Cerrar el año

La nueva lista del PSOE municipal comienza con dimisiones. Se le desbroza el terreno a la candidata, que se desmarca del pasado. La verja aún sigue en pie

El año político-económico 2010 va cerrando sus puertas sin que nos augure un mejor 2011. El patio de butacas está aburrido (aquí van ocho, hay más) de presenciar la misma representación con los actores repetidos en sus poses y en sus diálogos.
La verja del puerto ha caído, por fin, en un breve porcentaje. La del Paseo de los Curas, aún espera el consenso político, que depende de la solución técnica del desnivel creado por el diseño palmeral. Aburrimiento uno.
El Parque Benítez, que se quiere sea metropolitano, el PP se enfrasca en otra diatriba interminable, que puede durar más que su cierre. Todo estriba en la diferencia administrativa que marca el término y, por tanto, en los presupuestos para su desarrollo y mantenimiento. Mientras allí sigue creciendo el matorral. Aburrimiento dos.
Fuga al mediodía. La protagonizada por los dos últimos concejales, para completar siete, del grupo socialista municipal, que deja expedito el camino a la hija del farero, para armar su lista sin visos de ese pasado de fracasos opositores. Por el camino, dejan un garabato de verdad judicial, que casi nunca coincide con la verdad periodística. El grupo popular los mira y sonríe. Aburrimiento tres.
Astoria. Tras el fracaso del amago de aspiración al primer corte de la capitalidad cultural 2016 y el empeño por mantener la Fundación creada ad hoc, se cierra con flecos la compra del inmueble de la plaza de La Merced. La cosa va por 30 millones de euros. Falta su rehabilitación y acoplamiento a un enclave cultural que permitirá la expansión de las salas de exposición de la Casa Natal de Picasso y otras actividades de las artes plásticas y, cómo no, la sede de la dicha fallida Fundación cultural. Aburrimiento cuatro.
Thyssen. Otro rompecabezas cultural, cuyas piezas se enredan a tres meses de su inauguración. Mientras en Málaga, doña Tita Cervera, baronesa Thyssen, anuncia, junto al alcalde, la apertura de su museo para marzo con magníficas exposiciones de Tàpies y Picasso; en Sevilla se reúne con el presidente de la Junta de Andalucía, para cerrar la incorporación de la Comunidad al patronato del Museo, y eso con la bendición de Javier Arenas. Todos de acuerdo en que el nuevo equipamiento museístico beneficiará a la candidata Córdoba, que sigue en la pelea por la capitalidad 2016. El alcalde, tras las dudas de Arenas, medita su respuesta a este desembarco armonizado en un proyecto, que ha subvencionado en exclusiva el Ayuntamiento de Málaga. Aburrimiento cinco.
El Málaga. El jeque, que no mete un gol ni con sus millones; sí que mete petrodólares en macro proyectos de marinas para yates de sus primos o ciudades deportivas para su equipo de segunda. En tiempo de crisis no se mira de dónde viene la inversión, un fracaso futbolístico será bienvenido si el gol lo marca la chequera del jeque que vino del cielo. Aburrimiento seis.
El zorro que cuidaba a las gallinas es el, hasta ahora, jefe de la unidad antidrogas de la Guardia Civil, que ha sido dejado libre con cargos por el juez que lleva el caso. El poder del narcotráfico es tan grande que corrompe a los más altos cargos. Se recuerda a Italia, aquí al lado. Una mancha para el Cuerpo, que se supone incorruptible hasta que aparecen éstos. Aburrimiento siete.
AVE. Ha logrado el milagro de los elogios entre partidos políticos. Un caso para el libro Guinness de los records. Todos los representantes del Estado nacional, regional y local, reunidos ante la nariz de pato de la locomotora Madrid-Valencia regocijados por la unión que ha hecho posible este prodigio. Hace falta ese consenso postmoderno para otros casos de mayor envergadura, que nos permitan salir de este foso oscuro sin ascensor de rescate en el que nos han medito ellos y otros parecidos. Aburrimiento ocho.