Carta de papá

24 Ene

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Ha llegado a mis manos, procedente de Argentina, una carta que el nuevo presidente de los Estados Unidos ha dirigido a sus hijas Malia y Sasha. Espero que el documento no sea apócrifo. Aunque si lo fuera, resultaría muy significativo que se le pueda atribuir al autor ya que encierra una profunda ternura, una enorme clarividencia y un sentido de la responsabilidad política admirable. No sé cómo se ha hecho pública. Ni siquiera sé si ha llegado a las niñas directamente o a través de algún medio para que la pudieran leer todos los ciudadanos y ciudadanas del mundo. La verdad es que me gustaría reproducirla íntegramente pero, claro, la mera reproducción no sería un artículo de opinión como se me pide. Remito al lector a su lectura a través de las facilidades que nos presenta la red.*
Ya es un hecho emocionante y admirable que el presidente del país más poderoso del mundo dedique el tiempo y ponga el foco más intenso de su atención en esas dos pequeños seres que son sus hijas. A los hombres se nos ha dicho durante demasiado tiempo que manifestar las emociones no era propia del “sexo fuerte”.
Quiero glosar algunos de los apartados de la carta y reproducir literalmente algunos de sus párrafos para que el lector pueda apreciar la sensibilidad y la cordura de Barack Obama.

1. Es consciente de la importancia que tiene para las niñas la privación del padre que ha supuesto la campaña. Pero sabe también, y así lo reconoce, que él se ha perdido muchas cosas maravillosas al estar separado de sus hijas. “Sé cuánto me he perdido en estos dos últimos años y hoy quiero explicaros un poco más por qué decidí meter a nuestra familia en esta ventura”.
2. Expresa el valor que para él tienen las niñas y los sentimientos que le provocan sus sonrisas. Y añade que ellas son el principal motivo que le ha llevado a la presidencia: “Pero después vosotras dos llegasteis a mi vida con toda la curiosidad y la magia y con esas sonrisas que siempre logran llenar mi corazón y alegrar mi día. Y de repente, todos los grandes planes que tenía para mí ya no parecían tan importantes. Pronto descubrí que los grandes momentos de gozo en mi vida eran el gozo que veo en vosotras. Y me di cuenta de que mi propia vida no tendría mucho valor a menos que fuera capaz de asegurar que vosotras tuvieseis la oportunidad de ser felices y de sentirse plenas. Al final, niñas, es ese el motivo por el que decidí ser presidente”.
3. Piensa, a través de sus hijas, en todos los niños y niñas de América. Y sueña para ellos y para ellas una escuela maravillosa : “Quiero que todos nuestros niños acudan a escuelas donde desarrollen su potencial, escuelas que sean un reto, los inspiren y generen en ellos una capacidad de maravillarse del mundo que tienen a su alrededor. Quiero que tengan la oportunidad de ir a la Universidad, aunque sus padres no sean ricos. Y quiero que accedan a buenos trabajos, trabajos que paguen bien y les den beneficios como atención médica, trabajos que les dejen tiempo suficiente para estar con sus propios hijos y retirarse con dignidad”.
4. Manifiesta a sus hijas una visión de la política asentada en la igualdad y en la justicia: “Quiero que podamos sobrepasar las fronteras del descubrimiento para que podáis conocer nuevas tecnologías e inventos que mejoren vuestras vidas y hagan de este planeta un lugar más limpio y seguro. Y quiero que podamos sobrepasar nuestras propias fronteras para que lleguemos más allá de la división de raza y territorio, género y religión que nos evita ver lo mejor de cada uno”.
5. Invita a las responsabilidad de las niñas y de todos los ciudadanos en la construcción de una sociedad mejor cuando se refiere a las enseñanza de su madre (y abuela de las niñas): “Ella me enseñó a entender que América es grande, no porque sea perfecta, sino porque siempre puede ser mejor, y que el trabajo no acabado para perfeccionar nuestra unión recae sobre cada uno de nosotros. Es una carga que pasamos a nuestros hijos, y a la que nos acercamos con cada generación, cada vez más cerca de lo que sabemos que América debe ser”.
6. Les insta a la solidaridad y al trabajo para que otros tengan lo que ellas han tenido:“Espero que las dos retoméis esa responsabilidad, corrigiendo los errores que veáis y trabajando para dar a otros las oportunidades que habéis tenido. No sólo porque tenéis la obligación de hacer algo por el país que tanto ha dado a nuestra familia, sino porque tenéis esa obligación con vosotras mismas. Porque cuando dirijáis vuestros esfuerzos hacia algo más grande es cuando descubriréis vuestro verdadero potencial”.
7. Genera ideales para sus niñas que van más allá de sus pretensiones egoístas: “Estas son las cosas que quiero para vosotras: creer en un mundo que no ponga límite a vuestros sueños y metas, y que crezcáis como mujeres compasivas y comprometidas que ayudarán a construir el mundo. Y quiero que cada niño tenga las mismas oportunidades de aprender y soñar y crecer que vosotras habéis tenido. Por eso he decidido emprender esta aventura con mi familia”.
8. Expresa su amor sin ambages, desde una cercanía emocional profunda: “Estoy muy orgulloso de vosotras. Os quiero más de lo que podéis imaginar. Y doy gracias cada día por vuestra paciencia, porte, gentileza y humor, mientras nos preparamos para iniciar esta vida juntos en la Casa Blanca”.
9. Y termina diciendo lo que sólo un padre sensible y apasionado puede decir intensamente: “Os quiere, papá”.
He querido compartir con los lectoras y lectoras esta iniciativa del presidente. Espero que no me lleve el chasco, pronto o tarde, de descubrir que es una carta falta, que jamás escribió el señor Obama. Me gustaría que fuera real. Acaso por eso, ingenuamente, la he dado por válida. Me ha gustado, además de su ternura y de su riqueza humana y política, el hecho de que esté cargada de optimismo y de confianza en el ser humano y en la sociedad. Los pesimistas han gozado de un prestigio intelectual que no merecen. Porque la historia sólo ha avanzado a través de la esperanza y del trabajo de los optimistas.

