Tuve el placer de ver el partido de la Copa de Andalucía del pasado domingo 7 con mi hijo Carlos y con Ale Sandino, compañero de baloncesto que tuvo que dejar la información deportiva porque la empresa que lo tenía contratado demostró (como muchas otras aunque no sean del gremio de los medios de comunicación) que no estaba a la altura de sus propios empleados.
Por suerte para él y para Antonio Campos, su compañero de fatigas, el reconducir de sus carreras les ha puesto donde merecen: muy arriba. Los ha alejado de manera casi definitiva de la información que rodea a nuestro deporte, pero profesionalmente los tiene bien encaminados.
Durante el encuentro, junto con el parecer de cada uno sobre la plantilla nueva, el entrenador, lo que va ocurriendo en el club, en el baloncesto en Málaga, me quedó una idea clara, el baloncesto, a nivel de élite, tiene que hacer algo para reenganchar a la gente.
Ale dejaba claro que nada tiene que ver con el deporte que te hace adicto, ése de equipos mini o cadetes, jugado en canchas de cemento con balones de goma, con mucho frío o calor, y que desde el sitio de entrenador o jugador (habitualmente malo) te hace desesperarte porque tal o cual chaval no domina la mano izquierda. Él se refería al producto, al negocio que ACB a nivel español, representado por el Club Baloncesto Málaga a nivel local, tienen que vender.
Cuando estas líneas salgan a la luz, la patronal de clubs ha tenido que firmar ya su contrato televisivo, si hago caso a lo que barruntan las redes sociales, lo habrá hecho con RTVE para que el partido principal se retransmita por su primer canal el domingo a las siete de la tarde. La segunda elección irá a parar a la FORTA –sin saber aquí si tendremos la suerte de verlo en Canal Sur o no– y un tercer encuentro que no está claro si será para Teledeporte u otro operador, se habló de 13Tv, pero no parece que se haya tomado siquiera en cuenta.
El contrato no es ni por asomo el mejor, ni se parece al que podría haber sido de haberlo hecho con un mínimo de amor y acierto. Además, tiene la trampa que puede mandar el partido estrella de cabeza a Teledeporte si no se mantiene la audiencia que quiere RTVE (igual o superior al 5%).
Todo esto cuando falta casi nada para que comience la temporada oficialmente, sin tiempo a reaccionar y con un producto que está desgastado desde hace tiempo. Si bien vemos que la ACB tiene un patrocinador solvente como es Endesa, vemos como el enemigo más cercano (la FEB) hace suyo también a la eléctrica con la copla de «aquí lo hacemos mejor», claro está que el patrocinio de las federaciones tiene exenciones fiscales, cosa que no ocurre con las ligas profesionales. El mejor vehículo que ha de ser la televisión da un bandazo tras otro y arroja datos tales como que si el espectáculo se tiene como de gente joven o familias completas, resulta que el perfil del espectador medio del partido de la jornada es un varón de entre 45 y 50 años, nada de mujeres, jóvenes o niños.
Si a todo esto se le une que no sólo tenemos la liga de fútbol más potente del mundo (pese a lo aburrida que es) con los horarios mas disparatados, la mejor selección de fútbol de nuestra historia y además el Málaga CF está haciéndolo mejor que desde que tengo memoria, la cosa no pinta como que muy bien.
Tengo la sensación que desde hace demasiado tiempo cada cual busca su único beneficio, ni siquiera el propio: hay que destruir al vecino. La ACB se pelea con la FEB y la Euroliga, los jugadores se alían con las federaciones que no les pagan y hacen negocio a su costa, y a los tradicionales demonios en la figura de la NBA aparecen ahora rusos, chinos y turcos tras la defunción deportiva de italianos y griegos.
Decisiones que parecen tomadas sólo y exclusivamente para fastidiar (u otra palabra más fuerte que no me van a publicar, no soy Pérez Reverte) al de al lado: cupos/libertad de circulación/tipos de jugadores/comunitarios/cotonous, calendarios de selecciones, jornadas en viernes, sábado, domingo? Cuesta la misma vida identificarte con los jugadores de un año a otro. Aquí ya nos ha parecido bien que los canteranos no entiendan español, que la provincia de Málaga se expanda de Reykjavik a Luanda y de Sao Paulo a Skopje.
A lo mejor se piensa que también nos parecerá correcto tener los partidos de casa a las seis de la tarde del domingo, aunque ello suponga aniquilar esa bonita tradición que es ir con toda la familia a ver a tu equipo y tomarte una cerveza con los amigos, sobre todo los que tenemos hijos. ¿Por qué no por la mañana?
Gran cantidad de decisiones tomadas por muchos estamentos sin pensar en el consumidor final, quizá todo empieza cuando se verbaliza esa idea que dice que el espectador, sea vía abonos o por medios de comunicación es secundario en lo que se ha convertido esta parte de nuestro deporte: un negocio.
Es cierto, el negocio llamado baloncesto tiene que hacer algo para engancharnos, sobre todo a aquellos que no son adictos, yo no soy un problema, no tengo cura, pero la supervivencia del mismo pasa porque su gestión sea la más adecuada, y que al igual que les ocurrió a tantos como Ale y Antonio, ese ente que lo gestiona, sea el que sea: ACB, FEB, Euroliga, me da igual, demuestre que está a la altura de aquellos que tiene a su lado, no como hacen tantas empresas ahora.