Patrimonios

Sus señorías, unos más que más y otros menos, son unos grandes administradores de sus sueldos. Mientras, la cola del paro le da la vuelta a España

La capacidad para ahorrar, hacer frente a dos y tres hipotecas, mantener de dos a cuatro automóviles, administrar fincas y haciendas campestres es inusitada, si tomamos en cuenta que la mayoría de los diputados a Cortes viven de un sueldo, como cualquier otro español en nómina. Claro que algunos llevan dos décadas o incluso más años sentados en su curul, con lo cual con un poco de estrechez pueden llegar a amasar 300.000 o un millón de euros en cuentas de ahorro. Los peculios no son de derechas ni de izquierdas. Un ejemplo ciudadano digno de encomio, que todo asalariado nacional debería imitar. Estirar el salario hasta fin de mes y aún así, ahorrar un pellizco. Podría proclamar, ‘yo nunca he sido diputado, pero en treinta años de trabajo a piñón fijo tengo ahorrados, digamos, 250.000 euros, y eso sin ganar premios en la lotería, ni heredar de familiares’.
      En el Mare Nostrum local, el primer pleno municipal de arranque de la temporada política se cubrió con los mismos desacuerdos de siempre. Torres de Repsol sí/no; modificaciones al Plan del Puerto (por enésima vez), sí/no. La historia interminable de los desencuentros entre el gobierno municipal de la capital (PP) y su oposición (PSOE/IU). Una opereta, con los mismos personajes, aunque interpretados por algunos actores diferente. El discurso aburre porque el auditorio conoce los argumentos manidos y el final de la obra. Al menos tenemos PGOU y las cuentas apretadas al filo de los sesenta días para proveedores. Otros municipios malagueños están directamente quebrados en suspensión de pagos y con la luz cortada. ¿A qué esperan para agrupar municipios, no son excesivos y de lujo tener más de 8.000 en toda España? Grecia no nos queda tan lejos.
      El cinturón se va apretando, pero todavía le quedan agujeros. Museos como el de las piedras preciosas, que ya nos ha costado 5 millones de euros, está en litigio. Ni se inauguró, ni se abrirá. La crisis se lo llevó por delante. Se planteó un museo en tiempo de bonanza y con el horizonte de la capitalidad de 2016, todo se derrumbó, por ahora se perdieron esos millones. Art Natura, pide compensaciones, el Consistorio lo estudia, la Justicia decidirá. Por lo pronto, ni gemas, ni diamantes, ni esmeraldas. El cofre de las piedras preciosas está vacío.
      Lo que sí se reinaugurará, por llamarlo de alguna manera, es el Teatro Romano, pues su inauguración ocurrió presumiblemente hace algo más de dos mil años. La jugada de tablero de ajedrez, la ha pergeñado el concejal de cultura, Damián Caneda, quien se inventó una gala cultural en el espacio clásico, para ocupar titulares de periódicos y ganarle de mano a los ‘dueños’ del teatro. La Junta de Andalucía le ha dado el permiso, pero dejando claro que los que inaugurarán el doblemente milenario espacio serán ellos, faltaría más. Viene a ser la misma aburrida polémica del enfrentamiento institucional, cuya única perjudicada es Málaga y sus ciudadanos. Ese espacio es sólo propiedad de los malagueños. Su programación, su utilización para las artes escénicas, que fue para lo que fue construido por unos gobernantes más conscientes, aquellos romanos, debe ser un acuerdo productivos para poner en valor dicho lugar, no para que en su escenario se enfrente los grupos políticos, como si fuera el patio del colegio de su infancia.
      Las buenas noticias escasean por estos días. Un empresario, digno de la confianza del éxito de sus empresas, Francisco Barrionuevo, que expande su Grupo Novasoft, sacó de la ruina al colegio Añoreta y preside el Consejo social de la UMA, ha dicho en una entrevista en este diario: “No aconsejo a nadie que ponga una empresa ahora: no funciona nada”. No lo dice, un portavoz de la oposición, sino un dirigente empresarial que sabe de lo que habla, y cuando dice ‘no funciona nada’ se refiere a la administración de la cosa pública en general y a la banca privada en particular. Y agrega: “tenemos a una administración pública descabezada y un sistema financiero que está missing y no da crédito a nadie, sea solvente o no”. El que quiera entender que lo haga, a los que tienen la responsabilidad se les acabó el tiempo. Están tirados en la lona en medio del ring, les han contado diez y siguen durmiendo, noqueados para siempre. Se cansa uno de tanta necedad y de tanto patrimonio.