¿Dónde va Vicente?

14 Mar

borregos21covr7.jpg Existe un peligroso concepto de verdad que se refleja en el siguiente enunciado: “Verdad es lo que la mayoría dice que es verdad”. Este concepto sociológico de verdad está muy difundido y, sobre todo, está potenciado a través de la televisión. Se podría definir también de este modo: “Verdad es lo que todo el mundo sabe porque se ha dicho en la televisión”. Obsérvese que se ha dado como argumento sobre la existencia de Dios el hecho de que muchos seres humanos, a lo largo de la historia, hayan creído en esa existencia. ¿Cómo iban a estar tantísimas personas equivocadas?, se argumentaba.
Leí en su día en la prensa, expresado con gran euforia por los cronistas, que el encuentro de Benedicto XVI con la juventud celebrado en Australia había sido la mayor concentración de jóvenes de la historia. Se esconde debajo de la noticia un intento de persuasión del lector. No pueden equivocarse tantas personas simultáneamente. Si se concentran tantos chicos y chicas convocados por un anciano Pontífice es que la Verdad los atrae. No se puede dar un error tan compartido y tan generalizado. ¿Por qué no? Durante siglos todo el mundo creía que el sol giraba alrededor de la tierra.He visto utilizar ese mismo argumento en situaciones más pedestres:

– Mira, ese restaurante tiene buena cocina. Siempre está lleno de gente.
Puede ser que no. Puede ser que todos hayan acudido porque se ha puesto de moda ir a ese lugar a través de comentarios muy poco rigurosos.
Un alumno mío del Practicum relata en su memoria que, estando en una clase, el profesor corrigió un ejercicio de matemáticas en voz alta. La forma de hacerlo fue la siguiente. Los alumnos iban dando la respuesta. El no sabía que el profesor había inducido a los alumnos a dar una respuesta equivocada, pero unánime. Y él dice:
– Cuando llegó mi turno yo di la respuesta equivocada porque no me atreví a dar la solución que yo tenía.
Es decir, que el alumno se vio arrastrado por lo que decían los demás, por lo que decía la mayoría. ¿Cómo iban a estar todos equivocados?
El sociólogo Asch realizó hace años unos experimentos en los que pretendía analizar cómo influye la mayoría unánime en un individuo discrepante. El experimento consistía en comparar la longitud de dos rayas verticales con otra de referencia. Uno de los asistentes desconocía el contenido de la prueba. Todos los demás (la mayoría unánime) había recibido previamente la consigna de responder correctamente en los tres primeros casos e incorrectamente en el cuarto. Al llegar este último caso, el experimentador hacía la consabida pregunta:
– ¿Qué línea tiene una longitud más aproximada a la 1, la 2 o la 3?
Todos daban la respuesta equivocada y, al llegar a la persona discrepante, observó tres tipos de respuesta:
a. Se distorsiona la percepción. Es decir que la presión social hace que se modifique un fenómeno físico como es la percepción. La persona discrepante «ve» más parecida la línea equivocada.
b. Se distorsiona el juicio. La persona discrepante ve que la respuesta que están dando es equivocada pero piensa que algo le pasa a él para ver algo diferente: un reflejo, la perspectiva, la miopía que tiene en uno de sus ojos…
c .Se distorsiona la expresión. El individuo discrepante ve realmente la línea correcta, piensa que allí hay gato encerrado, pero no se atreve a dar una respuesta distinta.

