Desokupados

9 Oct

El dulce hogar de los okupas ha sido desocupado

Los Baños del Carmen están limpios. Algunos exokupas esperan en la orilla. Los vecinos escépticos temen lo peor. El concesionario no sabe, no contesta

Tras demasiados años de dejadez y de peloteo entre administraciones incapaces, alguien le puso el cascabel al gato de los okupas y decidió desalojarlos. Adecentaron, enladrillaron, recogieron cinco toneladas de basura y podaron eucaliptos. Una decena de okupas incombustibles han permanecido acampados en la arena playera, con la paciencia por escudo, pensando en asentarse de nuevo tan pronto despejen la zona operarios y municipales. ¿Dónde podrían encontrar un lugar tan apacible como este, con vistas a la bahía malagueña y, además, gratis total?
El Ayuntamiento de Málaga se desmarca de los 500.000 euros ofertados para adecentar el lugar. Pone en la mesa del concesionario –construcciones Vera–, que aporte ese dinero o el que haga falta para dejar el sitio apropiadamente para uso ciudadano, sin dejar de lado una conexión peatonal con el bulevar colindante con los Astilleros Nereo y la vigilancia. Pero eso, por ahora, es un deseo, no un acuerdo firme. Los vecinos, representados por Antonio Delgado, presidente de la Asociación de Pedregalejo, ven con ojos de escépticos el futuro inmediato del sitio. Han soportado demasiado tiempo a los okupas, sus peleas, sus incendios y el deterioro de un enclave que fue paradigma de la burguesía malagueña.
La ciudad ha tenido otros envites como que uno de los concejales más dinámicos del Ayuntamiento de Málaga renuncia voluntariamente, y por causas personales y familiares, a seguir en su sillón. Caso insólito en un país donde no es usual, ni en las peores pesadillas, dimitir, un verbo extinguido entre la clase política, por eso es noticia. Al mismo tiempo ha comenzado la carrera por ocupar el decanato del Colegio de Abogados de Málaga, una agrupación que reúne a los profesionales más solicitados por la prensa –sea la normalita o la del corazón–, pues están siempre vinculados a los casos de corrupción, asesinatos y demás delitos que arropan las páginas de los periódicos de esta Costa del Sol, plagada de sobresaltos de ese tipo.
Pedro Moreno Brenes. La pasada semana dejó el Consistorio malagueño un político de altura. Situado en IU, siempre hizo gala de su verbo legal para enfrentar a sus opositores. El municipalismo pierde a un adalid de la izquierda, pero los estudiantes de Derecho se garantizan a un buen profesor, que nunca dejó su cátedra durante esos cinco años y medio de periplo municipal. Ha publicado en Facebook un amplio texto donde da fe de su decisión. Enumera sus razones. No haber conseguido culminar su aspiración a gobernar a la ciudad. Las particulares de resguardar su salud. Asumió la doble misión de docente y concejal. Durante los primeros cuatro años en solitario, recorrieron los titulares de la prensa local sus desencuentros con el otro concejal de su grupo. Se le veía en casi todos los actos públicos municipales, además del trabajo de despacho y los plenos cada mes. No tenía un clónico, dice, pero tanta agenda apretada cansa, ya lo dejó escrito Cesare Pavese, ‘Lavorare Stanca’. Los periodistas comentábamos que Moreno Brenes era una especie de vice-alcalde de la oposición. “A partir enero no daré la tabarra en los Plenos”, ha dejado dicho; bien que la daba, siempre desde la altura documentada de su formación académica como abogado. Se le echará de menos en esos cónclaves mensuales del Consistorio, porque daban mucho juego a la prensa. Se llama Pedro Moreno Brenes, que sigue siendo comunista gracias a Dios.
Salvador Ruíz Menacho. Los abogados malagueños están en liza hasta el 26 de octubre por el Decanato de su Colegio profesional, que reúne a unos 5.000 letrados. Es un gremio que sufre, como otros, los baches del sistema, el judicial en su caso. Necesitan aire renovado para que sus reivindicaciones se escuchen más allá de los titulares ocasionales de la prensa diaria. Se han presentado cuatro candidatos: Salvador Ruiz Menacho; Fátima Molina, Francisco Javier Lara Peláez, Santiago Souvirón de la Macorra y Dumet Grayeb. Destaca, según las fuentes consultadas, Salvador Ruíz Menacho, quien ya ha pertenecido a la directiva saliente. Un joven abogado con experiencia de mando y ambición por mejorar a su colectivo. Veremos por quien se inclina el voto hacia el futuro de una profesión, que no está exenta de los avatares de la crisis que nos acompaña.

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