Jamás me he aburrido. Por eso me sorprende oír a una persona, sea ésta niño, adolescente o adulto, decir, una y otra vez, con tono lastimero:
– Me estoy aburriendo.
No sé muy bien qué es lo que les pasa. Porque pienso que hay miles de formas de estar entretenido. Parece que te están pidiendo e, incluso, exigiendo:
– Haz algo. Diviérteme. Consigue que no me aburra..
Y no se trata de eso. No se puede pedir a los demás que te sacudan el tedio que llevas encima. Dice Concepción Arenal que son menos nocivos a la felicidad los males que el aburrimiento. Jorge Vigil Rubio, en su “Diccionario razonado de vicios, pecados y enfermedades morales” dice que el aburrimiento “consiste en un ánimo abatido o un afecto de desinterés, expresado como fastidio o tedio, falta de estimulación motivante o gana de hacer o emprender nada”.
Me preocupa ver a los niños y a los jóvenes aburridos. Me preocupa oírles decir que se aburren como ostras. Fernando Savater dice que el aburrimiento es la principal explicación de por qué la historia está tan llena de atrocidad y de barbarie.
Hay quien se aburre soberanamente en vacaciones. No sabe qué hacer. No sabe cómo y con quién llenar el tiempo. No sabe cómo organizar su actividad. Habituados a que los adultos les digan durante el curso lo que tienen que hacer, cuando tienen que organizarse ellos solos, no saben cómo hacerlo
Existen muchas formas de entretenerse, de hacer cosas interesantes, de organizar el tiempo de forma sugerente e, incluso, divertida. Para ello es necesario tener iniciativa. Hay quien está constantemente inventando: tareas, proyectos, excursiones, investigaciones, exploraciones, actividades… Su mente no se está quieta. Indaga, busca, propone. ¿Qué cosas se pueden hacer para entretenerse?
Leer. La lectura es un modo extraordinario de llenar el tiempo. “Si no leo, me aburro”, rezaba el escrito que vi en una camiseta turística en la ciudad mexicana de Oaxaca. No sólo hacía referencia al aburrimiento que provoca el rechazo de la lectura. La cabeza del borrico que ilustraba el texto nos remitía a otra consecuencia inexorable de la falta de afición a la lectura.
Viajar. Dice Chesterton que viajar es comprender que estabas equivocado. Es una forma magnífica, pues, de estar entretenido. Conocer lugares, costumbres y personas diferentes.
Cultivar aficiones. Hay quien tiene el hoby de la filatelia, o de la fotografía o del coleccionismo. No sé dónde leí que el coleccionista nunca tendrá deseos de suicidarse porque siempre estará pendiente de encontrar la pieza deseada de su colección.
Ver cine. Para mí es una fuente estupenda de distracción. Vives historias apasionantes, reflexionas sobre cuestiones nuevas o antiguas, te diviertes con relatos atractivos. Puede haber películas aburridas pero, aún así, hay formas de verlas que las hacen llevaderas.
Hablar con amigos: Es una fuente de alegría y de emociones. Compartir, intercambiar, pasear, jugar, bailar, organizar fiestas…
Visitar museos: aficionarse al arte, a la arqueología, a las antigüedades, a la historia, a la ciencia… Hay museos de todos los tipos y colores. Algunos permiten realizar actividades interactivas sugerentes.
Practicar deportes: es muy sano y muy entretenido practicar deporte, solo o en compañía. No digo verlo solamente sino aficionarse a algunos deportes que vayan bien con la edad y las circunstancias.
