La tarea primordial del periodismo ha sido y es hacer preguntas. En ocasiones logra responderlas, mayormente no. Las respuestas son esquivas. Aquí van algunas
1) ¿Por qué las obras públicas terminan costando más de lo presupuestado inicialmente? Las VPO en general suelen terminar siendo más caras, con ‘modificados’ de un máximo del 20 por ciento, que es lo que permite la legalidad vigente. Así, un edificio de pisos protegidos aprobado en, digamos, 1.500.000 euros puede acabar costado 1.800.000. El Metro Málaga/Sevilla o autovías en Andalucía (Almazora e Iznalloz-Darro) son otros ejemplos a mano de la actualidad. El consorcio público/privado de esas obras va a suponer sobrecostes de hasta 200 por ciento más de lo previsto. La Junta de Andalucía tendrá que pagar unos 2.552 millones de euros más, según ha calculado la Cámara de Cuentas de la región.
2) ¿Por qué los funcionarios públicos tienen Visas sin controles estrictos de sus gastos? Caja Madrid, ahora Bankia, los popes universitarios de Cádiz y quién saben cuántos otros directivos públicos llevan ‘plastic money’ en sus carteras sin mucho control. Una empresa privada fija y controla esos gastos. Debería ser igual en las públicas.
3) ¿Por qué una empresa mixta (Ayuntamiento/Privados) se mantiene si hay evidencias de que sus servicios son deficientes? El propio alcalde, Francisco de la Torre ha asomado que está pensando en que se podría municipalizar o, tal vez, no la empresa de la basura, Limasa. La decisión es cuesta arriba. Pero es uno de los servicios locales fundamentales, que siempre tiene una espada colgada sobre su cabeza y en las de los malagueños.
4) ¿Por qué nombran a concejales al frente de delegaciones de las que no tienen el más mínimo conocimiento? Urbanismo, Cultura, Medio Ambiente, entre otros departamentos municipales. ‘Es que tienen equipos técnicos’, dicen, aunque en muchos asuntos las decisiones de los especialistas no se compaginen con las políticas y viceversa. Las líneas maestras de la cultura de esta ciudad, Málaga, es abrir museos y programar cada año una sesión cinematográfica, que no está del todo mal, aunque se podría matizar en un balance del poco esfuerzo en llevar las manifestaciones artísticas más allá de los espacios cerrados de esos museos, teatros y cines. Urbanismo se lleva la palma, y es que pocos políticos están capacitados para esas tareas.
5) ¿Por qué hay tantas grietas en la financiación de los partidos políticos, fuentes de corruptelas varias? El caso de Bárcenas en el PP es paradigmático. Veinte años practicando eso de recoger dinero para financiar campañas electorales, remodelaciones de las moquetas o cambiar los grifos de los baños de sus señorías. Los partidos se han convertidos en empresas insaciables, que sólo producen gastos. Mantenerlos requiere cada vez más dinero, que viene de los donantes nunca desinteresados. Y los que recogen la pasta, suelen o pueden desviar sus comisiones, por tan ardua labor, a cuentas secretas en Suiza o islas convenientes.
6) ¿Por qué no se deciden los partidos políticos a reformar la ley electoral para que los períodos ejecutivos no se puedan prolongar más allá de dos legislaturas? Siempre se pospone para después de las elecciones. Y pasa el tiempo. El primer gobierno socialista, casi 16 años, que fuera aparte de sus glorias democráticas, dio paso a los primeros casos sonados de corrupción; el ‘honorable’ Pujol, unos 20 años al frente de Cataluña, ahora parece el Don Corleone de Andorra; Andalucía, tres décadas de la PSOE, como se mienta por aquí, y nos desayunos, desde hace años, con los ERE y los cursitos de formación que dio dinero fresco a muchos, sin curso siquiera. Prolongar los mandatos unipersonales, aunque ganen en las urnas, no parece lo más conveniente para erradicar o, al menos, controlar mejor esta sangría de corrupción dineraria. El caudillismo democrático parece grabado a fuego en la conducta de estos políticos, que conocen bien la historia de este país.
7) ¿Por qué los responsables de la sanidad pública no resuelven la eterna lista de espera y las deficiencias de los hospitales en Málaga? ‘Hay muchos a que atender y la crisis ha golpeado a esos servicios, como a otros’, responden. Pero los virus, las dolencias del cáncer, las operaciones urgentes, los padecimientos crónicos no conocen de recortes de personal, ni de plazas congeladas. Las enfermedades no saben esperar en colas de citas previas.
8) ¿Por qué la educación española es tan deficiente en comparación al entorno de la UE? Se reforma la reforma, se aplica por arriba el Plan Bolonia sin un céntimo real. Se deja que cada Comunidad Autónoma aplique a su libre albedrío la interpretación de la norma educativa general. La historia de España puede ser buena aquí o malísima en Cataluña o el País Vasco. La educación básica no ayuda a cohesionar a esta nación, sino todo lo contrario. No parece ser un problema de Estado sino partidista, mal asunto. La Universidad pública, un sistema útil para la democratización general, hace aguas, plagadas de recortes económicos, excesivo corporativismo y endogamia a kilos. Un acuerdo serio, ponderado y desapasionado de los partidos principales no es necesario, es ineludible.
9) ¿Por qué en España (y en otras naciones) se ha enterrado el espíritu de Montesquieu? Eso no toca hoy. Quedamos ‘plasmados’. ¡Feliz Navidad!