Asch introducía algunas variaciones en el experimento. Hacía que dieran la respuesta equivocada sólo los líderes del grupo o sólo los amigos de la persona discrepante. Y analizaba la fuerza del arrastre hacia sus posiciones. Algunas personas, como es lógico, daban la respuesta correcta. Pero no eran muchas. Porque no resulta fácil ir contra la corriente.
Pienso, por ejemplo, en un político discrepante respecto a la mayoría de su partido que se pronuncia de forma unánime; en un profesor aislado que quiere introducir una innovación en su escuela frente a la oposición unánime del resto de los miembros del claustro; en un alumno que quiere mostrarse respetuoso con un compañero del que todos a una se burlan…
Al discrepante se le tacha de tarado, de raro, de extraño, de impertinente, de creído, de tonto, de especial. Como decía aquel ingenioso interlocutor:
– Todos somos raros, menos tú y yo. Incluso tú eres un poco raro.
¿Hasta qué punto nos dejamos arrastrar por las mayorías?, ¿hasta qué punto somos capaces de defender nuestra posición en contextos adversos?
Parece que es el sentido común el que nos hace pensar como todo el mundo. Le oí decir a Eduardo Galeano hace unos días en una entrevista que un psiquiatra amigo suyo definía así la salud mental: «Es un estado transitorio que no presagia nada bueno».
Existen mitos y errores tan extendidos que todo el mundo acepta como verdades indiscutibles. Tiene que ver lo que digo no sólo con la forma de pensar y de hablar. También sucede con la forma de actuar. ¿Dónde va Vicente?, se pregunta nuestro refranero. Donde va la gente, contesta. Hay quien no sabe divertirse solo, quien no es capaz de organizar por propia iniciativa una actividad. Lo que le arrastra es la masa, la mayoría. Se da por hecho que algo que leen muchos no puede estar mal escrito. De ahí la capacidad de arrastre de los best sellers. De que algo que eligen muchos no puede estar mal elegido. Como si lo que la mayoría hace estuviera, per se, bien hecho. De ahí aquel significativo exabrupto que aparecía en una pintada: «Millones de moscas no pueden equivocarse: come mierda».
El criterio se puede aplicar a casi todos los fenómenos de una sociedad masificada. Una sociedad en la que el individuo se diluye en la masa. Así, por ejemplo, se considera que un programa bueno es aquel que ven más personas, que un buen periódico es aquel que tiene más lectores y que un buen producto es aquel que es consumido por más clientes. Lo de las moscas.

33 respuestas a «¿Dónde va Vicente?»

  1. Simplifico mi aportación: en la medida que este es un blog, como tantos otros, sobre la enseñanza, deberían acceder al mismo y emitir sus opiniones al respecto las únicas personas capacitadas para hacerlo: los docentes, de la misma manera que a nadie se le ocurriría, por ejemplo, escribir sobre física cuántica sin tener la menor idea al respecto.
    Dicho de otro modo: nos sobran “expertos” y teóricos al uso, esas personas que definitivamente no saben de lo que hablan. Dejemos paso a los profesionales, por favor.

  2. Sin ánimo de ofender, yo pienso que un blog es un espacio abierto donde todas las personas tienen acceso para poder opinar sobre los temas que allí se exponen. También recordarle que estamos en un país democrático donde existe un derecho de libre expresión y ese derecho es para todos los ciudadanos, no solo para los expertos de la materia.
    Me gustaría terminar diciendo que para ser experto de algún tema no es necesario tener un titulo donde lo señale. Es cierto que es importante conocer la teoria y que sean personas cualificadas quienes las impartan, pero ¿De que sirve tanta teoría si luego no somos capaces de aplicarlo a la práctica?

  3. Hola a todos y todas:

    Como siempre, empezar el fin de semana abriendo el blog, mientras que con la otra sostienes la rebanada de pan con mermelada es muy gratificante. Gracias Miguel Àngel.

    Lo grande de la educación es que construimos y no destruimos, y para construir en democracia, la opinión de todos y todas debe ser bienvenida. Escuchar para ser escuchados. Valorar para ser valorados. Tener en cuenta para ser tenido en cuenta.

    Muchas veces, alguien de «fuera» del mundillo, nos puede dar su valiosísima opinión porque su óptica és ligeramente diferente a los que estamos, en cierto grado «contaminados» y tenemos nuestras líneas muy claras ya que este hecho, casi siempre nos limita y nos ciega a otros caminos.

    Sean pues bienvenidas, en la construccion de la escuela, las opiniones de otros maestros con mucha, poca o ninguna experiencia, de teóricos y expertos, como así las de nuestros alumnos y sus famílias. Y las de nuestros estudiantes en prácticas también. Y las de los jardineros, mèdicos, dietistas, o incluso panaderos o libreteros que en un momento dado, pueden aportarnos ese «toque» de distancia del que gozan, al no estar totalmente involucrados en la escuela. Su «toque» desde sus disciplinas.

    Porque a veces, hay que dejaarse de mirar el ombligo y aceptar que en todos hay un poquillo de verdad. Y porque de esta manera poderemos construir una escuela cada vez mas equilibrada.

    Un abrazo desde Barcelona.

    Ivan

  4. ¿Quién no puede enseñarnos algo en esa maravillosa escuela que es la vida?
    Rinoceronte, suenas despótico y autoritario y poseedor de la verdad… ¿Cual verdad? La tuya claro, que pareciera la mejor y que nos hace sentir a quienes escribimos por aquí, ratas de alcantarilla… Y nos llevas a rebatir tus argumentes, teniendo la sensación de que no te interesan nuestras opiniones…
    Pero si escribes tu también es porque sin ninguna duda te gusta el lugar y la educación. No reduzcas la educación al ámbito escolar, hace rato que es un concepto perimido, ni el saber a títulos docentes. Conozco quienes acumulan montones de ellos y son incapaces de trasmitir conocimientos.

