La verdad de las mentiras

26 Oct

Se impone hoy el cibermundo, que tiene su propio ‘espacio’, inasible, inabarcable, con apariencia de infinito. Pero lo más curioso es que, siendo un cruce entre el plano de lo concreto y el de lo abstracto, va invadiendo progresivamente nuestra vida cotidiana, va ocupando también lo que antes considerábamos como el espacio de lo ‘real’.

Algunas de las consecuencias de estos cambios impresionantes ya van asomándose, aunque sus formas todavía son equívocas, inestables, y a veces hasta parecen diseñadas para confundir las pistas. Hay dos dibujos que van tomando forma. Uno es el del ‘éxodo’ de la sociedad ‘real’ a la sociedad ‘virtual’ (atención, guardar los diccionarios antiguos: lo virtual es ‘lo que no tiene existencia real’ pero también es lo ‘posible’). Y el otro es verdaderamente dramático: todas las esperanzas cifradas en que Internet abría un espacio de libertad, virtualmente (es decir, ‘posiblemente’) incontrolable, se han desvanecido. Peor aún. El imperio ha dejado entrever su preparación para la ‘ciberguerra’ con dos anuncios espectaculares… ¡Tan espectaculares que hasta la divulgación de las atrocidades cometidas en Irak podrían servir como columna de humo para disimularlos!  Uno es que el Pentágono ya tiene cinco patas: tierra, mar, aire, espacio sideral y ciberespacio; y el otro, que esa prioridad estratégica supone tanto acciones defensivas como ofensivas y sienta la teoría –espeluznante- de que se podría responder a un ataque cibernético con acciones militares. La combinación más estremecedora es el cruce de esta teoría con la doctrina de la guerra preventiva (atacar a quien ‘se teme’ que pueda atacarles)… Porque Estados Unidos está tejiendo una ‘justificación’ que le permitiría no sólo aplastar y destruir a cualquier presunto ‘enemigo’, adelantándose a que sea éste quien les ataque (lo que bien puede ser una mera hipótesis), sino también anunciar que ha sido objeto de un ataque a su sistema informático que amenaza su ‘seguridad nacional’, lo que les basta para lanzarse sobre el presunto enemigo. Después de todo, dos invasiones sangrientas como las de Irak y Afganistán se ‘explicaron’ con argumentos similares.

En otras palabras: el imperio está previniéndonos que su control abarca todo el planeta y ya no hay necesidad de hilar argumentos ni pretender legitimidad alguna (como esas que el ala legalista-formalista del sistema pone en la ONU, como si esta organización no fuera utilizada también como cobertura de la estrategia de Washington).

En medio de esos terroríficos anuncios sobre la futura ‘ciberguerra’ -¡esto si que es terror en estado puro!-, formulados como si se tratara de retoques burocráticos de un organigrama, se describen con pelos y señales las brutalidades que los invasores cometieron en Irak. Allí también aparecen, como siempre, tergiversaciones indignantes: se dice, por ejemplo, que cuando las atrocidades las cometió el ejército iraquí eran ‘toleradas’ por el ejército norteamericano…. Cuando la realidad es que el invasor, cuando no comete las atrocidades con su propia mano es porque las ha encargado a los mercenarios o al ejército local, armado y entrenado por ellos.

Queda a la vista que el ciberespacio no sólo está bajo control sino que ya es un escenario bélico. Ahí es donde da la batalla un moderno ‘ciberhéroe’, el australiano Julián Assange, que inventó la web-contenedor de filtraciones para denunciar lo que el poder quiere ocultar. Al fin, después de una larga vida desconfiando de los mitos, quizás me apunte al ‘mito Assange’: uno que se la está jugando por decirnos ‘la verdad de las mentiras’, en feliz expresión (usada en otro contexto, claro) del portavoz hispano del imperio, Vargas Llosa. Los escandinavos, que tan estupendos experimentos sociales hicieron en las últimas décadas, se están ‘cubriendo de gloria’ dando ‘nobeles’ de uso político y negando la residencia a Assange, presionados por el Pentágono.

2 respuestas a «La verdad de las mentiras»

  1. Muy buen artículo, totalmente de acuerdo, y es cierto que el cibermundo se impone, ¿llegaremos algún día a dejar de tener vida social para tener sólo vida informática? Espero que los cambios no lleguen a tanto, sino..miedo me da dsde luego

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