Se inicia la hora de los tiempos, que es arte en política. Es el momento de la reorganización territorial para refundar a España con catalanes y vascos incluidos
Carlos Pérez Ariza
España amaneció socialista de nuevo. Los populares, con una mochila cargada de pasado y el peso muerto de la corrupción, se derrumban. Abandonar el centro, que es donde está el caladero mayor de votos, les ha salido caro. Amenazar a Cataluña con reeditar el 155, también. Los Ciudadanos, encajando el centralismo liberal, crecen sin paliativos. La nueva derecha entonando su VOX por RRSS y mítines abanderados, llegan con menos de los diputados pregonados, pero es su victoria pírrica. De la nada a dos docenas de diputados es un triunfo para esa ‘reconquista’, que el tiempo colocará o no en ese nuevo territorio político. El PSOE de Sánchez, con la ventaja que siempre da ser candidato desde el gobierno, ha recuperado a sus votantes de toda la vida. Demuestra que su partido está más unido que nunca, sin que Andalucía se le haya escapado, sino todo lo contrario. Su campaña de bajo perfil, paso a paso, ha sido la mejor. Pasó, tal como pedía su eslogan.
Los resultados están ahí. Con más votos la derecha que la izquierda, tiene más diputados y senadores el PSOE, que ha ganado en ambas Cámaras. Cosas del sistema electoral español. La abstención no fue significativa. Ahora, los escenarios posibles para gobernar soportan la sombra de las municipales próximas. El mes de mayo puede ser el más largo del año. Lo más urgente va a ser esperar ese nuevo mapa electoral local. Es probable que el socialismo pueda volver a gobernar en muchos de los ayuntamientos donde dejó de hacerlo hace décadas, por ejemplo en Málaga. Este mes, que comienza mañana, se va a diluir entre formar las Mesas del Parlamento y las conversaciones a varias bandas para lograr esa cifra mágica de sumar 176 diputados, que le permita ser presidente del gobierno. Si no lo consigue en primera instancia, tiene la posibilidad de un segundo intento con más sí que no y alguna abstención, lo que falta es puro trámite. Sánchez ya es presidente de nuevo, esta vez con el poderoso aval de las urnas.
España no tiene precedente de gobernar en coalición. Hoy se abre esa puerta. La derecha sumada no tiene poder de vetar la elección parlamentaria de Sánchez. Éste tiene la opción de cogobernar con Podemos y el apoyo de otros partidos. Asociarse a Cs no parece probable, no les conviene a ninguno de los dos. A Rivera, porque le lastraría su ascenso al liderazgo único del centro-derecha. A Sánchez porque va a agotar todas las opciones para gobernar solo. Pactará, pero sin ceder su hegemonía del voto mayoritario. Es cierta la posibilidad, más al gusto del ganador, de gobernar solo. Ya lo ha hecho, tras ganar la moción de censura con menos diputados, ¿por qué no habría de hacerlo ahora? No hay duda, lo repite a cada ocasión, que Iglesias acaricia el título de ministro. El PSOE no está por compartir tanto poder nuevo que acaba de obtener. A Carmen Calvo, le ha faltado tiempo para declarar que su partido intentará gobernar en solitario. Pues ese es el escenario más probable. Aunque al final de la campaña, Sánchez haya dicho que podría incluir a Podemos en su gobierno, lo va a esquivar con toda seguridad.
El descalabro de la derecha popular es histórico. Les costará al menos dos décadas, reconstituirse como opción de gobierno. En el camino tienen a Ciudadanos, que crece y ocupa ese centro, que ellos han descuidado. El PSOE ha transitado once años por el quemante desierto de la oposición. Ahora han vuelto, demostrando que siguen siendo el partido referencia de gobierno, desde los primeros años de la Transición y siguen tan campantes. El momento actual es bien diferente, las necesidades de esta sociedad requiere de soluciones urgentes y creativas. Crear puestos de trabajo desde el sector privado. Prever la tormenta de la economía europea y global. Conseguir la concordia territorial, agotada en estos cuarenta años, con fórmulas de consenso, con el ojo puesto en los resultados de los independentistas en Cataluña. Hace falta mucha valentía, arrojo y brillo. Este instante es el más complicado desde aquellos días de la España que se asomaba a la libertad. Gobernar va a ser tarea más que difícil. El doctor Sánchez va a poner a prueba su lugar en la historia política española. El PSOE es la socialdemocracia europea que resiste a la extinción.
VOX, como ayudante del PSOE ha sido eficaz. Desangró al PP y agitó el miedo a la vuelta al pasado, que los socialistas y podemitas aprovecharon al unísono. Si, tras las municipales, crecen o son ave de reconquista pasajera está por verse. Los que apuntan a elevar su votación es Cs, que aspiran a gobernar ayuntamientos a granel. En Andalucía han aventajado al PP. Tras esta jornada electoral agotadora, viene mayo con las Europeas, CCAA y municipales, dedicaremos esta columna semanal a analizar tales opciones. Mientras eso va sucediendo, el ojo estará puesto en el pugilato de las alianzas, que permitan a Sánchez formar gobierno, esta vez con la ventaja de ambas mayorías en Diputados y Senado, una almohada para soñar.