Caneda Perpetua

Perder la oportunidad de poder hacer cosas por tu ciudad es algo realmente doloroso si lo tienes al alcance de tu mano. Suele pasar que cuando eres honesto y te vuelcas en política consigues que se vuelva prioritario el servicio público al ciudadano.  Pero realmente lo penoso de nuestra situación actual es que, muy por encima de la labor honesta y necesaria de los políticos, está su afán por ganar elecciones y mantener asientos calientes.
En política hay listos y torpes. A veces es un remolque de oro tirado por un vespino.  

En el gobierno de nuestra ciudad acaba de suceder. Hemos observado con nuestros propios ojos cómo se extiende la podredumbre hasta el punto de tener que apartarte si no quieres que te atrape. Así ha sido. Y hay un resultado.
Se han cargado a nuestro concejal de cultura. Se va Damián Caneda.

Presidente de la Federación Provincial de Talleres de Málaga (FEDAMA), presidente de la Asociación Nacional de Concesionarios de Coches, presidente del Grupo de Amistad Hispano-Marroquí, vicepresidente del Grupo de Amistad Hispano-Ruso y fundador de la Asociación Internacional de Parlamentarios contra la Corrupción.  Licenciado en Ciencias Políticas y Económicas por la Universidad de Málaga y máster en Finanzas y Alta Dirección de Empresas.  Ha sido jugador, entrenador y presidente del Club de Baloncesto Málaga y ha ejercido como economista, asesor financiero y empresario en los sectores turístico, energético y de la industria relacionada con la maquinaria agrícola y de automoción.
En el ámbito político, ha sido diputado nacional y senador.

En el Congreso fue portavoz de la Comisión de Empleo y Asuntos Sociales, co-partavoz de la Comisión de control de RTVE y miembro de las Comisiones de Industria, Energía y Turismo y de Economía y Hacienda.  En el Senado fue portavoz de la Comisión de Presupuestos y Secretario segundo de la Mesa y posteriormente ocupó la Vicepresidencia primera de la Cámara Alta. También ha ocupado diversos cargos de responsabilidad en el Partido Popular. Miembro del Comité y de la Junta Directiva Provincial del PP, actualmente es presidente de la Comisión de Expertos. Caneda fue elegido concejal en las elecciones de mayo de 2011, y será hasta dentro de unos días primer teniente de alcalde delegado del Área de Cultura, Turismo, Deporte, Educación y Juventud y viceportavoz del equipo de gobierno en el Ayuntamiento de Málaga.

Como se puede comprobar, este señor no es un indocumentado. No es un inútil ni va a tientas por la vida. Se deduce también que, en vista a su perfil, es alguien que no suele quedar parado a verlas venir. No se ve un señor que viva para la política ni tenga la angustia del concejal que sabe que si pierde las elecciones se debe ir a su casa a buscar las habichuelas.
Hemos llegado en Málaga a una situación en la que, si atendiéramos a la realidad en la que vivimos todos, hay más de un concejal y de dos que, apartados del sueldo público, serían igual de vulnerables que una bandera franquista en Intxaurrondo.
No ha sido ni es el caso de Caneda. Persona solvente, limpia y coherente con sus pensamientos. Se trata de un señor que ha trabajado eficazmente bajo el prisma de sus ideales y con la coherencia propia de una persona aparentemente conservadora y liberal.

He sido y seguiré siendo el primero que ponga el grito en el cielo cuando Málaga compre cultura empaquetada y gestione este ámbito desde un plano realmente mercantilista. Pero mi lucha tiene una respuesta clara y sencilla: ¿Qué pretendes que haga un gobierno liberal?  Y así es. Caneda no ha hecho más que cumplir con los objetivos propios de un político local de un ayuntamiento gobernado por liberales.

Pero en Caneda no queda raro. No resulta extraño ver a una persona actuar como señor de derechas si piensa como tal y sus características personales son las idóneas. Lo que sigo sin comprender y nunca entenderé es al clásico político majareta que come mortadela finita pero te presenta teorías propias de Rothschild. Y eso, quieras que no, es un peligro por lo que hablábamos antes. Por la lucha clásica del ser humano para comer caliente todos los meses y la dependencia del trabajo en el que esté.

Queda ya para el recuerdo un concejal relativamente silencioso que llegó con iniciativas propias y con ganas de gestionar su parcela con con ideas claras y concisas. Le debemos a él los cambios nítidos en nuestra Feria. Los buenos y los malos. De Caneda es la carpa de Santo Domingo pero también es una cierta mejoría en la calle Larios.

No sé si seré yo únicamente, pero al estar ya acostumbrados a las gestiones nefastas del gran capitán, resulta del todo difícil de creer, que Damián tuviera algo que ver en los grandes patinazos municipales. No me lo imagino encargando el museo de las gemas. Pero también se va el ministro de exteriores de Málaga. El único en años que ha conseguido que la política turística local y la imagen fuera de nuestras fronteras sea digna y atractiva. Bravo por la parte que le toca.

Se nos va. Y es probable que no lo echemos de menos puesto que la manipulación y la gestión pésima del que más manda seguirá siendo la tónica habitual. Y si lo echamos de menos será porque meten a alguien muy por debajo del nivel de Caneda. Cosa bastante sencilla de conseguir.

Hasta luego, señor. Que usted lo pase bien y que aproveche la oportunidad para decir un poco más alto lo que piensa de nuestra ciudad. Lo estaremos escuchando y leyendo. Y mientras nos quedamos huérfanos de un poco de coherencia liberal, seguimos sufriendo esta pena de ver lo malo y no poder decirlo. De observar cómo se tapan y callan escándalos y todos agachan la cabeza. De querer y no poder.

Vamos a morir en la cárcel de la incoherencia y con el miedo de que de la caneda perpetua solo se libra uno marchándose del asiento y sin poder trabajar por la ciudad que quieres.

Buena suerte, Caneda.

Viva Málaga.