Un otoño muy caliente

14 Sep
Olvido Hormigos
Una imagen vale más que mil palabras. Las palabras son fugaces, etéreas, tornadizas y albergan tantos dobles y triples sentidos que a veces se contradicen a sí mismas. Rajoy, que no es un hombre de palabra, sabe que, variando el contexto, cada palabra, a fin de cuentas, puede llegar a ser igual a su contraria y así donde dijo digo antes de las elecciones, luego dice Diego sin que el orden de los factores altere el producto. Para el presidente hasta las palabras precisas son imprecisas, por eso, desde que inició su larga carrera política evita debates y entrevistas para ceñirse a la ley del silencio que es la única que impide la mentira. No obstante, como las circunstancias obligan y el personal empieza a impacientarse por saber si su voto tiene voz y alguna idea de hacia donde vamos, Rajoy ha debido enfrentarse, por exigencias del guión, a las cámaras de la televisión nacional por que el público deje de temer que tras el silencio de su presidente se esconda una sabiduría mayor que la de Sócrates, sabio entre los sabios, por saber que no sabía nada, obligándolo a una locuacidad a la que, sin duda, no está nada acostumbrado.
Pues no puede traicionar a su natural de hombre de pocas palabras, su discurso, del mutismo ha pasado a cuatro frases que bien pueden ocupar cinco minutos de duración, lo que es un engorro cuando la entrevista se extiende a cincuenta minutos que rellenar. De modo que el presidente tuvo que arreglárselas como uno de esos estudiantes mañosos que van encajando en un examen la repetición de tres o cuatro ideas a ver si rellenan el folio y les da para el cinco. Por los pelos.
Las respuestas que Rajoy dio a los periodistas se reducen –a ver, si no- a las siguientes oraciones: “No podemos gastar más de lo que tenemos. Estamos en un momento difícil. Para crecer y crear empleo, hay que reducir el déficit. Bolinaga pesa 47 quilos”. Cuento, en total, tres enunciativas simples y una subordinada impropia final, para qué más. Antes de las elecciones, dijo mucho menos y hasta de lo poco que dijo, tuvo que desdecirse. Para eso están las palabras, a la postre, para rellenarle huecos al silencio y que el viento se las lleve.
Otra cosa son las imágenes que el tiempo mantiene inalterables e indelebles en la memoria colectiva, sobre todo, si quedan registradas en Internet. Entonces no hay Dios que las borre ni las relativice. Del vídeo erótico que, por lo visto, la concejala Hormigos envió a su amigo futbolista –ya pronosticaron que el otoño se presentaba caliente- no caben segundas lecturas, según atestiguan todos los de su pueblo de Yébenes, que lo vieron con malos pero muy abiertos ojos, incluidos tal vez sus alumnos de primaria, que ahora podrán decir que es la maestra que más enseña, tirando de ese tipo de dobles sentidos picantones que se gastan en estos casos. Y quien dice su pueblo, dice el país y medio mundo. Parece que no haya quisque en el universo que no haya visto el vídeo de la Hormigos y quienes no lo hemos visto, es salir la Hormigos e imaginárnoslo. Pura acción refleja, que se llama. Decía Oscar Wilde que por grandes cosas que se hagan en la vida, siempre seremos recordados por una anécdota y mucho va a tener que llover para que la Hormigos no pase a la historia por ese vídeo, que no es más que producto de esos momentos de debilidad que tiene toda criatura humana, dicen algunos columnistas que no dándole mayor importancia, no dejan de hablar del tema. Que será verdad que lo de despelotarse en Internet es una práctica habitual de las criaturas, según ciertos testimonios que manejo.
Mi amiga Angelines, que buscaba novio en una conocida red social, dio con un tipo que, después de resumirle en algunas frases de chateo su gran potencial de sensibilidad; su afición a las mascotas, la lectura, los viajes, la música clásica y la contemplación de los atardeceres, le propuso: ¿Quieres que te haga un strip-tease?. Lógico, si bien se piensa, ya que, después de haberle el chaval desnudado el alma, sólo le quedaba desnudarle el cuerpo para que a mi amiga no le faltase ningún dato. Ella por no afearle el ofrecimiento, consintió, pero, en tanto el individuo comenzó a contonearse a media luz ante la Webcams, se fue a fregar los platos, pues, diciéndose algo chapada a la antigua, el asunto la puso nerviosa. Pero de aquella velada aprendió lo rápido que va la vida moderna y lo mucho que desinhibe un ordenador a media noche. Internet es una pésima aliada de la privacidad, porque todo lo que engulle luego lo exhibe en ese patio globalizado de vecinos que no deja de ser. Conviene tenerlo lejos del alcance de soledades nocturnas, arranques repentinos y súbitos calentones y evitar irse de juerga con ese amigo que, a medida que progresa la farra en despiporre, ametralla a los circundantes a fotos de su cámara digital para luego colgarlas en el Facebook. Por si algún día vienen esas puñeteras imágenes a destrozar tu reputación y no puedes resarcirte del implacable juicio público ni con mil palabras.