No es cierto que para no estar aburrido haya que hacer cosas sin cesar. Hay quien está aburrido hasta jugando y hay quien no se aburre mientras medita tranquilamente. Para no aburrirse hay que verse a sí mismo con humor. Porque si uno no se soporta a sí mismo, es fácil que se aburra con esa inevitable compañía. También hay que ver con humor las cosas de la vida, incluso las ingratas. Y la vida misma. Por eso resulta aconsejable el libro de Begoña García Larrauri, psicóloga y profesora del Departamento de Psicología de la Universidad de Valladolid, titulado “Programa para mejorar el sentido del humor”. El subtítulo es muy aclaratorio: “¡Porque la vida con buen humor merece la pena!” Es un libro para pensar, sonreír y actuar. Para aprender a relativizar lo que algunas veces nos parece un absoluto. Y, separando el grano de la paja, para retomar lo esencial, que es donde está la clave.
Conocí a un profesor que se llamaba Basilio. Cuando le sucedía algo negativo, viniera de personas, de cosas o de la vida misma, reaccionaba diciendo:
– Chúpate esa, Basilio.
Decía Voltaire que nuestro peor enemigo es el aburrimiento. Es cierto. El aburrimiento nos hace sentirnos tristes y desajustados con nosotros mismos. Nos aleja de los demás y de las cosas. Cierra el grifo a muchas alegrías de la vida.
Estoy de acuerdo con Pascal cuando dice que “nada es tan insoportable al ser humano como estar en total reposo, sin pasiones, sin ocupaciones, sin diversiones, sin interés. Se da cuenta entonces de su nulidad, de su abandono, de su insuficiencia, de su dependencia, de su impotencia, de su vacío. Al momento saldrán del fondo de su alma”.
Si es importante no aburrirse, también lo es no resultar aburrido cuando se habla o se escribe. Sé que no es fácil conseguirlo, pero es bueno intentarlo. “Conviene siempre esforzarse más en ser interesante que exacto, porque el espectador lo perdona todo menos el sopor”, dice Voltaire. Hay quien por su tono de voz, por su condición de pelma irredento o por la sosería de su discurso, resulta insoportable. Claro que a quien está aburrido o, peor aún, a quien es aburrido, no es fácil motivarlo. Porque lleva el aburrimiento incrustado en su espíritu.
Lo dijo García Márquez antes de comenzar una conferencia que pronunció en Madrid hace ya algunos años: “Si alguno se aburre durante mi conferencia puede abandonar la sala. Pero, por favor, que lo haga despacito para no despertar a los que estén dormidos”.
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Jajajjajaja, desde luego, no me he aburrido nada con tu post, es genial! Yo también confieso padecer de aburriditis crónica… Creo que por eso escribo. Entonces, qué aburrimiento tan productivo!
Hace poco le decía a mi sobrino que se aburría porque no le gustaba leer. Afortunadamente desde pequeña soy lectora así que rara vez he conocido el aburrimiento. De todas formas pienso, que como muchas cosas en esta vida es «cuestión de actitud» 😉
En vista de lo bien que va el negocio de los videojuegos, se ve que hay unas cuantas personas aburridas 🙂
Me ha parecido muy interesante tu lectura jejeje.. .en ningún momento estuve aburrido jejeje…. Te agrego algo, una forma de no pasarla aburrido, es seguir a mucha gente en Twitter, personas que ponga temas interesantes y lecturas buenas que sean de tu interés, así siempre la pasarás ocupado jejeje…. Sigue a quienes quieras seguir y así leerás y verás lo que quieras ver 😉
Gracias por tu aporte 😉
Creo también que el buen humor con que nos tomamos la vida es una manera de no aburrirnos, no abatirnos, no quedarnos «tildados», sin ganas de hacer ni de pensar.
No recuerdo haberme aburrido alguna vez en mi vida, es como si los tiempos nunca me elcanzaran para hacer todo lo que quisiera, a veces desearía días de por lo menos 30 horas… para hacer más cosas, noches más largas para tener más posibilidades de soñar…
¡Es tan corta la vida para malgastarla con aburimiento!
¡Ey, no te quedes ahí, mira qué bonito día, qué ventarrón se ha levantado, qué nube de sal sobre sobre la Mar Chiquita, única en el mundo! Qué importa que te arruine el cutis y el pelo! Vamos a tomarle una fotografía! ¡Vamos a filmarla!¡Vamos a disfrutar lo que tenemos aquí y ahora!
