A Sevilla se va a pedir y se gana, pero se pierde. En el camino los proyectos para Málaga van quedando en suspenso, pospuestos, descalificados
El dinero malagueño para el Metro se salda a medias. 17 millones de euros no salen, pero hay que invertirlos (ya se han gastado, dice el alcalde) en programas de movilidad y justificarlos. La Junta de Andalucía exige otros 22 millones de euros, que el Ayuntamiento debe poner para mejoras y adecuación de las cañerías de la ciudad: abastecimiento, saneamiento a lo largo de los túneles del Metro. Lo comido, casi por lo servido. El Metro le cuesta un pico a la ciudad. No me des los 17, pero dame 22. Seguimos acumulando deudas. Si bien es cierto que el Metro es una macro obra de ciudad, lo es igualmente que esta capital no tiene suficientes recursos para tales mega construcciones. El costo final estimado del Metro de Málaga asciende a 760 millones de euros.
El nuevo tratado se inspira en el acordado con el ayuntamiento de Sevilla, y los 17 millones de euros deben destinarse a carriles bici, intercambiadores y el bulevar del soterramiento. Actuaciones que tendrán que fijarse en un listado pormenorizando de costos parciales y plazos en que se ejecutaron, pues ya se han invertido. Los otros 22 millones de euros habrá que desembolsarlos a la Consejería de Obras Públicas andaluza contantes y sonantes, pues desde allí se ejecutarán las obras aledañas al metro.
Mientras estos acuerdos sobre el Metro se firman en firme y no quedan en palabras, que el viento arrastró tras la salida de Rosa Aguilar de la Consejería, muchos, demasiados proyectos siguen en el aire, con un futuro más que incierto. Está el Campamento Benítez, que quiere ser un parque verde del que Málaga carece. El convenio sigue guardado en un cajón a la espera de que las partes se pongan de acuerdo en el punto álgido de la financiación. Las dos fechas electorales, las generales el 20 de noviembre y las andaluzas, esta vez no coincidentes, a mediados de marzo de 2012, inciden directamente en cualquier acuerdo sobre el ‘Benítez’, ya que habrá que esperar que los nuevos gobiernos se enteren del asunto. Asimismo, ponerse de acuerdo en si es un parque urbano o metropolitano, pues ahí radica el costo de mantenimiento: en el primer caso sería para el Ayuntamiento y en el segundo para la Junta. No es baladí mantener un parque de 268.000 hectáreas. Un culebrón que se alarga sine die.
Otros proyectos detenidos en el tiempo, algunos parecen del pasado más remoto son los Baños del Carmen, que se van convirtiendo en un problema de orden público (ya lo hemos reseñado en artículos anteriores, consultarlos en este Blog), con una colonia de okupas en crecimiento y amenazantes con los vecinos. El carril Bus-VAO de entrada a Málaga en la ronda Oeste; el tren litoral con exiguas partidas presupuestarias, que se esfumarán en 2012 al no constatarse obra alguna iniciada. El soterramiento del tren del Puerto en otro limbo presupuestario y de decisiones de actuación sobre desalojos y planificación de los terrenos. El tren litoral es otra entelequia. En una costa del turismo de playa, del golf, aún no tenemos un tren Málaga-Marbella en condiciones de uso y rapidez. Es como declararnos industria pesquera y carecer de suficientes barcos para pescar. Mientras llegan y pasan las dos citas electorales, que decidan otros.
En cuanto a proyectos parados, detenidos, en estudio, pospuestos, en revisión por la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento acumula una carpeta con casi dos decenas de ellos. En la reciente visita a Sevilla allí fueron entregados. Van desde viviendas de protección oficial, hasta los ya citados aquí, y otros más, que la prensa diaria se encarga de recordar en un infinitum de titulares que por repetitivos parecen arar en el mar.
Por lo demás este Mare Nostrum sigue recibiendo alegrías, ya somos una ‘ciudad inteligente’, la más de España. Ranking tan prestigioso lo hemos obtenido por nuestro destacado desarrollo en ‘Energía y Medio ambiente y servicios inteligentes’. Si conseguimos que la ciudad mejore en limpieza nos situaremos en el pináculo de la fama mundial.