Crédito intacto

5 May

Queda menos de lo que podamos pensar para la parte importante de la temporada, la llegada del playoff, momento en el que se verá si la gran actuación del Unicaja versión 2014/2015 se va a refrendar o no, va a decirnos si el rendimiento del equipo termina plasmando al final la gran temporada exhibida durante la fase regular, o la exigencia de la temporada pasa factura y deja por el camino parte de las ilusiones generadas.

Tras el parón sufrido por el equipo, tres partidos y tres derrotas, cada una con una circunstancia diferente, el sábado pasado en Sevilla fue el ansia por vencer que mostraron los de Luis Casimiro lo que los llevó a la victoria, el jueves, el Real Madrid puso un ritmo y una intensidad física que no tuvo respuesta, y para rematarlo, el domingo, el CAI Zaragoza se cargó la marca de imbatibilidad en la cancha propia que tenía el equipo de Joan Plaza.

¿Momento de alarmas? Momento de trabajo, me parece a mí. Voy a seguir las palabras del entrenador y no voy a mencionar el tema de lesiones o problemas físicos, pero está claro que está teniendo repercusión en el juego del equipo, la mala noticia para mí es que las tres derrotas son más que justas, las tres ante tres tipos de equipos diversos, cada uno en una situación diferente de la tabla, con aspiraciones y circunstancias que no se parecían, pero cada uno con la fórmula correcta para derrotar a los que tenían la primera posición en propiedad hasta hace ocho días.

Hay un aspecto en el que le quiero llevar expresamente la contraria al entrenador catalán, no soy de los que hubiera firmado el año anterior estar a tres jornadas del final en segunda posición, lo hubiera firmado también hace dos, y tres, y… no sé cuántos más, que la memoria también hay que mantenerla, y aunque no se me han olvidado los años dorados con Boza Maljkovic o Sergio Scariolo, tampoco he dejado atrás las temporadas de hacer cuentas para quedar octavo o noveno para no perder la Euroliga pese a las facilidades, la situación actual no es la de hace bien poco, y se puede llegar a pensar que en las posibles quinielas para el playoff, estas derrotas sirvan para poner la etiqueta de “ganable” al equipo malagueño, pero todo lo que se lleva hecho tiene que ser una garantía para respaldar el crédito que se merece este plantel.

A todos los que queremos seguir viendo a este equipo como nuestro, nos gustaría que se volviera a tocar la gloria, sea en forma de título o de final, sea como sea, pero estaremos contentos con ver al equipo llegar todo lo arriba que pueda, peleando por disputar frente al que sea  el objetivo máximo, pero no quiero dejar de lado que el equipo técnico y la plantilla que está este año bajo el estandarte del Unicaja se merece que el desgaste sufrido durante tanto tiempo al estar arriba, quede plasmado a final de temporada.

Creo que resulta merecido porque un buen resultado terminará siendo beneficioso para todos, terminará sirviendo como respaldo a la solidificación del club otra vez arriba y sería el aval definitivo para dejar claro que se ha vuelto y que el principal objetivo es no dejar el estatus de elenco importante al menos en ACB, y esperemos que también en Europa.

Se repite hasta cansar que la fase regular de la ACB sirve para poco, que lo que realmente importa son las eliminatorias, pero el punto de partida que debe tener la plantilla malagueña no puede ser igual que el de otros equipos, el trabajo, la lucha, la constancia y la dureza que han venido mostrando tiene que servir para algo, sobre todo porque tantos meses arriba creo que hace merecedor a este grupo seguir estando arriba y ser uno de los contendientes de la pelea verdaderamente importante del año.

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