Mientras en Uruguay las farmacias venden un gramo de ‘María’ por un dólar en el estado de Washington (EEUU) la veda acaba de abrir con regulación estricta
Aprobada la ley, viene la norma. Según un teletipo de Reuters las autoridades fijan como admisible que los populares brownies americanos y las diversas variedades de cookies puedan estar aliñados con marihuana, aunque especifica que ningún producto de consumo infantil (piruletas, caramelos) podrá incluirlos. A ponerse felices con esta cultura de la risa, pero en orden. Se puede dar fe que los Washington brownies son excelentes, más allá de la magdalena de Proust.
Este es un estado progresista, gobernado actualmente, desde 2013, por el demócrata, Jay Inslee. Es tradición que las ciudades principales y con más habitantes del estado apoyen a candidatos demócratas, mientras que el electorado de áreas rurales y de ciudades pequeñas se inclinen por los republicanos. Washington es el segundo estado en consentir la venta de la yerba para fines recreativos, o sea para simplemente colocarse. Anteriormente lo hizo Colorado, que tiene una infraestructura más desarrollada, ya que tenían mejor regulado el uso terapéutico. Ahora, también aquí se puede adquirir en tiendas específicas, según regulaciones aprobadas por los ciudadanos en 2012.
Por unos 200 dólares, se puede comprar 28 gramos, el máximo permitido (mucho más caro que en Uruguay), siempre que se pruebe ser mayor de 21 años, se puede acudir a una tienda de cannabis y adquirir una de las modalidades que se ofrecen, según la ley aprobada en Washington. Hasta 28 gramos de marihuana seca; 450 gramos de sólidos o 2,1 litros con extracto de yerba o 7 gramos de concentrada (hachís). No es un colocón barato. Hay que aclarar que la ‘María’ es producida en cultivos locales, no se importa de Colombia. La producción, clasificación y venta acaba de empezar. La demanda, desbordada en las primeras semanas, induce que aún falta por ampliar la producción, pendiente de los permisos gubernamentales, que hacen cumplir con que la cadena, cultivadores, distribuidores y venta al consumidor dejen al fisco un 30 por ciento de las ganancias totales.
Desde el 1 de julio de este año, las nuevas tiendas autorizadas, poco más de cien en todo el estado, comenzaron a vender la relajante yerba. A las 08:00 horas la gente, en una larga cola expectante, comenzó a comprar marihuana en la primera tienda situada al norte de Seattle, la ya popular Bellingham’s Top Shelf Cannabis. Hay entusiasmo en que se vayan abriendo Cafés-Cannabis al estilo holandés en esta ciudad cuna del grunge (Nirvana) y con un marcado estilo europeo. La normativa fue concluida y aprobada el 1 de enero de este año. Para llegar hasta aquí se puso a votación la Ley 502 del estado de Washington, cuyo resultados fueron: Con una participación de 81% de la población; 56%, sí; 44%, no. En el estado de Colorado, donde la consulta se realizó un año antes, los resultados fueron similares, aunque la participación fue menor, 68%.
No hay duda. El movimiento gubernamental pro legalización del uso recreativo de la yerba de la risa, esa planta símbolo del hipismo estadounidense de los años sesenta, ha sido una motivación tributaria. La misma que impulsó al gobierno uruguayo de José Mujica. Esta legalización conlleva una recaudación fiscal, que los expertos calculan de entre 300 y 500 millones anuales. Esta, irá a fortalecer el sistema de Salud y el programa de prevención a la drogadicción. No está mal para un estado que tiene una tasa de desempleo de un 6,5% (técnicamente pleno empleo) y que lleva como orgullo ser el primer exportador de manzanas del mundo. Además de ser la sede principal de Microsoft y de Boeing, la empresa fabricante de aviones comerciales y militares mayor del mundo. Ahora podrá colgar en su escudo estadal la hoja de marihuana legal.
Está en marcha consultas sobre el uso terapéutico de la marihuana en estados como Oregon, Arkansas, Massachusetts y Montana, que ya votaron recientemente tales referendos. Al parecer es el camino inicial para posteriormente consultar la aprobación del uso generalizado, denominado aquí, ‘recreativo’. De ahí a crear parques temáticos a la sombra de los arbustos de la popular yerba podría ser una consecuencia comercial, todo se andará. Todo esto sucede en contra de la ley Federal, que recuerda que fuera de cada uno de estos estados el uso o tráfico de marihuana será penado con juicio y cárcel. Otro inconveniente en el territorio de la economía es que los bancos están impedidos, también por ley federal, de apoyar a los cultivadores, distribuidores y casas de venta, así que la financiación tendrá que ser local. Aun así, la risa se ha apoderado de este estado.