    Es imcreíble el poder de los medios masivos de comunicación. Ellos son los actuales poseedores de la verdad y privan de ese don de pensar por si… Lo dijo la televisión, lo ví, por televisión…
    Es complicado y difícil pensar diferente. Es una extraña sensación de navegar contra la corriente. Y la tentación de dejarse arrastrar por las aguas donde la mayoría navegan es grande. En estás vacaciones, hablando con uno de mis hijos que tiene 17, él se lamentaba amargamente de no ser como todos… siendo que es un chico sano y normal y común… Creo que el punto clave esta en el PENSAR y en enseñar a pensar. Poder dudar y buscar nuestras propias verdades y luchar por ellas, defendiéndolas con un buen sostén teórico y respetando a quienes piensen diferente.

  5. No confundamos la velocidad con el tocino, que tiene que ver ser profesional de la enseñanza o no para poder opinar sobre los temas o artículos que se exponen aquí. No es pecar de ¿intolerencia?. crear corporativismo,ser excluyentes, todo esto me suena un poco a todo eso.
    Yo no sé de donde le viene a Rinconete ese empeño de vetar la opinión a los que no son docentes.Yo pienso que más que vetar hay que opinar sobre lo que se dice con argumentos, centrarse en el tema que se expone y aportar u opinar las ideas que surjan. Si hay opiniones con las que no estas de acuerdo, exprésalo con argumentos, y si no déjalo pasar que lo importante es aquello con lo que te quedes para reflexionar.
    Y centrándome en el tema que se expone para comentar estoy de acuerdo que la masa por mucho que diga blanco y en botella, puede estar equivocada. Hay una frase de Ghandi que también reflexiona sobre ello:
    «Un error no se convierte en verdad por el hecho de que todo el mundo crea en él».
    Hay otra de Ghandi que a lo mejor te ayuda a reflexionar Rinconete:
    «Puesto que yo soy imperfecto y necesito la bondad y la tolerancia de los demás, también he de tolerar los defectos del mundo hasta que pueda encontrar el secreto que me permita ponerles remedio.»

    Un saludo

  6. Buenos días, estimado Maestro Miguel Ángel y amigos habitués (¿así se escribe?) del Blogg.
    Es cierto. Tras los medios está el comercio y los grandes intereses. ¿Quién no se instala hoy ante el televisor a ver el programa «con mayor raiting», y a veces son programas vergonzosos…pero todos lo ven, y si no lo viste y no tenés ni la menor idea del tema de que todos hablan con gran conocimiento, parece que fueras un ignorante.
    Todos somos educadores, todos tenemos algún aprendizaje que compartir, algún saber que poner al servicio de otros, al mismo tiempo que satisfacer la necesidad de todo ser humano de aprender mientras dure su vida.
    Y bueno, trataremos de que Vicentico abra los ojos, y se de cuenta de que hay otros lugares allá donde no toda la gente va…y que tiene libertad para incursionar en ellos…
    Hasta el sábado, feliz fin de semana.

  7. Querido Miguel,te vi y escuche en Murcia el jueves 12.Fue un placer leerte,pero lo fue mas verte y escucharte.Te pregunte la direccion de tu blog.Yo estaba en primera fila.Me sonreiste.Algo bueno surgio entre nosotros,aunque tu no lo sepas…Un verdadero placer saber que estas ahi y que puedo comunicarme contigo…

  8. Sartre sostenía que estábamos condenados a ser libres. Y es verdad.
    En todo momento podemos elegir, aún en momentos difíciles podemos hacerlo.
    Es por ello que importa muchísimo diferenciar entre «optar» y «elegir».Parecieran sinónimos, pero nada más lejos que eso.
    Optamos dentro de lo que hay, dentro de lo que la cultura masificada exige.
    Sin embargo hay en el elegir una connotación creativa: puedo seleccionar entre lo que hay y dentro de aquello que no me presentaron y, aún más, entre aquello que aún no existe, pero que acabo de inventarlo…
    El riesgo es que cada vez optamos más y elegimos menos.
    Las culturas masificadas no permiten la creatividad,obstruyen la imaginación.
    ¿Se acuerda ,Miguel ,de la película «The Wall»?
    La masificación nos lleva a una picadora de carne en donde, después de ser picados, no nos distinguimos los unos de los otros.
    Si nos ponemos a observar detenidamente en las escuelas, podremos encontrar docentes que tienden a esta masificación tratando de «homogeneizar» grupos de estudiantes.
    Gracias a Dios somos heterogéneos por donde se nos mire…sin embargo, pareciera que molesta trabajar en la diversidad, molesta aceptar lo diferente, se lo toma como una amenaza.
    Es por eso que habrá que tener cuidado cuando veamos aglomeraciones de gente en determinados lugares o desconfiemos cuando alguien nos cuenta que tiene un grupo de alumnos parejos y homogéneos, porque nos está diciendo lo que se desea: que todos sean igualitos para ser aceptados.
    Sugiero releer al maestro Miguel Ángel en «La estrategia del caballo» o a Merriè en «Frankestein educador».Siempre viene muy bien refrescar nuestras ideas con lecturas enriquecedoras, no sea cosa que la masificación nos invada.
    Ser diferente y sentirse bien con esa diferencia no solamente es bueno. Es muy bueno.
    Un abrazo, Miguel. Gracias por el Vicente que nos invitó a reflexionar.

