Una pequeña dosis de orgullo

4 Nov
Me parece magnífico, incluso recomendable, quedarse con la imagen de 
la tabla de la Liga ACB, también con la del grupo de la Euroliga del 
Unicaja. Mucho más cuando hago memoria y recuerdo los momentos tan 
oscuros que se han vivido en Málaga. El túnel se nos ha hecho tan 
largo, que en muchos momentos se ha pensado que volver a ciertos 
lugares de gloria era algo impensable.
El resumen de lo que llevamos de temporada puede ser todo lo 
triunfalista que queramos. Pregonar por ahí que no hay quien pare a 
los chicos de verde y creernos que lo que llevamos visto no es más que 
el principio de algo que va a ser perpetuo desde octubre a junio. Pero 
no va a ser necesario que se haga una llamada a la sensatez y a la 
prudencia.
Honestamente, no lo creo así, sobre todo porque ya somos mayores. La 
gente que sigue al equipo no va a dejarse llevar por la euforia que 
significa no conocer la derrota tras ocho partidos entre ACB y 
Euroliga. Incluso no veo necesario recurrir a las típicas frases de 
entrenador, ésas que sabemos de memoria sobre la dificultad del 
contrario, la necesidad del respeto de las lesiones y la problemática 
que resulta el calendario y alternar las dos competiciones más 
difíciles fuera de la NBA.
De hecho, me gusta que Joan Plaza transmita ambición, pasión y orgullo 
por este equipo y su trabajo actual… y futuro. Yo entiendo que el 
nivel de juego actual da para estar arriba tras jugar frente a los 
rivales a los cuales Unicaja ha derrotado, pero ni mucho menos es el 
que ha de mostrar el equipo para hacer frente a todas las 
complicaciones que van a ponerse por delante. Pero de momento, hay que 
estar más que contentos con lo que llevamos visto y pensar que la 
senda que está recorriéndose es la adecuada para estar arriba.
Es ley de la competición que lleguen las derrotas. Cuestión de tiempo. 
Pero puestos a aplazar algo, pediría que las lesiones se alejaran. 
Tener a Carlos Suárez prácticamente inédito, a Jon Stefansson varado y 
a Stefan Markovic en el filo de la navaja no son buenas noticias. 
Aunque tener un discurso de ilusión por parte del entrenador, deseando 
que llegue el momento en el cual el equipo esté bien y completo para 
seguir demostrando lo que puede hacer, es la mejor campaña promocional 
que he visto últimamente.
El nivel que atisba el entrenador es el que deseamos ver y que tanta 
gente añora. Ahora que el calendario se pone cuesta arriba con 
partidos en Europa de los «clasicazos» (CSKA y Maccabi) y en ACB ante 
equipos complicados y que quieren recuperar sensaciones (FIATC 
Joventut, Iberostar Tenerife y Valencia Básket), alguien puede 
sentenciar diciendo que el mes de noviembre mostrará la realidad del 
equipo o simplemente servirá para poner las cosas en su sitio.
¿Qué hacemos? Disfrutar y estar orgullosos de todo esto en la parte 
que nos toque. Si alguien se siente llamado a echar una mano, se me 
ocurre que puede seguir poblando la grada del Palacio de los Deportes 
y de camino hablarlo con los amigos para que aquellos que dejaron en 
su día de acudir vuelvan a la que es su casa. Porque al fin y al cabo, 
creo que tengo que ir mucho tiempo atrás para imaginar un grupo tan 
convencido de lo correcto de su trabajo como el que estoy viendo bajo 
el mando de Joan Plaza. Sobre todo entiendo que es para estar 
orgulloso, sacar pecho de lo que se está haciendo y de lo que se hizo 
en su momento, aunque también recuerdo que había unos estandartes en 
el techo del pabellón que honraban los éxitos pretéritos y que se 
quitaron para limpiarlos. Lo mismo ya ha dado tiempo a ello... ¿No?
Un convencimiento que tengo es que gran parte de la gente que formamos 
parte de la masa social del Unicaja no somos en ningún modo 
advenedizos o recién llegados, y que ya somos lo suficientemente 
mayores para pensar que lo mejor está por llegar. ¿Cómo cuantificar 
eso y determinar el horizonte del equipo? Creo que la competición 
pondrá a cada uno en su lugar y ya podremos hablar de objetivos, pero 
de momento, lo que se vive ahora en Málaga, hay que disfrutarlo. 
Porque además mucha gente lo merece.

Una respuesta a «Una pequeña dosis de orgullo»

  1. Ya era hora de que disfrutaramos en lo mas alto, despues de lo de canal sur, da gusto ver la clasificacion y reirse un poco de los palanganas, no deben de estar pasandolo bien ahi abajo, y los trabajadores de canal sur protestando porque las noticias de baloncesto no existen, jajajajajaja, que duro es intentar engañar al pobre y al final no conseguirlo, es lo que hay sevillanos, disfrutemos por lo menos hasta el domingo este liderato acb, para disfrute y para cabreo de canal sur y los palanganas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *