Aladino TV

11 Sep

Tenemos cerquita el inicio de la temporada, casi dos semanas para el comienzo de la Liga Endesa, pero algo menos para el primer evento, la Supercopa ACB que se celebrará en Zaragoza el fin de semana del 22 y 23, una semana antes del comienzo de la competición. Como previa a esta temporada se puede hablar de muchas cosas: de las entradas y salidas de jugadores, de los equipos que suben y no ascienden, que descienden pero continúan… de muchas cosas. Pero hay una que en los últimos días ha cobrado mayor importancia.

Para este año, tenía que revisarse el contrato de televisión con la Liga ACB. El Unicaja debía renovar también el contrato de televisión para los partidos de Euroliga, en concreto con Canal Sur. Para ser más exactos, la renovación del contrato de televisión para los partidos europeos (algo capital para la famosa licencia A) es tarea de la Euroliga junto con el operador televisivo, es decir, la RTVA, no del club. El problema viene cuando la crisis que nos azota se cobra la penúltima víctima en la figura de Canal Sur 2, lugar de retransmisiones de los partidos tanto de la Liga nacional como de la Europea.

Me va a resultar curioso ver como tantos detractores de la televisión andaluza van a echar de menos los encuentros, sobre todo cuando haya que recurrir a Internet o a otras fórmulas para poder ver los encuentros fuera del Palacio de los Deportes Martín Carpena. El escenario en el que se encuentra actualmente el baloncesto español presenta un más que probable acuerdo con RTVE para que la televisión pública retransmita los partidos sin contraprestación económica, aunque sea por TVE 1, todo esto, claro está, si se alcanza un share mínimo del 5%, ya que si no es así, los partidos volverán a ese gueto en el que se ha convertido Teledeporte.

No deja de ser curioso, en la época en la que se puede ver cualquier programa hasta en un teléfono móvil, que un espectáculo que parece diseñado para poder verse por televisión como es el baloncesto no tiene quien lo quiera. Cerradas están las puertas del grupo Antena 3 (incluyendo también La Sexta), que está volcado en la Fórmula 1. Y el grupo Mediaset (Telecinco y Cuatro), que tiene retransmisiones de la selección de fútbol y el Mundial de Motociclismo. Así pues, la vertiente pública (RTVE y la FORTA) deben de ser los vehículos de muestra de nuestro deporte.

Pero lo que aparentemente se avecina, a menos de un mes para dar comienzo la Liga, es que todo está pendiente de cerrarse. Y si se habla de la competición europea? apagón virtual.

Con tantos canales de importancia poco menos que cuestionable dentro de la parrilla de la TDT, parece un dislate que sea más fácil ver «El tarot de Anabel», «Maruja te lee tu futuro» o comprar en la teletienda cualquier cosa de esas tan útiles que tenemos en la cabeza, que seguir partidos de baloncesto fuera de los repetitivos Real Madrid y FC Barcelona.

Si entre los acuerdos RTVE+ACB están la gestión de la publicidad, a lo mejor se podría buscar un canal tipo «Aladino TV» o meter publicidad de echadoras de cartas en los pabellones de la Euroliga.

Ahora, cuando vamos a echar de menos los comentarios de José María Martín Urbano o Juanma Rodríguez en los partidos del Unicaja por Canal Sur 2, tenemos que esperar que para variar, la entidad financiera obre otro milagro y consiga que los partidos se puedan ver por algo más que por la red. De lo contrario, puede ser más que cierto tener que recurrir a Teledeporte y esperar turno detrás de los partidos del Real Madrid, que será siempre la primera opción.

¿Trabajo de dioses? Ya que hablamos de genios con lámparas y todo, lo mismo hay que esperar a tener tres deseos que cumplir.

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