  9. Absolutamente de acuerdo con Rinconete. No todo el mundo está capacitado para emitir opiniones sobre la enseñanza y el mundo de la educación, en la medida que su visión puede quedar reducida a escribir lo primero que se la pasa por la cabeza, sin más, a la vista de lás aportaciones en el blog. Si esto fuera un blog sobre ecuaciones no lineales, dudo mucho que habría muchas colaboraciones ajenas a las propias de los científicos. Si fuera un blog sobre derecho procesal, sin duda las personas que aportarían su visión serían exclusivamente personas del mundo jurídico. Y la enseñanza y la educación, como es obvio, debe quedar en manos de los expertos, de los profesionales, de los educadores, no de cualquiera que pase por aquí, sin más. Creo que es de sentido común. Que cada uno encuentre el foro que más se acerque a su formación, aunque sea uno sobre como hacer una perfecta mayonesa. Buenos días.

  10. Es interesante, aunque duela, la opinión de Rinconete y en cierto sentido tiene razón. Una crítica generalizada al sistema educativo, por parte de sus profesionales es precisamente el intruisionismo, en altos cargos con capacidad de decisión, de perfil muy bajo académicamente hablando y aún más extremado en el caso de experiencia docente. Esto es, uno de los problemas de la educación y la enseñanza es que existen personas que no saben de lo que hablan y sin embargo, para entendernos definitivamente, son los responsables de que en el BOJA aparezcan decretos, órdenes, etc. Pienso que la educación y la enseñanza deben ser terreno propio de profesionales, siendo las restantes aportaciones de personas totalmente ajenas a la misma, siempre relativas o anécdoticas, en la medida que si bien deben tener el derecho a exteriorizar lo que piensan, deben ver siempre acotadas dichas opiniones por sus propias limitaciones de formación o profesionales. Esto es, quién puede y debe hablar sobre medicina son los médicos. Los que pueden y deben hablar sobre química inorganica son los químicos. Y los que pueden y deben hablar sobre pedagogíca, didáctica y educación, son los docentes. QUe nadie se ofenda, pero cada uno en su contexto.

  11. Yo no veo mal que la gente opine, aunque es cierto que lo que se lee en estos foros poco o nada tienen que ver con la enseñanza y la educación, propiamente hablando, al menos desde el punto de vista científico y actual. No se habla de las aulas, ni del sistema educativo en España y particularmente en Andalucía. No se habla de noticias tan candentes como que el tribunal superior de justicia haya anulado parte del decreto de bachillerato. No se habla de los resultados de las PED. Ni de la violencia en las aulas. Se habla de sentimientos y sensaciones, de utopías muy lejanas en el tiempo, más propias de las II República que de los tiempos actuales que si bien son agradables de leer (son reflexiones «bonitas») poco aportan en sí mismas al mundo de la educación.

  12. Menos mal que Piaget no contó con un blog que le excluyera por la sencilla razón de no ser un profesional de la enseñanza, siendo sólo un investigador del alma infantil humana y sus pequeñas veleidades y caprichos de humanos pequeños que funcionaban de distinta manera a como dictaba la razón didáctica. Si aprendemos de los niños, podemos aprender de los no profesionales. Si alguien se mete en camisas de once varas, en su riesgo, no el nuestro.
    Cuando estaba yo con jóvenes, en las clases que se dedicaban a coloquios, aprendí muchas cosas y me ratifiqué en otras, y además ellos sabían que no podían esperar de mí la última palabra, porque la palabra era de todos. Es un decir y en eso estamos, y si no aprendemos nada, podemos practicar la lectura rápida, que también nos ayudan a tener las neuronas vivitas.
    Debemos recordar que la mayoría sólo tiene la mayoría, la razón, o lo que sea, anda suelta y puede estar en cualquier lugar o en cualquier mente no profesional.

