Andalucía quiere poder

10 Mar

Los sondeos electorales de Andalucía reflejan mal a esta tierra

Como toda carrera, la electoral andaluza concluirá con un solo ganador/a. El recorrido es hoy una línea quebrada y la competidora novata reclama el cielo

El cielo andaluz es, seguramente, el más azul que pueda verse sin gran esfuerzo visual. Está ahí y es ancho y particularmente hermoso. Las nubes aquí bailan sevillanas o malagueñas o verdiales, en ocasiones más cercanas, y el viento ulula por bulerías. Lorca reconoció que Andalucía era más extensa de lo que en realidad es. En La Habana, dijo que su tierra andaluza terminaba en Cuba. Era una licencia poética, una metáfora que hoy se nos ocurre como lo que los andaluces pueden llegar a ser. Será si la opción que gobierne se vuelve imaginativa para colocarnos más allá de esta ancha tierra, y nos sitúa en el mapa mundial de la economía global, sin desempleo. El nuevo gobierno andaluz tiene ese reto: emplear a algo más de un millón de parados.
Para esa tarea hay, al menos, seis competidores. La ganadora, según todas las encuestas, es madre coraje, Susana Díaz. Heredó un trono y ahora va a tener a su primer heredero. Una cuna de votos-bebé. Posee un recorrido mediático mucho más largo y amplio que sus competidores, y los andaluces han probado no ser propensos a volantazos bruscos, se puede vaticinar que gane con algo más de los votos que le atribuyen las prospecciones electorales: De 44 (CIS) a 48, le daría un oxigeno más estable.
En segundo lugar viene un debutante, Juanma Moreno, malagueño, que no tuvo tiempo de colocar el cuenta-kilómetros a la altura de su predecesor, Javier Arenas, quien ganó pero no pudo ser el rey del Sur. El guapito malagueño le falta un hervor, e incluso algunos de sus allegados echan en falta el toque líder, ese distintivo que te hace ver a un ganador. El batacazo electoral será de aúpa, seguramente más de lo que le auguran los encuestadores 34 (CIS) a 32. Otra temporada en los congelados bancos de la oposición del Hospital de las Cinco Llagas, un calvario particular.
Detrás vienen, girando la primera curva, los iracundos del nuevo mundo comunista, que asaltará los cielos andaluces para probar que la utopía bolchevique vuelve con fuerza. Aquí corre Teresa Rodríguez (andaluza de Rota, 1981), profesora de secundaria, filóloga de árabe, anticapitalista, seguidora de Marea Verde y feminista. Viene de esa escisión silenciosa de IU, donde militó. Anti Plan Bolonia, anti europeísta, aunque parlamentaria europea desde mayo de 2015, curul al que acaba de renunciar para dedicarse de cuerpo entero a Andalucía. También transitó por el sindicalismo. Los sondeos le dan 22 (CIS), tal vez sean menos. Aunque lleva el tirón mediático de su partido, poca gente la conoce en la gran Andalucía, Y queda poco tiempo de recorrido para que los andaluces reaccionen. Si logran más de 20 diputados le insuflará gran ánimo a su marca.
El de Ciudadanos, otro debutante. Un andaluz gaditano, Juan Marín Lozano. Sabe de empresas pymes. Deportista del baloncesto, cofrade y con experiencia municipal de ochos años en Sanlúcar de Barrameda, su pueblo. Se define como jugador de equipo; encestar enseña eso, también a que en la vida nada se consigue sin esfuerzo. Este es un ideólogo empresarial. Está en la senda de darse a conocer, y también en ser un pequeño David contra el imponente Goliat de una Junta. Le dan 5 (CIS), puede que lo consigan en ese 40 por ciento de indecisos y podrían ser menos.
Viene, el algo más reconocido, Antonio Maillo, el Mai para los amigos, un andaluz de Lucena, Córdoba, latinista admirador de Platón. Le toca sostener a IU, un partido añejo, pero zarandeado por la irrupción de los que están fagocitando a la izquierda española. Este es un político atípico, nunca ha pertenecido al rígido aparato y siempre ha trabajado de profesor de latín/griego. Aunque fue concejal sin dejar la docencia y ha tenido cargos orgánicos, su última experiencia fue en la propia Junta del bipartito. Aunque más identificable por el votante andaluz de a pie, Maíllo, sabe que no lo tiene fácil. Le ponen sólo 5 (CIS), vienen de doce. Puede que este admirador de Gramsci y de Negrín, pueda llegar a la meta con algunos más. Sería resistir en el fuerte Apache/IU.
El CIS y algunos otros sondeos no consideran a UPyD, que parece hacer perdido fuelle y tener el norte extraviado. No obstante están en la competencia andaluza. Martín de la Herrán, andaluz de Jerez de la Frontera, abogado, se ha lanzado contra todo pronóstico a ver si, al menos, entran tres, según confía. Eso no lo reflejan los pronósticos.
Finalmente tenemos el patio malagueño donde el CIS dice que el PSOE va con 6, baja uno; el PP con 6, baja dos; Podemos con 3; IU 1, baja uno y Ciudadanos 1. El territorio se va a componer de un abanico más amplio y la estabilidad para gobernarlo parece cada vez más difícil. Los sondeos, sondeos son.

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