Uy, el artículo tiene un título en català. Y no me refiero al Obispo. Dios me libre de opinar al respecto de lo de que expulsen a un hermano mayor de una Cofradía por estar divorciado. De eso nada. Yo no pienso hablar de que al que han obligado a marcharse ya se le veían maneras para acabar expulsado.
Yo me niego a decir que realmente lo del divorcio es una excusa y que se sabían mil historias extrañas y que echar pulsos a la Iglesia es un error. Nanai de la china. No pienso escribir ni una palabra tampoco de las declaraciones de Catalá donde dice que estar divorciado es vivir instalado en el pecado. ¿Yo, escribir y opinar sobre eso? Ni loco. Faltaría más contradecir unas palabras tan lógicas.
Pues eso. Que me niego a escribir sobre estos asuntos que no son de mi incumbencia. Y que viva la madre superiora.
Fin de semana pasado.
Consulta catalana. Cataluña. Mil kilómetros de distancia aproximada entre esa comunidad autónoma y nuestra ciudad. Correcto. Los chavales del fuet deciden que van a hacer su consulta esa de las cajas de cartón y toda la pesca. Bien. Si hay gente que se hace un boquete en la oreja del tamaño de un botellín de Cruzcampo y lo tengo que ver al cruzarme con ellos sin gritar «nove, qué miedooo», no me pasa nada porque haya otros que hagan experimentos extraños también.
Pero cuál es mi sorpresa, cuando me percato a través de los mass media de que un grupo de chavalas y chavales se van a reunir en Málaga para decir lo malos que son los nacionalismos menos el suyo. Fundamentalmente, lo trascendente de su mensaje es que el nacionalismo catalán, por poner un ejemplo al azar, está deslegitimado –ojo cuidado– moral e intelectualmente. Toma ya. Básicamente te dejan claro que las banderas son mierda salvo la que ellos consideren que debes agarrar. Manifestarse con la bandera de España es bien. Hacerlo con la de una comunidad autónoma es mal. Nacionalismos fuera menos el mío.
Yo tengo la suerte –o desgracia– de que el asuntillo de los nacionalismos los veo más o menos de igual manera, ya me cantes paquito el chocolatero y grites que viva la Virgen del Pilar a que cantes Els segadors. Me parece lo mismo. Unos con un pedazo de tierra. Otros con la otra y listo. Unos con más historia y otros con menos. Unos con mayor nivel de independencia y otros menos manipulados pero al final, para mí, estamos ante el mismo tipo de personaje.
Menos mal que me he quitado de en medio esos problemas y soy feliz aquí, en Cuenca, San Sebastián o Nápoles.
Pero no va por ahí mi reflexión. Que cada cual haga lo que le salga del empeine. Pero… ¿Qué pinta este grupo haciendo sus asuntos y proclamando sus historias en el Ayuntamiento de Málaga? Es cierto que es la casa de todos, pero, para algo tan delicado y minoritario…¿Era necesario realizar un discurso sobre los catalanes y la independencia desde la escalinata de la casa de todos?
Dudo que tenga algo que ver el color político del gobierno local puesto que ninguna fuerza participó de manera oficial en el acto –cuando digo oficial me refiero a oficial. Eso mismo. No a pepito que es del PSOE. No. A oficial de hola vengo oficialmente, hágame el retrato–. Salvo VOX. Sí. Fue VOX la única fuerza política que tuvo presencia oficial. Dudo realmente cuántas personas votaron a ese partido en Málaga pero me extraña que lo hicieran más de un puñado.
Sin necesidad de entrar a valorar la participación –puesto que me importa tres pepinos–, sería del todo necesario conocer por qué se ha realizado esta historia en nuestro Ayuntamiento. ¿Por qué una plataforma capitaneada por una señora diputada del PP por Madrid y directora del Área Internacional de FAES –sí, FAES. La fundación del PP que preside Aznar– tiene que ensuciar la casa de todos con estos berenjenales?
Qué extraño. Qué sospechoso. Y sobre todo, qué ridículo. Ridículo espantoso el de observar cómo malagueños son capaces de moverse, buscarse las papas, organizar, movilizar y toda la parafernalia para decir que lo que hace un grupo de personas –dos millones– a mil kilómetros está mal. Pero ni en sueños aparecen ese tipo de movilizaciones cuando se trata de burradas locales. ¿Dónde está la manifa por los millones tirados a la basura del museo de las gemas? ¿Dónde está el manifiesto por lo escandaloso del caso Astoria? ¿Para cuándo la movilización por la cantidad de edificios protegidos echados por tierra? ¿Quién lleva banderas para defender que tenemos corrupción en cubierta en mil y un aspectos de Málaga?
¿Eso no sería más lógico? ¿Eso no sería más útil o al menos más sensato? Que no digo que no sea bueno preocuparse por la nación. Oh, mi nación. Pero no te va a creer ni Perry Mason si para algunas cosas el silencio te da los buenos días y para otras somos adalides de la unión de España.
Debo de ser un mal español. Un asqueroso independentista masón malo pero si me dan a elegir entre que arreglen Málaga y dejen de tirar nuestro dinero o un asunto de Viladecans del bajo Llobregat… usted me dirá. Me importa poquísimo lo de fuera si lo de dentro lo tengo anegado de lodos hasta el cuello.
Que cada uno haga lo que crea correspondiente. Para eso estamos en una sociedad democrática guay. Pero en las escaleras del Ayuntamiento que no se hagan más shows de propaganda de un berenjenal presidido por Cayetana Álvarez de Toledo Peralta-Ramos, marquesa de Casa Fuerte. –sí, así se llama esta muchacha. Creo que comunista no es…–. No sabía yo que había tantos malaguenys catalans preocupados por las grietas nacionales…
La próxima vez os podéis ir a hacer el acto a la iglesia de Santiago. Que ahí sí que hay grietas…
Viva Málaga.
Buen hombre a ver si apoya un referendum por la indepedencia de sevilla de malaga, porque en sevilla no quieren que se haga, le respondo con la misma pregunta que hacen un grupo de sevillanos reuniendose para que los malagueños no seamos una comunidad uniprovincial, digo yo que a ellos les molestaria poco, o si, jejejejejeje, vamos a ver si apoya este referendum y hace un articulo a favor de nuestra indepedencia de los sevillanos.