  13. …RINOCERONTE ..porque como el animal tiene un solo cuerno, tambièn la mirada ùnica???’Por favor…opinemos, solo asì daremos a luz muchas verdades…y no por seguir a Vicente…quizas a Miguel??’ Hasta el sàbado que viene

  14. No, la razón no está en todas partes, científicamente hablando al menos. Una cosa es la subjetividad del espectador que se puede manifestar con más o menos criterio, dependiendo de su formación, ante una creación artística, pongamos por ejemplo. Y otra, muy distinta, concluir que la aceleración de la gravedad es de 9,8 metros por segundo cuadrado. Esto es, la subjetividad tiene valor exclusivamente para el dueño de la misma, mientras que lo científicamente propiamente tiene valor para todas las personas, en la medida que sinónimo de verdad. Y en ello estamos los profesionales de la enseñanza y la educación: nada más peligroso que las apreciaciones subjetivas sin fundamento que vierten sus opiniones sin más, justo al lado de los grandes profesionales de las aulas. Es evidente, que el peso de unas y de otras, es sustancialmente diferente.

  15. Aquí sí se habla de aula, aquí sí tenemos la visión real de la escuela, más allá de las políticas de turno.
    Aquí hablamos de las relaciones cotidianas que no son utopías, son realidades,aunque puedan parecerle a alguien sólo palabras bonitas-que muchas veces duelen-Aquí sí estamos poniendo en común experiencias, vivencias, relaciones maestro-alumno, la comunión, el vínculo que se establece día a día, conocimiento a conocimiento, dolor a dolor, limitación a limitación.
    Porque se es Maestro con el alma y con el corazón, o no se es Maestro.

  16. No veo que se hable de «la escuela», tal como asevera la última aportación (número 18). Se habla, en el fondo, de poesía. De ese territorio sensible y delicado que se desarrolla exclusivamente en el mundo onírico, pero desde luego no en las aulas. Deberíamos hablar, al menos de vez en cuando, no de utopías, sino de la realidad cotidiana de las aulas: de cómo la sociedad moderna ha sustituido sus propias responsabilidades paternas por aquellas que se le suponen a los docentes. De cómo los escolares acaban sus estudios de enseñanza obligatoria sin apenas haber desarrollado un mínimo de competencia lectora. De ese 33% de fracaso escolar en España. De los aciertos y desaciertos de las leyes orgánicas de educación que se han sucedido en abundancia desde el año 1990 que se promulga la Logse. De la violencia en las aulas. De los centros educativos y sus recursos humanos, materiales y económicos. O bien no, quizás sea preferible no hablar en absoluto de nada de ello y seguir con la poesía, instalados cómodamente en el terreno onírico que nos permita, en definitiva, y creo que esta es la esencia de esta blog y la verdadera filosofía de los que aquí escriben, evadirse de la realidad.

