La selección española

9 Sep
El domingo acaba la Copa del Mundo. Sería más que bonito escribir que 
España ha conseguido su segundo título continental y que el broche 
para la generación más talentosa del baloncesto patrio es el que se 
merecen por todo lo que han aportado al palmarés de nuestro deporte en 
los últimos años. Es algo que espero plasmar el domingo próximo y 
tener una alegría inmensa, como la gran mayoría de los que seguimos el 
baloncesto.
La actuación del equipo nacional tiene muy pocos peros, que a fecha de 
hoy todos los partidos se traduzcan en victorias, y que la diferencia 
menor frente al adversario sea de 16 puntos (ante Serbia) habla de la 
tranquilidad que debe transmitir el plantel que maneja Juan Antonio 
Orenga para conseguir llegar todo lo arriba posible, algo que no 
debería extrañar tampoco.
No obstante, y aunque el deseo de todos nosotros es verlos en lo más 
alto del podio, hay detalles y circunstancias que hacen que me 
pregunte cosas. Algunas vienen de lejos, tal vez desde la confección 
del grupo. Aún teniendo claro que la parte importante de la selección 
(los Gasol, los bases, Navarro, Fernández, Ibaka y Llull) son los que 
han de llevar su peso, me llama la atención que haya jugadores que se 
han caído de la rotación, como en el caso de Felipe Reyes; y que otros 
no tengamos idea de por qué han ido, como ocurre con Víctor Claver.
He dejado de lado a Álex Abrines, porque el papel del balear en su 
debut con la selección no ha de ser el de protagonista, pero cada vez 
que leo en crónicas que el futuro del Barcelona y de España pasan por 
sus manos, un dolor se apodera de mi corazón de cajista veterano, por 
la malísima gestión que se hizo con alguien que no estaba por irse y 
que podría haber sido la imagen del club tan maltrecha estos últimos 
tiempos.
Con respecto a la gestión de la selección, necesitaría que alguien, 
con paciencia y como si tuviera cuatro añitos, me explicara que la 
actuación de Claver y Felipe es mejor y netamente superior que la que 
hubieran aportado Carlos Suárez y Fran Vázquez. Aquí no tengo en 
cuenta colores ni nada, pero si el valenciano viene esta vez de alero 
alto (en el Eurobásket de Eslovenia venía de ala-pívot) y el cordobés 
ha quedado limitado a minutos residuales, con los dos cajistas España 
tendría un alero alto (que no tiene) y un pívot con una capacidad 
atlética similar a la de los tres titulares. No entiendo que con la 
situación de Claver de tres, la rotación de pívots quede resumida a 
Pau y Marc Gasol y Serge Ibaka, habiendo quedado Felipe casi 
desterrado. No me creo que llevar a tres bases con vitola NBA sirva 
para que Ricky Rubio siga sin anotar un triple, sobre todo cuando es 
el titular indiscutible. Sergio Rodríguez ha pasado de estar cómodo y 
plácido saliendo desde el banquillo en el Real Madrid a parecer estar 
fuera de sitio con su situación en la selección. Y con respecto a Juan 
Carlos (perdón, José Manuel) Calderón una de dos, o a Phil Jackson su 
pasado hippie le está pasando factura y le va a regalar un sueldo 
digno de ex ministro al nuevo base de New York Knicks, o la evolución 
es digna de la que tuvo que adoptar el bueno de Curro Ávalos, que pasó 
de ser un base brillante a tener que defender a aleros altos porque lo 
colocan con otros dos pequeños en cancha, y limitarse a tirar desde 
siete metros por necesidades del guión. Más o menos lo de Llull, pero 
en el caso del mahonés, no hay problema, porque no estamos hablando de 
un base puro. Con Juan Carlos Navarro no hay duda, aunque no esté en 
su mejor momento, es tan fiable como un reloj suizo y sigue siendo la 
mejor arma. Y con Rudy, las dudas que se tienen son las mismas que él 
provoca: el madridista todo lo que tiene de bueno lo tiene polémico, 
consiguiendo a veces llegar a ser odioso. Genera dudas saber si será 
el de la final olímpica de Londres o el de las finales en las que se 
mete en guerras ajenas y le duele el dedo o la espalda.
Del entrenador es complicado hablar. Orenga no ha encontrado rivales 
que le pongan a prueba en cuanto a la dirección del equipo en cancha. 
De la gestión de minutos ya he hablado y sinceramente no me convence. 
El problema viene porque la conciencia general tiene claro que es el 
talento de los jugadores lo que hace magnífica a España. Del inquilino 
del banquillo se le tiene más dentro de aquel perfil bajo que 
reclamaba Jorge Valdano para los entrenadores del Real Madrid de 
fútbol, y bastó una mínima ocasión para entrar en una refriega contra 
los serbios que no aportó nada positivo.
En cuanto a esto último, el tema de discutir y hablar ahí tenemos uno 
de nuestros puntos fuertes, lamentablemente. Da igual que arbitren un 
albanés, un zulú y un alhaurino, cualquiera de nuestros jugadores 
hablará con todos los árbitros, en plan colega, indicándole dónde les 
duele, si el otro le ha dicho tal o cual cosa, si se ha puesto en tal 
raya o si les ha pisado. La frase de Sasha Djordjevic diciendo que 
«España no necesita ayudas» es cierta. Sin pensar u opinar sobre 
arbitrajes que puedan ser tildados de caseros, lo cierto es que 
ganarte dos técnicas ganando de veinte en un partido que tienes 
decidido, significa que, o juegas frente a la familia Corleone o el 
nivel de concentración no es el que van a requerir las citas más 
inmediatas. No creo que España vaya a tener tan cerca en un futuro 
próximo la posibilidad de ganar un Mundial, pero el enemigo no sólo es 
Estados Unidos, el espíritu anterior a la victoria en Japón es el que 
se necesita.

2 respuestas a «La selección española»

  1. Excelente análisis y exposición de hechos desde un plano bastante imparcial, Juan Carlos. Felicidades. A mí también me fastidia tanta charlita y queja con los árbitros. No nos hace falta. Lo veo como una forma de estar en todo y no despistarse ganando de 20, pero no, no tiene sentido.

    En cuanto a las rotaciones y jugadores creo que no se eligen a los jugadores por su técnica individual sino por el rol en el sistema de 12 jugadores, lo cual tiene cierto sentido. De ahí que estén un Claver si jugar, un Felipe siempre cumplidor aun no saliendo o un Calderón.

    • Muchas gracias por seguirme, es un honor que te guste lo que escribo.
      Una selección tiene una dinámica diferente de un equipo de club, al tener un torneo con menor número de partidos y mayor incidencia de cada uno, por eso, la elección de jugadores tiene más trascendencia. Este grupo ha estado bien con jugadores como Víctor Sada en su momento con un rol totalmente secundario, pero bien definido. Creo que ahora, los que han ido ha sido por buenos (obvio) y otros por ser “amigos” del método FEB. Resumiendo: varias plazas útiles perdidas. Una pena.
      Gracias otra vez y espero que continúes leyéndome.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *