El tiempo entre proyectos

Los defensores de los Baños del Carmen plantean un nuevo plan, para remodelar el histórico balneario de la burguesía malagueña. Darse un baño sigue de moda

El oleaje, muy bravo en estos días, sigue batiendo el balneario que se cae a pedazos. Mientras en los despachos oficiales se mira a la mar que es el morir. Tal vez pensando, sin querer, que sean las mismas olas las que acaben el trabajo antes de empezar las obras de remodelación y enlazar el trozo de paseo peatonal con el del barrio contiguo, sin tocar los astilleros Nereo, el último eslabón que queda en pie de la construcción artesanal-marinera en Málaga. Un ejercicio burocrático entre administraciones donde el tiempo no transcurre ni se detiene, sino todo lo contrario.
Van tres proyectos tres. Desde 2010 a hoy: Plan PGOU, Plan privado Vera/Hacha y ahora el de la plataforma de vecinos, que se han auto-adjudicado la defensa a ultranza de ese enclave detenido entre proyectos por más de dos décadas. Como todo pre-proyecto parece bueno, bonito y barato. Este también, sólo que cuenta con la dificultad de necesitar 8 millones de euros públicos. Ahí está el detalle, que dejó dicho Mario Moreno (Cantinflas). Todo apunta a un coup de force con el proyecto privado de 2013, que ha sido boicoteado desde la gerencia de Urbanismo. A su mentor, el arquitecto Salvador Moreno Peralta le ha salido una adversaria: su colega malagueña, Lorena Garzarán.
En este pugilato urbanístico, donde los asaltos se suceden sin que nadie toque la campana, el plan de las empresas privadas con un hotel frente al discutido balneario tenía y tiene el apoyo del alcalde, pero se ha encontrado con la enconada oposición de sus propios técnicos de la república independiente de la gerencia de Urbanismo, donde argumentan, con la ley en la mano, que es inviable. Los levantiscos técnicos del departamento urbano, como ya dejamos escrito y publicado hace dos semanas, son incontrolables y, hasta ahora, pueden más que su jefe. Así, que el plan de las constructoras privadas ha ido al cajón del olvido y la espera perpetua, aunque desde Costas dicen estar mirando sus pro y contras en relación a la actuación en la mar.
Al nuevo plan vecinal, Costas en la voz de su jefe, Ángel González, se le ve con buenos ojos, ya que encaja bien con el proyecto oficial PGOU/2010, cuya financiación pública está prevista. ‘A partir de ahí se admiten modificaciones y, sobre todo, que lo abarate’, aquí está el detalle de nuevo. Que no se salga de los cauces técnicos de Costas y Urbanismo es ya un aval al plan vecinal. Aún falta la palabra de la Junta.
Los vecinos, agrupados en torno a la arquitecta malagueña, plantean una alternativa, cuya propuesta pasa por adecuarse al plan urbano aprobado en 2010 y dejar fuera del balneario la continuación del paseo peatonal, sin tocar (punto de honor) los citados astilleros Nereo. Propone el nuevo proyecto que la gestión del restaurante tenga una gestión pública (¿?). Mientras se rehabilita todo el entorno interior: parque de eucaliptos, canchas deportivas, camping, jardines. No se olvida de evitar el denostado hotel, frente al balneario, y deja lo previsto en el PGOU/2010: un parking para 105 vehículos.
Quieren estos esforzados defensores del histórico balneario, que su maqueta se exponga en el patio de banderas del Ayuntamiento, tal como se hizo con el anterior proyecto de las empresas privadas. El Consistorio no ha respondido aún a tal requerimiento. Esta plataforma vecinal ya ha presentado su plan al alcalde de la ciudad, ante la omnipotente gerencia de Urbanismo, la Demarcación de Costas y la Delegación de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. Por tanto, cuatro instancias que necesitan emitir su veredicto, y que cuentan con la histórica decisión de no haberse puesto de acuerdo nunca, en dos décadas de planes y contraplanes, sobre el famoso balneario malagueño. Y no sólo por detalles técnicos, sino porque se suelen pisar las toallas veraniegas cuando juegan en equipos políticos diferentes. Esto sin subrayar que, todos ellos se preguntarán, ¿quién pone los 8 millones?, en caso que el plan vecinal de la original arquitecta fuera aprobado por unanimidad.
Las asociaciones de vecinos, que impulsan esta propuesta, están esperanzadas en que por los menos se les atenderá y les darán una respuesta técnica en pro o en contra de los detalles. Creen y afirman que es el proyecto que mejor respeta el entorno y cuyo coste no supera lo previsto por las administraciones, especialmente Costas. Por su parte, el responsable político local de la cuestión urbanística, Francisco Pomares, ha calificado esta propuesta como ‘interesante’, la ve detallada, aunque una vez estudiada, dirá que es ‘viable y lo que no’, y que podría ser expuesta en cualquier espacio municipal, ‘incluso en el patio de banderas’; vaya, que honor para estos vecinos que se han arriesgado a transitar el calvario de las cuatro administraciones que deben poner el sello de ‘ejecútese’ y aquí tienen los 8 millones. El oleaje sigue, perenne, lamiendo las viejas piedras del balneario.