* En esta dirección, la carta original publicada en la revista norteamericana ‘Parade’

7 respuestas a «Carta de papá»

  1. Como simpre querido Miguel Angel, nos haces disfrutar de tus comentarios a cada semana, y como no hablar de este nuevo presidente de America, um país tan grande tan poderoso y que por la 1º vez, veo y creo que tendrá el presidente mas grande en la parte humana que jamas tuvo hasta hoy, veo en su cara en la manera de sonreir de llegar a la gente, como el mira a su senhora sus hijas y ahora está maravillosa carta, que con palabras de esta magnitud, solo podria salir de alguem grande, grande en el alma en el espiritu un gran presidente de acuerdo con la grandeza de este país.
    Me encanto la carta pero lo que mas me gusto, fue lo que diz a respecto de la escuela, pues es de ella que se formaran nuevos seres humanos, mas limpios de corazon, mas puros en el alma en la igualdad que el demostra querer llegar ser, mas humano con todos indistintamente de razas colores,eso es sin fronteras.
    Estas son las palabras

    » Y sueña para ellos y para ellas una escuela maravillosa : “Quiero que todos nuestros niños acudan a escuelas donde desarrollen su potencial, escuelas que sean un reto, los inspiren y generen en ellos una capacidad de maravillarse del mundo que tienen a su alrededor. Quiero que tengan la oportunidad de ir a la Universidad, aunque sus padres no sean ricos. Y quiero que accedan a buenos trabajos, trabajos que paguen bien y les den beneficios como atención médica, trabajos que les dejen tiempo suficiente para estar con sus propios hijos y retirarse con dignidad”.

    con esto me quedo y quiero creer , que será un óptimo exemplo para los demás presidentes del mundo todo.
    Que así sea..esperamos sin fronteras una gran mejora humana con igualdad para todos, pues afinal somos una gran familia, somos todos hermanos en los ojos de Dios..
    Gracias amigo Miguel por propiciarnos estas grandes palabras.. de hoy y simpre..
    Dayce Aviles desde Rute Córdoba- España.

  2. El discurso del nuevo presidente de los E.E.U.U, Barack Obama, es magnífico, y la carta acorde con el mismo. Si de verdad puede llegar a cumplir con esos objetivos, creo que todos los maestros del planeta que a veces podemos parecer idealistas, locos, bohemios y soñadores, al fin podremos decir: ¡SÍ! ¡Se dio! Tenía que llegar el tiempo tan soñado en el que las personas todas, incluyendo los niños, valgan y sean valoradas por lo que de verdad son y no por lo que tienen, por las riquezas o la apariencia física.
    Al fin un planeta, un globo, un lugar en el que todos podamos vivir sin importar nacionalidades, razas ni religiones…un espacio con armonía y sin fronteras, el mejor habitat para la especie humana…
    Pero me da un poco de miedo…si de verdad es un idealista, Dios lo guarde de los grandes intereses y de los poderosos y egoístas que cunden como semilla de cizaña…
    Ojalá sus sueños se cumplan y sean contagiosos, y se contamine de ese espíritu el mundo entero…Pero mi temor es que sea sólo eso.. un sueño imposible, y por imposible doblemente bello.
    Yo, a pesar de mis temores, elijo seguir soñando. Que Dios lo proteja y lo ayude a cumplir sus sueños, ya que está en la mira del mundo, en el país modelo, algo así como el herano mayor que todos quieren imitar…

  3. Qizás no la escribió Obama… quizás sí…
    pero encierra el profundo deseo que tenemos todos los habitantes de este pequeño planeta tierra, que las cosas empiecen a cambiar, de manera positiva, claro…
    Sabemos que difícil es en el mundo de la política que esto suceda…
    Yo creo en los milagros… ¿porqué no?

  4. El artículo me parece estupendo, al margen de que la autoría sea real. Es significativo que se atribuya a un hombre con tanto poder una carta que contiene tanta sensibilidad y ternura. Gracias.

  5. Me parece estupenda la visión que el autor tiene de la escuela, como institución que genera retos y que enseña a crecer y a maravillarse.

  6. No sé si el señor Obama habrá escrito esta carta a sus niñas. Ya es significativo que sea verosímil. Creo que es necesario que los grandes mandatarios cultiven la dimensión afectiva de sus relaciones, que se les vea no como depositarios de la fuerza sino del amor.

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