  17. Nunca he intervenido en el blog haciendo comentarios sobre las diversas opiniones que expresan sus lectores o lectoras. Creo que es la mejor forma de respetar su libertad.
    Pero hoy lo quiero hacer para discrepar acerca de la opnión que expresan algunos comentaristas que sostienen que NADIE DEBERIA OPINAR SOBRE EDUCACIÓN SI NO ES DOCENTE.No solamente están negando un derecho que todo el mundo tiene, sino que están cometiendo, a mi juicio, un craso error. Cuánto aprenderíamos los profesores si supéramos escuchar lo que dicen el alumnado, las familias y los ciudadanos y ciudadanas en general.
    ¿Es que sólo pueden hablar de la salud los médicos? ¿Sería razonable impedir a los pacientes que expresasen cómo se sienten y qué piensan de su evolución? ¿Sólo pueden hablar de arquitectura los arquitectos? ¿No podemos decir que una casa está mal hecha si se nos cae encima? Qué absurdo.
    Otra cosa es que quien no es arquitecto no pueda ponerse a hacer una casa.
    La ley confiere a los padres y madres no sólo el derecho a opinar sobre educación sino a DECIDIR a través de los órganos colegiados.
    En cualquier caso, se podría decir que no hable quien no sepa, pero no quien no sea profesional. He visto sostener a muchos docentes tesis que no tenían fundamento alguno. Y he visto cometer muchos errores. ¿O somos omniscientes? ¿O somos perfectos? No hay mejor ejemplo que el que aquí se comenta. ¿Tiene una opinión rigurosa sobre educación quien afirma que sólo pueden hablar de educación los docentes? A mi juicio, no. Creo que se está equivocando. Y por cierto: ¿dejan expresar a sus alumnos y alumnas lo que piensan de la educación? ¿Pueden hablar con libertad? ¿No tienen nada que decir?
    En cualquier caso si el profano comete un error al opinar habra que ARGUMENTAR y REBATIR con rigor, pero no PROHIBIR.
    Por otra parte, este es un blog que no habla exclusivamente de educación. Y, cuando lo hace, no habla sobre TODAS LAS CUESTIONES sino sobre ALGUNAS. Puede ser que algún lector o lectora no las considere las más importantes. Ni yo digo que lo sean. Un blog no es un tratado sistemático.
    En este blog se habla de muchas otras cosas: de política, de cultura, de cine, de lenguaje, de sentimientos… ¿Puede negarse a alguien que intervenga por el hecho de no ser un docente? ¿Quién gana cuando se prohibe expresarse?
    Hace unas semanas, alguien propuso que se cerrase este blog y que se abriese otro en el que participasen todos los profesores de Andalucía. ¿Qué tiene que ver una cosa con otra? ¿Cómo se puede un profesor proponer cerrar un foro de opinión? ¿Quién impide que los profesores abran un blog? ¿Es que quien suscribe no es también un profesor de Andalucía? Se habla de los teóricos y prácticos como si nosotros (me refiero a los universitarios) no tuviésemos aulas y práctica y experiencia. ¿No? ¿No sabemos lo que son las aulas estando todos los días en ellas? ¿No sabemos lo que son los otros niveles si hemos sido muchos años profesores en ellos?
    Gracias a todos los que me leen. Y gracias especialmene a todos los que opinan. Creo que hace más el lector por el autor que a la inversa. Gracias, pues. Creo que todo lo aprendemos entre todos.
    Si me he decidio a escribir este comentario no es para defenderme sino para defender el derecho a que todos y todas se expresen con libertad.
    Miguel Angel Santos Guerra.

  18. Para argumentar y rebatir un concepto, necesariamente hay que tener conocimiento fundado del mismo. Nadie que no desarrolle su carrera profesional en las aulas (infantil, primaria, secundaria, bachillerato, FP…) puede tener semejante conocimiento, ni siquiera intuirlo. De ahí la necesidad de que los blogs de enseñanza estén exclusivamente enfocados a las colaboraciones de los docentes, de los profesionales y expertos en la educación que construyen futuro día a día para generaciones sucesivas de jóvenes. Cualquier comentario fuera de contexto, el que se produce precisamente por personas ajenas a la enseñanza, es pura demagogia.

  19. Insuperable Rob:
    Pocas veces he visto una petulancia mayor. O sea, que a usted no hay evaluador que le pueda comprender, por mucha psicología del aprendizaje que sepa, por mucha historia de la educación que conozca, por mucha experiencia que tenga. Aunque sepa más que usted. ¿O es el que mas sabe del mundo? Es decir, que si los mejores especialistas del mundo observan su aula, ninguno podrá opinar con argumentos sobre lo que hace.
    O sea, que si un profesor desprecia a un alumno en su aula, NADIE podrá decir si lo hace bien o lo hace mal. Pero, hombre, ¿quién se cree usted?, ¿de dónde ha sacado esa teoría?, ¿en qué libro la ha leído?, ¿en qué investigación se basa?, ¿que rigor tiene su argumentación?
    Es decir, que si usted ve un partido de fútbol, no puede opinar con rigor sobre lo que hacen los futbolistas. Sólo ellos pueden entenderlo.
    Nunca he oído una sandez de mayor calibre. Me imagino lo que dejará opinar a sus alumnos y a los padres y al resto de los profesores y al Director y al Inspector y a cualquiera que no sea usted. Cuánta humildad nos haced falta. Desde esa postura no podrá aprender NADA DE NADIE. Le digo sinceramente que no me gustaría ser su alumna. Con su pan se lo coma.

