventut, el Unicaja fue a remolque durante muchos minutos del encuentro, especialmente en el primero, ante una de las grandes potencias del continente, creo que el momento era ideal para tirar la toalla y dejar la faena para otro día, pero no fue así, aunque la superioridad de los jugadores de Dimitris Itoudis terminó haciéndose patente en el marcador, la buena noticia que ofreció el grupo de Joan Plaza fue que demostró que luchar hasta el final es más una realidad que una frase hecha de las que se manejan con tanta asiduidad en nuestro deporte.

Lo que pudimos ver en el Palau Olimpic tuvo otro guión pero no fue tampoco sorpresa, aunque ya quisieran en Badalona tener el treinta por ciento del presupuesto de los rusos, el arranque del partido en cuanto al acierto en el triple fue digno de videoconsola, entonces, el equipo malagueño sí tuvo la paciencia y la seriedad necesaria para no perder la cabeza y entregar el encuentro pronto, es más, para mi gusto, el fue bastante serio y demostró que el nivel de compromiso y pelea que exhibe este plantel de momento no puede ponerse en duda. Lo que también saco en claro, pero en exclusiva de este último día, es que regalando estadísticamente el partido no quiere decir que vayas a perder siempre, pero entre la sangría del rebote (40-23 para los locales, con 23 de ellos en el aro del Unicaja) y la diferencia de tiros de campo intentados (74 por 50), es prácticamente imposible ganar, aunque el 50% en tiros de tres lo firmaba para siempre hasta el más exigente de los entrenadores.

Como ha pasado otras veces, habrá quien haya mudado el uniforme de euforia total y desmedida pasando al apartado de “ya estamos otra vez…” pero al igual que me gustaba el equipo antes, me gusta también ahora, quisiera que los lesionados puedan integrarse en breve en la dinámica del equipo para seguir creciendo y enriqueciendo el trabajo que se estaba haciendo, pero entiendo que no va a ser fácil, ni los contrarios precisamente van a ayudar, empezando por los más inmediatos, además junto con la duda lógica que generan los estados de forma de Markovic o Suárez que aparezcan en el futuro más inmediato un Maccabi que ha de reencontrarse y un Iberostar Tenerife que, una vez metido en zona de playoff no querrá cederla a la primera de cambio.

La temporada es complicada, difícil de llevar y con multitud de problemas que solventar, y como el día va de frases hechas, podría poner eso de “nadie dijo que iba a ser fácil”, pero así creo que será mucho más divertido recorrer el camino para llegar al objetivo por el que se pelea.

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