Formas cuadrangulares, marcadas en negro, y trazos verticales rojizos, como de dedos de una mano. Están en una de las paredes próximas a la zona de Noctiluca. En líneas muy generales, se ajustan a lo que en un reciente estudio se razona sobre los más antiguos signos dejados por el ser humano a lo largo de la historia, ya sea en piedras sueltas, o en paredes de cavernas o en altas cortaduras de montañas de difícil acceso. En anterior ocasión ya se ha comentado ( en parte ) estos trazos, pinturas, marcas retocadas en negro desde hace siglos…, y ahora volvemos a ellas de nuevo. La razón no es ni obvia, ni inútil : se trata de una razón que se basta a sí misma : la razón, simplemente, es razonable; si me permiten la evidente reiteración. Me explico :
Hay cosas en las paredes de las cavernas que parecen ser poco o casi nada importantes : porque no son bisontes, ni son figuras zoomorfas, porque no son, en definitiva, «llamativas» para nuestra mentalidad. Sin embargo, ¿Y si ante esos dedos marcados en rojo junto a una serie ( al menos hay dos, claramente ) de figuras cuadrangulares lo que en realidad estamos viendo es un intento ( : de marcar o «decir» algo) de un hombre muy anterior en el tiempo a nosotros, ya fuera un homo sapiens-sapiens, (denominación que no me gusta, pero con la que se entienden más números de «especialistas»), o un homo neandertalensis ( que por cierto, era también sapiens ), entonces, qué? ¿Ese inicial y muy primer porto-texto comunicativo e un ser inteligente, pariente lejano nuestro, es algo sin interés? Conque repito : ¿entonces, qué?
Pues nada : entonces resulta que estamos ante uno de los más antiguos métodos usados por el hombre de las cavernas para marcar dos cosas : su mano, y que él, el que con su mano «firmaba» en la pared de la caverna, identificaba un signo que, además, o bien él mismo lo había remarcado con carboncillo, o bien lo había marcado otro hombre anterior a él, y ahora su tarea era simplemente dar constancia de que «tomaba nota» ( firmando con sus dedos ) del hecho. Esto, por lo pronto, como mínimo. Este hecho, que aventuro y que me atrevo a pensar como algo posible, ¿carece de importancia? No, desde luego : son «formas» en otros «tiempos».
Es más : hay en esta Cueva una gran cantidad de «rastros» (vamos a llamarlos así) que tienen carácter humano, que casi pasan desapercibidos, y que en absoluto carecen de importancia. Todo lo contrario : son de tal importancia que puede que nos retrotraigan a períodos de tiempo donde el que habitaba y dejaba marcas en esta cueva no era – «aún»- el homo sapiens ( : al que antes llamamos sapiens – sapiens ), sino su antecesor, el homo neanderthalensis, también sapiens, como se dijo y es cosa aceptada por la comunidad científica que los estudia. Lo que ocurre es que, como más adelante trataré de razonar, estamos ante un hecho que siempre nos va a condicionar : estamos ante el universo de las formas, y el ámbito de los tiempos. Ante las formas, ante los tiempos. Y eso, desde luego tiene un precio.
¿Que cuál es el precio de los tiempos y de las formas? Por lo pronto, este : si no se ajustan a las mentalidades predominantes, ni las formas llegan a ser valoradas ( a veces, ni siquiera reconocidas) ni los tiempos son considerados como se debiera. ¿Y cómo se debiera considerar a los tiempos? Por lo pronto, como «algo» que al precedernos, nos puso en el mundo, llegado el momento. Sin el tiempo de nuestro tatarabuelos, nosotros no estaríamos hoy aquí, por lo tanto, «su tiempo» debe ser respetado al menos tanto como el nuestro.
Sin el tiempo de los dinosaurios es muy posible que no existieran las aves, como no hace mucho se ha demostrado científicamente : Thomas Sakmar, de la Rockefeller University, director de un equipo científico, avanzó en esa dirección y sobre lograr descubrir que muchas aves lograron eludir la gran extinción de hace más de 65 millones de años, la de los dinosaurios, supimos que estos seres que nos precedieron en el dominio del planeta veían en color, detalle que puede parecer insignificante ahora, pero que «para ellos» sin duda no lo fue.
Los tiempos están asociados, por las razones que fueren, a determinadas formas : formas de concebir la vida, por ejemplo. Cada tiempo tiene su correlato formal, si correspondencia con tales o cuales formas, y eso es algo que tal vez tenga que ver con el modo como la Materia y el Tiempo se entrelazan y relacionan entre sí. Pero en fin, esto nos lleva mucho más allá de adonde se quería llegar, conque otro día, en otro texto, seguiremos razonando cosas que nos puedan dar pistas de lo que vemos y captamos en nuestro «mirar el mundo del pasado» cuando miramos con atención qué hay en las Cuevas que fueron habitadas hace miles de años.
En posterior comentario daré el link que permita al lector informarse acerca de las investigaciones de Thomas Sakmar sobre las relaciones entre aves y dinosaurios, y el modo como aquellas, las aves, lograron sobrevivir a la gran extinción que asoló este planeta, la Tierra, hace unos 65 millones de años.
Disculpe el lector los anacolutos que a veces se me escapan en el texto, una vez publicado. Por fortuna, el sentido de lo que se quiere decir, no queda oscurecido y se entiende, pero el anacoluto ( o «salto del texto» ) ahí queda. Y uno, que escribe, lo lamenta…, ya tarde. Ahora me estoy refiriendo al «salto de texto» de que soy único responsable, y está en el quinto párrafo del total de lo escrito hoy. Cuando digo : «¿Que cuál es el precio de los tiempos y las formas? …», cuando inicio ese 5º párrafo, no acabo la frase inicial. Su sentido queda claro : por lo que sigue, pero el anacoluto queda ahí : no como error de sintaxis, que no lo hay, sino como «salto» de una frase no acabada a otra que se inicia. En términos generales señalo mis propios errores cuando los detecto : por respeto al lector, y al texto mismo. Se me disculpe, pido.
Dejemos ahora los asuntos gramaticales y las a-gramaticalidades y vámonos a lo que importa : ¿está esta hermosa gruta o cueva o caverna suficientemente estudiada? No. Hay loables estudios, pero faltan aún muchos más : de ahí, entre otras cosas de no menor importancia, la urgencia de preservarla y cuidarla y tenerla a salvo de expolios y de actos vandálicos como puedan ser pintadas y arañones y raspaduras hechas por insensatos que no saben ni lo que están visitando ni el valor que tiene lo que ven ni el enorme daño que hacen.
Que las autoridaded tomen cartas en el asunto : es urgente.
Gracias.
Acabo de leer que en Cantabría han hallado pinturas en cuevas que son unos 20.000 años más antiguos que las de Altamira. Tendré que confirmar el dato, pero en principio no me extrañaría : de hecho creo que son muchas las ideas (y también muchas fechas) que irán cambiando con nuevos estudios y descubrimientos. Tiempo al tiempo.