¡Nobey vieo!

Está Málaga que da gloria verla. Preñaíta de cultura por las esquinas. No se cabe de cuadros, fotos, libros, poesía… La gente va toda ella con sus gafas de ver del cerca porque la vista se les ha gastado de tanto leer novelas. Uf. Todo culto culto. Pero no culto normal de yo he leído a Kerouac, no no… cultos de los buenos. De los que sin decir nada ya sabes que son gente lista. La FNAC con unas colas… Proteo ha cerrado un local pero no te creas que ha sido porque vaya mal la cosa. ¡Qué va, qué va! Es debido a que ahí van a almacenar el dinero que entra a espuertas de vender tanto manual. Lo mismo pasa con Candilejas. Dice que cierra pero es mentira. ¡Qué cerrar ni cerror! Lo que pasa es que somos tan cultos que la gente no compra discos porque ya se los ha escuchado todos y los adquiere por internet desde su Pero Book Pro Air S2 high fly choy two con cuatro núcleos. ¿Me comprende usted? Pues eso.

Y la cosa es que no podemos cargar con una mochila tan pesada. Llena de entradas. Que si el abono de la ópera. Que si el festival de tal cine. Que si el festival de cual cine. Bueno, ni que decir tiene que Fanzine y el de Cine Español agotan todas las entradas. Cuidado con el tema. Que nos comemos lo que nos echen.

Es más. Ha llegado la cosa a un punto de necesidad cultural que nuestros gestores no han tenido más remedio que hacernos un lugar para seguir alimentándonos de sapiencia. Soho. Que viene de Sojo. De Soja. De comer Sushi. Moderno. ¿Lo ven? ¡Todo es guay! ¡Todo funciona! Yo fui una vez al barrio de las artes por la ruta de la tapa –ojo, eran tapas cultas. La ensaladilla rusa me hablaba de Tolstoi- y me iba tropezando con libros. Me levantaba y me chocaba con una gente moviendo cuadros de cosas así de colorines. De los cultos en condiciones. De pura cepa. Bueno, bueno… ¿Las paredes? Las paredes llenas de anuncios típicos de gente que maneja. De la pomada cultureta. El personal buscando cosas de cultivados. Había un anuncio que rezaba: “Busco cuadro de arte moderno. Imprescindible que no se entienda”. Y así todos. Que si busco perro feo para que se sepa que yo encuentro la belleza en lo deforme. Que si se venden gafas de pasta sin cristales. Que si doy clases de echarle plastas de colores a las madalenas. En fin. Una cosa sobrehumana.

Y es tal el compromiso de este diario por mimetizarnos con el entorno que hemos entrevistado a alguien que ha vivido la transformación de esta zona y comprende mejor que nadie cómo se desarrolla culturalmente el entorno. En la redacción se recibió un telegrama que ponía: “Quiero hablar. Stop. Vengan a verme al zojo. Stop. Yo no me puedo de mover. Stop”.

Sin más dilación acudimos al lugar indicado y nos encontramos con una señal de Stop. Su palo plateado que da dentera. Su octógono colorado y su folio de publicidad de la negra que hace trenzas pegado. El clásico. Llamó la atención desde el primer momento que una señal de tráfico quisiera exponer sus ideas pero no hubo inconveniente en hablar con él –Total, si se han entrevistado a floreros con carguillo municipal por qué no al disco- . La señal muy respetuosa nos invitó a una nube en un bar “de los de antes”. Comenzó la entrevista.

-¿Cómo se llama usted?

–Zalvador.

-Buenos días Salvador. ¿Cuánto tiempo lleva usted en el Soho?

-Bueno a ver. Yo fuera parte de que llevo aquí desde que esto era el paceo de los tristes quiero comentar que de zojo nada. Esto de toda la vida ha cido “por lalameda de colón” o “por calle córdoba”.

-De acuerdo. ¿Nota usted el cambio en la zona? ¿Hay más cultura?

-Yo no noto nada. Aquí han cambiado el zuelo. Han puesto dos o tre locale que estaban llenos de porquería y le han metido arte de éce y poco más. Bueno cí. Que están pintando las paredes. To pintao. Ira te viá contá una anerdotilla. El lotro día veo a un chavó con la gorrita, el pantalonsito caío, con er fli pintando la paré. Le pregunto que qué hace y me dice que está haciendo el zojo. Jajajajaja. Cucha y le digo ¿cí? ¿Está haciendo er zojo? ¡Po mi niño tiene tre año pa cuatro y me está haciendo un zojo en er pacillo de mi caza con los retuladore abe? JAJAJAJAJAJAJA –La señal de Stop se ríe de manera descarada golpeando su octógono con la barra de la cafetería-.

-¿Me está diciendo usted que departió con Fairey y DFace?

-¿Fairey? ¿Lo de fregar los platos?

-No. Shephard Fairey. El artista urbano más conocido como Obey.

-¡Nobey vieo! Jajaja…Puede cer. Pero ¿Cuánto ha llevao por pintar la pared?

-No se sabe. Aunque algunos políticos dicen que gratis.

-Ya. Grati. Gratinati con tomati. Aquí no mueve un dedo nadie si no es por algo. Y menos desde tan lejos. Ya saldrá por algún lado la tostá. Y aquí sigue uno. Parando al personal. Viendo cómo te saltan y repitiendo la historia de este lugar en el que se vende y se compra lo que mucho vale y poco cuesta.

-¿Puede explicarse?

-Mira amigo, esta zona de la ciudad lleva décadas siendo lugar de alto standing. De pisos lujosos y de profesionales liberales. Pero también lo ha sido de mujeres de mal vivir y hombres de los que iban a comprar el pan y tardaban tres horas en volver. Ha habido siempre un ganado muy raro mezclado con otro muy poderoso. Y qué casualidad que han exterminado un negocio para poner otro y en ambos se vende algo que, de manera real y sana, no se puede vender ni comprar. Aquí se vendía amor, conversación y desahogo.  Si usted lo piensa bien, nadie en la vida podría mercadear con eso siendo real, pero se hace. Se hace porque es algo falso y artificial. Porque se paga por un amor de mentira. Que hace efecto pero no es. Es basura. Y lo han cambiado por el arte. Y repiten el proceso. Y a base de talonario –con cargo en nuestra cuenta corriente- están comprando bohemia, categoría y primores que únicamente se conocen puros cuando han nacido de la originalidad real. Pondrán traer a Obey, a Bansky, a Fekner o le Rat. Seguirá siendo un sitio de mentira. Porque aquí no hay nada de eso. Porque mientras se hacen la foto tenemos mil madrigueras en el centro donde se está cociendo cultura de verdad. Sin ayudas. Sin premios. Y con conocimiento.

-Oiga ha cambiado usted su acento malagueño profundo y pronuncia bien de repente.

-Sí. Es que en esta tierra si vendes con acento no vales nada. Si vendes lo mismo pero de fuera eres un genio. Stop.

Viva Málaga.