7 respuestas a «Un otoño muy caliente»

  1. Y qué sería de este país si no fuese por esa comidilla cotidiana de que se nutre el personal en los medios, para complementar la de mesa y mantel, que se ha vuelto toda caviar y pánico para el bolsillo. Aparte esto, ni que decir tiene que España sigue siendo como un gran pueblo – sálvese el que pueda o quiera – que bien podría llamarse Villamulas del Entrecejo y allí, que diría el otro, al joven Werther, con su álbum bajo el brazo, antes que recibirlo con banda de música, le vuelven a dar otra pedrada en el ojo, sin hacer mucho caso de su sentimentalismo ni de sus ideas poéticas. Por otro lado, nuestra casta política continúa dando largas y liando con anabolenas; el otoño calienta motores y hoy mismo la cita es en Madrid, donde se prevé gran concentración de gente descontenta. Ya veremos, según avance la estación, cuánto dura la energía, ésa que, según Aristóteles, nos llega de rebote desde las esferas celestes y por tanto finita, al no ser poseedores del éter… extraño mundo otoñal el nuestro, donde todo se vuelve físic@ y al que, cada vez más, rehúyen las estrofas y los colores.
    Que nos sea leve a tod@s y cuidadito con enfermar, que te la juegas en el trabajo. Sana envidia de los jubilados.

    Buenos días y que no decaiga

  2. Desde el pirineo de la Costa del Sol, estos días en fiestas, me llegaron noticias, periódicos no, pero no muy exactas de la concentración de Madrid ¿Estuvistéis allí? ¿Cómo transcurrió?
    También supe de la victoria 3-1 de nuestro Málaga C.F contra el Levante. Levantémonos a cantarle a la bombonera, por lo menos, de esa energía se saca partido…
    Pinchad abajo y que no decaiga
    http://youtu.be/SBkScx58C48 -Himno del Málaga C.F

  3. Hola, soy Paula ¿Os acordáis de mí? Echo de menos a Holden y me gustaría si es posible que regrese. Este blog lo necesita. Al menos, Lola, deja que diga él una vez más lo que tenga que decir. Estamos en democracia y con libertad de expresión. Eso también tú lo enseñas. Holden, vuelve, verás cómo Lola te perdona si es que te tiene que perdonar.

  4. Anda y se va nuestra Esperanza. Vosotros decís que es, de verdad, por motivos personales, por trifulcas internas dentro del partido sobre todo con Rajoy y querer presentar otra alternativa política a elecciones, ahora que el PP está tan de capa caída…???
    Oh la-Lola ¿Soy bienvenido?

  5. Esta tarde ha muerto una de las personas que más he admirado por haberle dado sentido a la palabra democracia y hacerle honor a la política en su etimología primigenia de servicio a los ciudadanos. Pensábamos que este sabio de 97 años iba a ser eterno y no nos equivocábamos, lo será.
    Santiago Carrillo ya forma parte de lo mejor de nuestra historia.

  6. Carrillo fue de esos pocos políticos españoles que supieron renunciar a sus antiguas convicciones y emprender el diálogo de la reconciliación. En la primavera del 74, él y Dolores Ibárruri dieron un mitin en Ginebra ante miles de ciudadanos, emigrantes españoles en su mayoría. Recuerdo (sonidos puntuales que siempre te acompañan) que nombraron la palabra “democracia” varias veces a lo largo de su intervención. Tenía su mérito, pues faltaban todavía quince años para el desmoronamiento de la URSS. Entonces – hablo por mí y mi entorno – no se le daba la importancia que requería a esta palabra, en boca de unas personas consideradas ya poco menos que historia por la juventud. Mas la realidad era que España se la jugaba de nuevo. Ahora, ante la dificultad del momento o aprovechándose de ella, parece que la Constitución le viene grande a algunos enanos actuales de la política. Carrillo y el PCE supieron estar y dieron la talla en la Transición, en beneficio de la mayoría del pueblo. Descanse en paz.
    Pero la vida sigue y ahí tenemos al Málaga, como el que dice, paseándose por Europa. ¡Qué maravilla! De sufridor, el Madrid. Así la crisis parece como más llevadera.

    Un saludo, Paula, Holden, Lola.

  7. Estoy completamente de acuerdo. Aquellos comunistas, después de tanta leyenda negra, fueron los primeros demócratas. Qué lujo tuvo que ser oír aquel mitin…
    Y de nuestro Málaga C.F, verás por mi nueva entrada, no quepo en mí del orgullo.

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