Naves sin permiso oficial de vuelo. Un partido que ha perdido la brújula y un Maduro dictatorial abarcan titulares en España. Tal vez ser abducido sea una salida definitiva
Los servicios secretos españoles, que todo lo vigilan, acaban de desclasificar un informe sobre OVNIS en España. No asegura que haya vida inteligente que nos aceche, se limita a narrar hechos de avistamientos entre los años 1966 y 1993. No explica el porqué, aunque sí el dónde. Ni tampoco si ha habido más visiones de esos objetos voladores tras esa última fecha. La noticia, que no explica por qué se desvela ahora tal asunto, no ha podido escamotear los titulares importantes de estos días: el bochinche nacional del PSOE y la caída de la careta chavista de que en aquella tierra sudamericana del petróleo se ha declarado lo que era y es: una dictadura neo-posmoderna y castro-comunista. El lugar común de toda esta información es que son inquietantes. Que se paseen por los cielos españoles naves extraterrestres, que son lo que parecen, que el partido socialista esté buscando su rumbo perdido y que Maduro se haya quitado la tenue careta y rompa el frágil nudo democrático, que todavía mantenía atada a aquella pantomima de democracia son signos informativos que llaman a la reflexión.
Lo del PSOE está más que explicado. Un NO es NO que subsiste con el agravante de que ese camino les lleva a unas nuevas elecciones nacionales, cuyos vaticinios le dicen que se quedarían aún con menos diputados y que su adversario histórico, el PP, aumentaría y finalmente gobernaría. Por tanto un vericueto plagado de peligros. La abstención en el Congreso en esta semana crucial, será el otro camino posible, al parecer el único prudente. Para quitarle carga política a tal decisión, que nada gusta a las bases ni al ala del renunciado secretario general, hablan de una tangente: abstención controlada para escenificar que no se entregan en los brazos de la derecha eterna. No hay más, se salva el escollo, para que este país tenga un gobierno, aunque débil y con un futuro precario. Otra cosa será el PSOE tras la investidura de Mariano Rajoy, cuyo futuro político como presidente del gobierno se puede desde ahora calificar como de breve.
El gran dictador no es el título de una película en Venezuela. El que inició el bochinche murió prematuramente sin concluir con su misión. Dejó al único aceptado por el centro de la inteligencia de todo el tinglado, que está en la Cuba de los hermanos Castro. Maduro, como se le conoce en la prensa mundial, fue el elegido, pues era y es nuestro ‘hombre en La Habana’. Formado a conciencia para este plan castrista, Maduro es el fiel guardián que toda revolución necesita. El proceso ha sido lento, más de lo que le hubiera gustado al hombre del chándal, que vigila desde su mecedora ya sin su Monte Cristo, que no humea desde hace tres décadas. Exploraban la vía democrática amañada, una dictablanda que les ha permitido adueñarse de todos los resortes de los poderes de la república, sin tener que entablar una guerra civil. La pasada semana, acorralados por la oposición que amenaza con conseguir el consenso legal para pedir el revocatorio del presidente Nicolás Maduro y conseguirlo, el régimen se ha quitado la tenue careta y lo ha prohibido, enseñando así los ávido dientes del poder absoluto, autoritario y antidemocrático, es decir una dictadura a todas luces. Se abre la puerta de los truenos. Venezuela está al borde de un enfrentamiento civil, si es que la oposición logra llamar al espíritu democrático a las Fuerzas Armadas, que hagan contrapeso a las que se llaman bolivarianas. Es un deseo firme que la sangre no tiña a esta nación tan querida en España. Mientras, las hordas chavistas asaltan el Parlamento.
Y además, los OVNIS españoles. Las teorías sobre esos avistamientos son tan poderosas para la imaginación de la soledad espacial, que desde que el cine norteamericano existe se han producido películas, series y documentales para la televisión, con el tema en cuestión. Los ‘close encounters’ ha sido motivo de Oscar. Si hay tantos volando por ahí, algo tendrá de cierto. Los papeles de los Expedientes X aseguran que son verdaderos y que están manejados por extraterrestes con sangre y músculos o por robot humanoides. ¿A qué se pasean por aquí? Ya algún cachondo hispano ha dicho que por España venían a copiar la receta de la paella, pero que se confundieron un poco al ver la variedad de ellas. Como quiera que sea ahora salta a la prensa este informe secreto de la Defensa de España y podemos dormir tranquilos, porque ninguno de esos objetos voladores aterrizó en el sitio patrio. Con los personajes que pululan por aquí, los honrados y los deshonestos, presos o no, los que reparten tortas a guardias civiles y a sus mujeres, y los ultras del fútbol europeo, ya tenemos suficiente.
En esta semana no se esperan nuevos OVNIS. Sí que concluya el gobierno en funciones y comience el nuevo funcionando con las manos atadas por el Congreso de los Diputados. También que el drama venezolano inicia el comienzo del final de su último acto: intentar frenar y desbancar a un presidente Maduro, cuyo mandato es eternizarse en el poder para mayor gloria del socialismo del Siglo XXI, un cadáver aún insepulto.