El octubre picassiano y la casa sin señalizar

17 Oct

El Ayuntamiento lleva todo 2014 sin reponer la señal indicativa del Museo Picasso en la calle Granada. Los turistas, desagradecidos, no aplauden la medida

Nuestro alcalde lleva una tanda de declaraciones que ya las quisiera Artur Más para precisarnos de una vez ese referéndum consultivo que finalmente será una encuesta participativa sobre los ardores patrióticos en Cataluña. No hay quien entienda a estos políticos cuando se explican.

Porque si ha sorprendido que Francisco de la Torre pida el rescate de la concesión de los Baños del Carmen, cuando no ha sido precisamente una catarata de críticas en los últimos 14 años, durante la pasota y desquiciada gestión de las dos constructoras malagueñas, ahora descoloca al personal pidiendo la gestión municipal de la Aduana, siempre y cuando pague el pato, es decir, los cuartos, la Junta de Andalucía.

Estas cuestiones administrativas, en el fondo somnolientas rencillas partidistas, no pasarán probablemente a la Historia de la Gestión Pública Española. Estamos en tiempos preelectorales y todo lo que sea enrarecer el cordial y leal ambiente de colaboración que nunca ha existido entre las dos administraciones será bienvenido.

Pero hay algo en lo que este servidor tiene que darle toda la razón: como bien dice nuestro alcalde, el Museo de la Aduana en manos municipales estaría gestionado «con más cariño».

En eso tiene más razón que un santo. No tenemos nada más que comprobar la falta de cariño, de tacto y de sentido común que se palpa en el entorno de un museo que gestiona la administración autonómica: el Museo Picasso Málaga.

El año pasado por estas fechas, y en concreto el 25 de octubre, aniversario del nacimiento de Picasso, la calle San Agustín continuaba luciendo los goterones negros de cera de la procesión del Mater Dei, celebrada un mes antes. Tampoco hubo limpieza para la Noche en Blanco de este año (para qué, si era de noche, concluirían nuestros munícipes).

En este octubre picassiano de 2014, la falta de cariño se evidencia en que el Consistorio todavía no ha tenido tiempo ni dinero para reponer el cartel que indica la existencia del Museo Picasso en la esquina de San Agustín con la calle Granada.

Los turistas se suelen parar en esta esquina, en donde sólo está señalizado como hito picassiano la Casa Natal de la plaza de la Merced y dan vueltas como derviches. Así llevan todo el año pero nuestro Consistorio sigue sin considerar urgente volver a señalizar el museo más importante de la ciudad en la calle que lo comunica con la iglesia donde fue bautizado el pintor y la casa donde nació.

Por eso, cuánta verdad hay en las palabras de nuestro alcalde. El Museo de la Aduana, en manos municipales, tendría bastante más cariño. Con toda seguridad sus accesos estarían más limpios –como mínimo en las fechas más importantes del año– y luciría bien señalizado sin una cohorte diaria de turistas desnortados preguntando a los locales durante meses.Yo no sé a qué espera para explicarnos la consulta-encuesta catalana. Hágase la luz.

Una respuesta a «El octubre picassiano y la casa sin señalizar»

  1. Al señor de la Torre le ha dado por los museos. Le podría decir alguien que hiciera un museo con sus brillantes ideas y promesas: (funicular, museo de los museos, una guardería municipal en cada distrito, bus de gran capacidad al palo…)

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