Un saludo, Miguel Ángel. Te admiro a tí, y también a Gabito García Márquez. Hasta el próximo sábado. Desde la costa de la Laguna Mar Chiquita, Córdoba, Argentina.
¡Soy de las que nunca se aburren! coincido totalmente con tu post. Hace unos días escribí uno sobre el mismo tema, pero de forma muy distinta. Saludos.
http://dificildejuglar.com/wp01/2009/07/%C2%BFpor-que-aburrirte-si-puedes-juglar/
El aburrimiento es una actitud que fundamente radica en la persona: en cómo se ve a sí misma y cómo ve a los demás, al mundo y a la vida. Para no aburrise no haced falta entrar en un activismo frenético, hace falta amar la vida y respetarse a sí mismo.
yo tampoco nunca me aburro…creo que no tengo tiempo para aburrirme, siempre estoy haciendo algo y mientras lo hago estoy pensando que mas puedo hacer… mi cabeza trabaja sin cesar…as veces pienso porque no los dias no son mas largos y que también quería tener mas energía para conseguir concretar mis proyectos…¿quien sabe si es bueno o malo?
Saludos,
Neusa
publica una foto de saidia es el summun del aburrimiento hasta para la gente más divertida, un abrazo
La vida se nos da, pero la hacemos nosotros mismos. ¡Qué triste! es pensar que no la podamos aprovechar al máximo, que no exprimamos todas esas experiencias que nos brinda. Como ya has comentado en alguno de tus artículos anteriores, debemos de empezar a educar a nuestros ojos, porque hay miles de cosas a nuestro alrededor que merecen nuestra atención. Debemos comenzar a ver más allá de lo aparente, debemos ver lo que somos, lo que fuimos y lo que podemos ser.
En la vida, no hay tiempo para aburrirse. Si estamos esperando a que pase algo, lo único que pasa es la vida.
Gracias por tus palabras Miguel Ángel.
Tampoco yo me he aburrido nunca. ¡Hay tantas cosas que quiero hacer! Aunque confieso que a veces me gustaría saber qué se siente al aburrirse. ¡Qué curioso!
Pues yo tampoco se lo que es el aburrimiento, y estoy totalmente de acuerdo con que estar aburrido no és lo opuesto a ser hiperactivo. Creo que tiene mucho que ver con sentir curiosidad por las cosas y las personas… y con sentir más placer saliendo del propio ombligo que concentrándose en él.
yo considero que el aburrimiento se da cuando se pierde el intéres en las cosas, pero cuando las personas son autodidactas no tienen espacio para el aburrimiento ya que no necesitan algo que les dicte o señalen sus obligaciones o actividades que necesiten realizar en su vida cotidiana, si no al contrario es creativo, imaginativo que busca respuesta a lo desconocido siempre y cuando sea tema de interes o actividad a desempeñar
Pienso en relacion al aburrimiento, a mis jóvenes alumnos, de los que surge la demanda, de que como docentes les presentemos los temas curriculares de modo atractivo. Si bien, es nuestro objetivo, en algunos casos, siento que por momentos no puedo encontrar la manera. Acuerdo con que debemos retomar lo escencial de las cosas, lo esencial de la vida, no se si haciendo muchas actividades una persona no se aburre. Creo que no debemos dejar de lado el disfrute de las pequeñas cosas que conforman nuestra vida y nuestros proyectos, arraigarnos a valores que nos completen como personas en relacion con otras.
Disfrutar cada momento, y aprender de cada situaciòn, de cada persona. Por ello creo que cada dia debemos buscar hacer nuestras tareas reflexionandolas, dandoles un sentido y buscando otros.
Miguel Angel, saludos desde Entre Ríos, Arg. Gracias por comartir sus palabras, que nos sirven de puntos guia.