A este tipo de revuelos naturales se les suele poner nombres femeninos, aunque nadie les acusa de machismo, Málaga tiene uno propio que levanta coches y luces
Aquí se perpetúa a una concejala, que posee el principal y único mérito de sumar votos de vecinos, que ella controla desde uno de los distritos de la capital. Con eso es suficiente para llevar puesta su particular patente de corso. ¿Podría pedirle su jefe, el alcalde, algo más? No, los votos son los que se cuentan y lo único que permite seguir sentados en el puente de mando. Ésta en concreto, como su mismo rostro, llegó con la legislatura local de Celia Villalobos y ahí sigue, inamovible, desmán tras desmán. No es fina en sus cometidos, ni ha mermado un milímetro su afán de protagonismo, se luce con las luces de toda fiesta mayor de la ciudad, con las flores de los jardines, y ahora, quitando multas de la grúa, otra de sus muchas habilidades burocráticas, hasta ahora comprobadas. Como concejala múltiple es un caudal de sospechosos chanchullos. Ahora tiene su propia catedral de luz en la calle Larios.
El jefe del Consistorio a fuerza de repetirse que conduce a un equipo eficiente, cuya actuación general es ‘correcta e impecable’ y que ‘no hay desviación de poder para favorecer a unos o negar a otros, pues trabajamos sin buscar jamás la ventaja o el privilegio para nadie’, intenta quitar hierro a las acusaciones que le hace la oposición a su concejala Teresa Porras, de manejar con criterios de auxilio sobre quiénes son favorecidos o no cuando la grúa municipal retira un vehículo mal aparcado o que no ha pagado el tributo preceptivo. ¿Habrá que recordarle al alcalde que corrupción no es solo robar dinero estatal, sino también excederse en las funciones de un servidor público elegido en su lista? No, él lo sabe de sobra. Pero el peso específico de su concejala más popular, le obliga a defenderla siempre. Y no es la primera ocasión. Se recuerda el episodio de la revista ‘Tu Barrio’, financiada con dinero público para mayor gloria de sí misma, según pleito que formalizara en su día la bancada socialista del Ayuntamiento, pero que la justicia desestimó. Y el no menos escandaloso del Photoshop, que borró la leyenda de la Diputación (en manos del PSOE), de unos delantales de sus vecinos, y que le costó el cargo al entonces director de comunicación. La mano ávida y oscura de esta señora es larga y escurridiza.
Ésta en particular, además de manejar al público elector de su confianza, es la encargada de sembrar flores, rehabilitar jardines y colorear con rosas sin reparar en los costes. A las puertas de la crisis (31 de marzo de 2007), proporcionó la remodelación, por 13 millones de euros (cuatro más del presupuesto inicial), de los jardines ‘Pedro Luis Alonso’, anejos al edificio de la Casa Consistorial, de los cuales medio millón fueron gastados en los rosales (70 variedades en 10.195 rosales). Una cifra en euros que parece desproporcionada si recordamos que dicho parque tiene una superficie de 6.400 metros cuadrados.
Y las luces… engalanan la ciudad en las fechas más señaladas donde la hipótesis es que ayudan a ahuyentar el mal fario de las penurias ciudadanas de tanta crisis y tanta tristeza e invitan a comprar cosas. Siempre, o casi, gana en esta faena una empresa cordobesa llamada Ximénez, lo cual no ayuda precisamente a la transparencia, aunque obtenga el Vo.Bo. del pliego de condiciones en relación a las demás empresas aspirantes. En esta ocasión se le adjudica la ostentosa parafernalia gótica de la calle Larios por 516.00 euros de vellón, 20.000 más que el año pasado. Abarca este costo otras zonas aledañas al centro y la iluminación que se colocará en Carnaval el próximo año, algo es algo. Esto sin contar la factura de Endesa, unos 12.000 eurillos más, aunque con dos millones de luces de bajo consumo. Y el argumento de la iluminada edila, que la citada empresa ha hecho rebajas sustanciales en este presupuesto.
Su última travesura de concejal inane ha sido ejercer de quita multas de la grúa. Su jefe, de nuevo la defiende. Le quita importancia a este presumible abuso de autoridad de su codiciada concejala. ‘Habrá que esmerarse’, ‘no veo la necesidad de ir más allá’, ‘nuestros concejales y directores actúan con un sentido de la prudencia suficiente’. Vaya, el rey del eufemismo. De lo que se habla es de cumplir la ley igual para todos, etcétera. Y que no haya actuaciones de caciques de barrio, como la que aparentemente hizo la concejala de la que hablamos. Negar la mayor no borra el acto. Al parecer el afectado por la grúa municipal, sí llamó en su auxilio a la omnipotente concejala, que en efecto hizo devolver el vehículo, según han comprobado los ediles de la oposición.
El cúmulo de arbitrariedades de esta concejala quedan inhabilitadas por el máximo defensor que la protege. Así, con esa licencia para actuar, podría dársele el título de 007, una clave para llamarla si llega la grúa, si necesitas rosas o si hay que iluminar la ciudad. Mientras tanto los malagueños gozan de las buenas luces navideñas.
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