La Bajadilla de pantalones

Allá por el año 2011 el Jeque del Málaga firmaba el acuerdo de concesión de las obras de ampliación del puerto de La Bajadilla de Marbella. Al-Thani ganó el concurso habiendo presentado su propuesta en igualdad de condiciones con respecto al resto de candidatos –guiño, guiño, carraspeo y zapatazo-.

Huelga decir que el jeque ganó porque llevaba la mejor oferta. Tuvo influencia nula la compra del Málaga, la reunión con el presidente de la Junta de Andalucía solamente con chasquear los dedos o su capacidad de prometer el oro y el moro –perdón por lo último-.

La obra en cuestión conlleva una inversión de 84 millones de euros –santo cielo-, y a cambio se le concede por 40 años la explotación de la marina con 1.221 puntos de amarre para yates y cruceros.

Vamos…que tonto, tonto el muchacho no es.

Pasaron las horas, los días, las primaveras… y desde que se le dio el papel, allí no se ha movido ni un dedo. Ni para dar ni para pedir. Hay quien dice que no cobra los amarres actuales. Hay quien dice que intenta re vender el negocio a uno con dinero. Hay quien dice cosas. Verdades seguramente. Pero el problema es que vuestro jeque no habla. Vive en el silencio absoluto. En la sombra. Salvo cuando escribe en twitter para decir que la UEFA es racista o para regañar al equipo porque “no juega con corazón”. Curioso personaje con el que nos ha tocado compartir terrenos.

Pero bueno, pelillos a la mar. A la mar salada. Ay…Qué bonita la mar. Expectante a que alguien la explote y se lleve los dinerillos. Y con lista de espera. Con gente dispuesta a soltar 84 millones de euros como el que saca las llaves del bolsillo. Y han elegido al malo. Al que no cumple. Al peor. Vaya por Dios –entiéndase Dios como ser superior común, válido para todas las creencias. Lo digo por aquello del racismo y la discriminación-.

A día de hoy, tras años de espera y de ver cómo nada de lo que dijo el qatarí se cumple y observar, igualmente, cómo el equipo de la pelota es de los mejores de Europa gracias únicamente a la honradez de la mayoría de sus jugadores, el público empieza a sospechar. Comienzan a fruncirse los ceños malacitanos. Se acerca el malestar general por la falta de compromiso, por no decir la mentira, de quien venía con sacos de oro pero que, al quitar las monedas de arriba, comprobamos que debajo había papeles de periódico hechos bola.

Por desgracia –y como viene siendo habitual- la gente al final se preocupa solamente por el fútbol. Aquí puedes robar la catedral, pegarle un moco a un cuadro de Picasso o romper el trono de la Esperanza que, mientras haiga furgol no habrá problema alguno. Partiendo de esa base, sería interesante –a la par de penoso- que la gente se comenzara a movilizar al respecto. Que se comenzara a plantear si se están quedando con ellos. Si todo esto es una mentira. Porque…amigos…algo raro hay. Y la prueba evidente es que, los pillines, los políticos, están empezando a mover ficha.

El movimiento más lamentable sucedió ayer mismo cuando la alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz salió a la palestra para decir públicamente algo así como –traduzco al lenguaje del telegrama-: La Junta de Andalucía es mala y no ha querido poner los duros para pagar la obra del puerto de La Bajadilla. Stop. Nosotros habemo tenido que buscar el dinero y habemo dádoselo al moro. Stop. La criatura no ha podido de vení antodavida pero está al llegar. Creo que va por Seuta. Stop. La Junta es mala va en contra de Marbella, Málaga, etc. Y no quiere darle cuartelillo al muchacho para que llegue con las alforjas con el dinerillo. Stop. Angelito la criatura. Ensima que ha hecho un podé… Fin.

Dicho así se entiende. Incluso hace gracia y más si lo pones en boca de la Alcaldesa de Marbella. Pero uf… Piénsalo ahora sin gracia. Piénsalo seriamente. Sí. Es un cargo público pidiendo públicamente que se le dé cancha a quien no cumple. Y se queda tan tranquila. Y nosotros, tontos del culo, nos quedamos igual. Total… no tenemos barco ¿No? Pues para qué decimos nada.

Qué risa. Y qué pena. Málaga y su provincia aguantando estos desaguisados. Padeciendo cómo quieren cerrar la guardería de Diputación porque no quieren gastarse nuestro dinero en nosotros. Soportando la desidia de muchos para que las cosas sean lógicas y no nos ahoguen. Viendo con estupor cómo si eres amigo, marido o querida de uno con poder harás lo que quieras ultrajando de principio a fin los valores más elementales del ciudadano de Málaga.

Qué buena persona debe ser la Alcaldesa de Marbella que pide el favor por este humilde caballero que no llega a tiempo con los pagos. Pues ya que está, señora Muñoz, aprovechamos y te pedimos unas cuantas cosillas más. La primera es que no uses a la Junta de Andalucía para confundir a la gente. Que bastante han hecho ya los otros dándole largas a este individuo. Que el que no cumple es él.

Y de camino, te rogamos que pidas el aplazamiento de todas las multas impagadas de tráfico. Y las sanciones por no identificar al conductor. Y pide, por si acaso, que perdonen los recargos de demora por no pagar a tiempo los IBIS de Málaga y provincia. Que hay gente que no los paga porque no tiene.  Ah, y no olvides pedir que cuando no pagues el agua en Marbella o Málaga no te la corten al día siguiente del aviso. Anda porfa, que esperen un poquito más ¿Vale? Que a ver si al final en vez de Puerto de la Bajadilla le vas a tener que poner Puerto de la Bajadilla de Pantalones. ¿Eh?

Venga querida amiga, un besito de purpurinas y colorines.

Vivimos cada vez más inmersos en la miseria y encima tenemos que aguantar a esta mujer pidiendo favores para el adinerado qatarí.

Y después critican los escraches a algunos políticos. Poco es.

Viva Málaga.