  20. Claro que para rebatir un concepto hay que saber de que se está hablando. Lo que no es necesario,es ser docente en cualquiera de los niveles para hablar de educación.
    Creo que las madres por el simple hecho de ser madres, y no hay ninguna carrera universitaria que se llame «maternidad», podemos hablar largamente y con sobrados argumentos de la educación de nuestros hijos e hijas. Elegimos y decidimos que escuela queremos. Lástima que no podamos elegir los maestros que queremos. En la educación de un hijo no hay demagogia. Es la más profunda y ardua de las tareas. Les entregamos una carga cultural, un modo de ser, una manera de juzgar la realidad,un cúmulo de sentimientos que no da ninguna escuela, ninguna universidad.
    Leyendo los comentarios de tan eruditos educadores, que niegan la libertad de expresarse y que no pueden enseñar el respeto por el otro, porque no pueden ponerlo en práctica, hay una sola cosa de la cual me queda absoluta certeza: no quiero a esos sabios poseedores de la verdad como maestros de mis hijos… No los quiero ni siquiera cerca…

  21. En este blog interviene gente que está distraída, que no se centra en las cuestiones, quieren hablar desde la certeza absoluta de que es lo adecuado o inadecuado, entienden mal las cosas. Van interpretando la filosofía del blog desde su ombliguismo y subjetividad personal. A pesar de que el autor diga lo contrario e invite a participar a todo aquel que así lo desee, ellos siguen erre que erre con esa tozudez que les caracteriza.
    No hay más ciego que el que no quiera ver, en este caso leer. Hablan de excelencia, profesionalidad, titulación……para poder opinar sobre educación. Quieren sentar cátedra sobre sus verdades, pero luego tanta titulitis para nada, no son capaces de aportar nada, simplemente intentan boicotear, censurar, en definitiva prohibir.
    Este tipo de virus que participan en los foros, debates y lugares de opinión son característicos de este entorno. Siempre hay gente que quiere confundir, que intenta dar lecciones a los demás de lo que es correcto o incorrecto, vuelvo a repetir, sin aportar nada valioso para los demás.
    En fin tengo que decir a todos/as los que con buena intención participan en este foro, no gasten energía con los que se empecinan en desvirtuar y llevar la filosofía de este blog por otros derroteros. Lo ha dejado bien claro el autor, este es un blog donde libremente puede opinar aquel que así lo desee y yo le felicito y le doy las gracias porque así sea.

    Un Saludo…

  22. Creo que no estoy en el estado transitorio. Porque no hago más que ver esas ovejas con boinas rojas por todas partes. Y duele verlas en la calle, en las iglesias, en los partidos políticos y en los de fútbol.
    Pero donde más duele verlas es en los claustros, en la Administración educativa, pastoreando por los patios de nuestras escuelas e institutos.
    Gracias, Miguel Ángel

  23. Muy interesante pero vacío artículo: no pretende otra cosa que el autobombo del autor.

    Sin ánimo de ofender, Miguel Ángel, me gustaría saber cuál es la pretensión del texto.

    – ¿Mostrarnos lo instruido que está en citas y experimentos?
    – ¿Exponer una situación evidente y largamente trillada?

    Si todo el texto del artículo hubiera sido «¿Dónde va Vicente? Donde va la gente» nos hubiera ofrecido la misma información que tantas líneas y más líneas.

    Naturalmente, nos encontramos ante una nueva confirmación de una opinión mía sobre los docentes, que la sociedad se ha encargado de reducir a dos tipos: los pavos reales y los conejos. Los pavos reales, a base de papers y premios, son los que lucen las plumas. Los conejos son los que huyen en cuanto se mueve la maleza.

    La nueva y fantástica legislación educativa introduce la interesante novedad de una única programación de ciclo en lugar de las 4 / 6 / 8 de todos los tutores en total. Con esta maravillosa iniciativa, ese profesor aislado del que habla ya no podrá ni siquiera trabajar su proyecto innovador en su propia aula.

    Pero, claro, comentar esto ya entra en terreno pantanoso, y en los terrenos pantanosos no caben las informaciones como que los mejores sistemas educativos del mundo JAMÁS dan trabajo de por vida a ningún maestro.

    Luzca plumas, querido profesor, y disculpe la franqueza. Escribe muy bien, aunque no diga nada.

  24. ¡Excelente artículo!

    Y muchas gracias también por las aclaraciones del comentario (número 20).

    La libertad se defiende con magistral eficacia con el ejemplo.

    Un abrazo, querido amigo y maestro.

  25. Ahora entiendo que la educación vaya mal. Ahora entiendo que toda la culpa no es de una Administración errática que empeora la situación con cada nueva decisión. Ahora entiendo que, detrás de este profundo desastre en el que estamos convirtiendo nuestro sistema educativo, están profesores, docentes, que atufan a corporativismo, a endogamia a manifiesta incapacidad de mejora. Funcionarios con o sin tal condición que aspiran a apoltronarse. No acaben ustedes con quien sí cree en la educación y quien quiere mejorarla. Lárguense ustedes a otro tiempo tirano y fascistoide donde, sin duda, se sentirán a gusto poniendo en la pira las opiniones ajenas. Su problema es que son unos incapaces. Ustedes están matando la Educación. Ni caso, Miguel Ángel. Ni caso.

