Griñán vs Chaves

18 Ene

Un río que se ríe del falso debate, verde/gris. Al final puede ser ambas cosas: Verde por arriba y gris por debajo.

La política tiene paradojas más que inesperadas, cuando la Justicia se le impone. Mientras  la candidata socialista abre el debate, el río de la Medina sigue ahí, seco, sucio y abierto

La alarma nacional ha cesado, otra se abre en Sevilla. No había que profundizar mucho, ni analizar demasiado para darse cuenta de que el gobierno andaluz, presidido por Manuel Chaves, no debería haber otorgado 10 millones de euros a la empresa Matsa, donde trabajaba su hija. Al menos, si en justicia los necesitaba, él tendría que haberse abstenido de tal decisión. En su momento, la propia Junta de Andalucía desestimó investigar el asunto. Ahora, el TSJA le obliga a hacerlo a instancias del PP. La paradoja es que su sustituto tendrá que abrirle expediente al ahora vicepresidente tercero del gobierno de la nación.
      Es una de las consecuencias de eternizarse en el poder. Se manejan los dineros públicos como si fueran propios. Se pasean por el tráfico de influencias como una práctica habitual, del día a día. Se mira para otro lado y se silba si el presidente ha metido la pata más de la cuenta. La familia política se cubre sus vergüenzas. Pero Andalucía no es una república del Caribe, aunque a veces se le parezca.
      Es también paradójico que un político tan veterano, tan pegado al terreno socialista de toda la vida, se exponga a esta situación, conociendo, como conoce, los entresijos de las leyes. ¿Vanidad, exceso de confianza en el cargo detentado por dos décadas? La cuestión explota en mal momento, a escasos cuatro meses de las elecciones municipales y en medio de la tormenta de la crisis, que los socialistas se empeñan en domeñar, apoyados en un liberalismo salvaje, tan contrario a sus ideas fundacionales, no tienen otra salida. El caso Matsa le pasa a Chaves una factura que nunca ha debido contraer. Aunque se haya alejado de Sevilla, la mano de la justicia es lenta, pero larga.
      En nuestra Málaga, el río ríe. Con 3 por ciento de inflación nacional (doblamos a la media europea) y 4 de cada 10 malagueños con más de un año sin trabajo. Apretadas colas de ellos en los comedores sociales y con una España y más aún Andalucía, que no crece, ni crea empleo, ni se le espera, plantear un debate sobre el embovedado sí o no del Guadalmedina, con el ojo electoral solamente, parece de una frivolidad extrema. La Málaga del siglo XX, y lo que va de este, ha estado con ese río de por medio demasiado tiempo, como para que no se aproveche ahora el informe Cedax con la seriedad que merecen sus ciudadanos.
      Los medios de comunicación locales se posicionan en que, dada la posibilidad técnica de resolver esa cicatriz urbana, en un río que sólo es un obstáculo divisorio de la comunicación Este-Oeste y Norte-Sur, lo más conveniente es sentarse con tales informes y consensuar una solución apropiada y definitiva tras tantas décadas de posponer el asunto. Lo prudente es sacar ese tema de la inmediatez del debate. Porque, al final, puede que la solución más apropiada sea verde por arriba y gris por abajo. Un bulevar arbolado por donde los malagueños paseen, mientras bajo sus pies transiten los vehículos. Julio Verne habló de eso en su novela póstuma, ‘París en el siglo XX’. Todo está inventado.
      Como quiera que sea la solución al Guadalmedina, para convertirlo de río inútil en espacio ciudadano aprovechable, será una obra de gran envergadura, que la administración municipal no podrá acometer en solitario. Por tanto, se impone el consenso y, una vez el acuerdo y encontrado el dinero suficiente, una fuente de empleo que tanta falta hace a esta ciudad y a este país. Los ganadores y los perdedores de las municipales están condenados a entenderse por el bien de Málaga, a la que tanto alaban en sus discursos tuiteros.

4 respuestas a «Griñán vs Chaves»

  1. Pingback: free website

  2. Pingback: Kasper Suits Petite

  3. Pingback: Jetblue Coupons

  4. Pingback: Ebook Download

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *