Jóvenes populares

Los canteranos toman el relevo. Las viejas glorias, amortizadas, se retiran. Los señalados se apartan. El aparato toma el control municipal con sus jóvenes

En política nadie se retira verdaderamente, aquí está de nuevo Damián Caneda. De las alturas del Senado al barrio municipal. Ese gusanillo medra y se instala en la corriente circulatoria de los políticos para siempre. Su altura física no pega con los recorridos feriales ni procesionales. Bien se recuerda la ausencia de Casero en esos desfiles edilicios. Pero, ¿ocupará una especie de vice alcaldía con miras al futuro relevo? ¿Vendrá en tránsito para saltar a la Diputación malagueña como segundo de abordo? ¿Cogerá la vía de la Junta en 2012? Las especulaciones son las ascuas de la información, que siempre deben confirmar los hechos. Por ahora, la imaginación periodística está rebosante de hipótesis. El hecho es que de la lista municipal del PP, Caneda es la sorpresa, lo inesperado, el único maduro tras el alcalde, porque el resto se sitúa entre los veintitantos y los cuarenta años, más o menos, con un promedio de edad de 40,4, que es una media joven y madura a la vez.
      La renovación viene de la mano de Elías Bendodo, quien ha pergeñado una lista con los compañeros de su generación. Estos jóvenes de las ‘Nuevas Generaciones’, vienen en dos velocidades: los veteranos y los debutantes. De la mano de Juanma Moreno, padre fundador; de la madre de todos ellos, Mariví Romero y del propio Bendodo, quien ha alcanzado la posición más altas dentro de la estructura malagueña. Un triunfo y un inmenso reto en momentos en que gobernar no es nada fácil. En el horizonte, que en política se mira a la distancia corta y lejana, está una segunda evolución en la primera magistratura edilicia, pues la edad y el tiempo mandan en todos los casos. Así pues el terreno se va abonando con sudor joven, cuyo primer cometido será poner su fuerza de infantería en los distritos de la ciudad, allí donde se ganan y se pierden las elecciones, por la cuenta que les trae, por su propio futuro político, es de estimar que pondrán todo su empeño en hacerlo bien.
      La reordenación de las tareas municipales pasa por una agrupación de áreas. Son momentos del ahorro. Si diez se dedican en exclusiva a los distritos; quedan 7 o 9, según saquen los diecisiete escaños o aumenten a diecinueve, para ocuparse de las tareas de Economía, Urbanismo, Turismo, Asuntos Sociales, Servicios Operativos, Deportes, Comercio, Medio Ambiente, Accesibilidad, Movilidad, Integración, Mujer, Cultura y Educación, entre otros departamentos. Son muchas ocupaciones para tan pocos munícipes, así que la reagrupación de áreas se hace indispensable. La fórmula de combinar esos desempeños con los distritos, parece no haber sido eficiente en todos los casos. Está la posibilidad de nombrar dos delegados, no electos, para tareas específicas, pero eso no ha dado los resultados esperados, y no en todas las ocasiones han compatibilizado con muchos de los concejales. En esta ocasión con un grupo eminentemente del partido, sólo hay dos independientes, esa posibilidad parece complicada, aunque siempre es un recurso para ampliar el equipo si los siete o nueve magníficos no pueden abarcar todas las delegaciones.
      La otra variable, es que el PP gane las elecciones en la provincia de Málaga con mayoría absoluta, y gobierne en la Diputación. Eso significa contar con un puñado de concejales de todo el entorno provincial, y de esta lista podrían salir entre dos y cuatro a cargos ejecutivos. Eso no representaría que suba ninguno desde puestos inferiores al 17 o 19, ya que la cámara provincial y sus cargos tienen que seguir siendo concejales. Pero hay otra posibilidad a mediano plazo, un año como máximo, si el PP gana las elecciones autonómicas y se instala en el palacio de San Telmo. Javier Arenas ha prometido que instalará algunas consejerías en Málaga, la de Turismo es fija. Eso significará que algunos de éstos asciendan al gobierno andaluz, dejando de ser concejal, y entonces subirían a ediles efectivos algunos de los que se hayan quedado a las puertas de la Casona del Parque. Unas combinaciones especulativas, pero no exentas de convertirse en realidad. Otra cosa serán quiénes se moverán del Ayuntamiento a la Diputación o la Junta. Faltan pocas semanas para comprobarlo y confirmarlo.