  26. No me gusta el tono de algunos comentarios. Me desagradan profundamente los insultos, la atribución de intenciones, la descalificación. Lo que hace falta es argumentar desde el respeto. Debe existir libertad de expresión, pero no de agresión.

  27. Rinoceronte y otros opinan que solo deben opinar aquellos que estan capacitados para emitir opiniones sobre la enseñanza. Creo que la situacion del sistema educativo en todo el mundo (y no incluyamos a las excepciones, que, como decia un amigo, son excepciones, y no regla) desmiente sus opiniones y por lo tanto deja abierta la puerta para que otros podamos opinar tambien. Tal vez entre todos sí podamos encontrar una respuesta mas adecuada que la «corporativa». En cuanto al tema principal del blog, requiere mucha fuerza el resistirse a ser masificado, pero asimismo, hay que saber darse cuenta cuando la masa esta en lo cierto, y no negarnos a esa verdad, solo para no ser masificados.

  28. Gracias a Rinconcete, Rob y Oscar por su magnifica demostracion de intolerancia, de vez en cuando viene bien para aclararnos los motivos de la falta de valores en la sociedad y la persistencia del fracaso escolar en la escuela.

    Sus comentarios me traen a la memoria el dia en que un profesor universitario critico un articulo que escribi sobre la necesidad de renovar la pedagogia del deporte, en los mismos terminos que lo hacer estas personas daba igual que llevara 18 años trabajando como entrenador, no era un licenciado, hace unos años salde mi cuenta pendiente y realice la carrera de pedagogia en tres años, tenia la esperanza de que pudiesemos hablar sobre el contenido del articulo pero ahora cuando me ve apenas me saluda y agacha la cabeza. Al igual que este profesor, estos señores no tienen ninguna intencion de dialogar sobre educacion ni nada que se le parezca, su unica razon para escribir en este foro es la de boicotearlo, y de hecho han logrado llamar la atencion del propio autor, felicitemolos por ello y pasemos pagina, que no se conviertan en el centro del dialogo.

    Hay un viejo cuento sufi en el que se narra la historia en la que un barquero que trasladaba a un profesor en su barca le comento:
    Sempre voy rapido cuando hace mal tiempo.
    el profesor indignado le pregunto:
    ¿Usted no aprendio gramatica en la escuela?
    El barquero desconcertado respondio:
    No.
    Entonces el profesor de forma arrogante le comento:
    Pues a perdido usted la mitad de su vida.
    En esos momentos comenzo a entrar agua en la barca y el barquero ante el peligro inminente pregunto al profesor:
    ¿Usted aprendio a nadar?
    El profesor preocupado respondio:
    No
    Y el barquero con cara de resignacion le comento:
    Pues a perdio usted toda su vida.

    No perdamos el tiempo discutiendo con quien no quiere escuchar, y le aterroriza la idea de que libertad de expresion le cambie su verdad teleológica.

  29. Estimados/as

    No sólo debemos compartir nuestras verdades en relación a temas educativos y escolares, sino que esta es una actitud común en nuestras vidas diarias en relación a todos los temas que nos incumben. La realidad no es educativa, social, medica, física, psicológica…. Esa es al separación artificial que ha hecho la ciencia (es decir nosotros) para intentar explicar una minúscula parte de la realidad. Todos opinamos de todo en nuestra vida cotidiana. Acaso no decimos que cierto médico es un mal profesional cuando nos ha tratado mal ¿Y sabemos de medicina? Acaso no criticamos al ministro de economía cuando decide subir los impuestos ¿Somos economistas? Acaso no afirmamos la existencia o no existencia de Dios ¿y somos teólogos? , etc… La realidad es algo imposible de aprehender en su totalidad, como dice la física cuántica (y no soy físico) pero todo lo que decimos y hacemos sobre ella es lo que la configura como tal. Decir que sólo los educadores debemos hablar de educación es la base de la educación antidemocrática, pues bajo ese criterio los estudiantes no deberían decir nada en relación a nuestra labor, pues ellos no son profesionales de la educación. Ello nos lleva a lo que suele ser común, en nuestras aulas. Un profesor que habla y un estudiante que escucha. En el fondo un profesor que cree enseñar y un estudiante que aparenta aprender. Hablemos, conversemos, compartamos y construyamos, colectivamente, una mejor escuela. No dejemos a nadie afuera, democraticemos los espacios y tiempos escolares. Un abrazo a todos y todas

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