Agua

14 Ene

Ahorrar agua es la consigna para 2014 en Málaga. Olvídese de los baños relajantes en su bañera

‘Agua, agua, agua, agua’, gime el cante jondo que clama al cielo. En Málaga llueve poco, pero desde ahora abrir el grifo con el nuevo contador disparará su factura

Cuatro de cada diez hogares malagueños pagará más por el agua. Representan el 40 por ciento y son aquellos donde vive una sola persona. En los que haya dos o más, un 27 por ciento, pagarán igual y en el restante 33, incluso bajará el recibo, según el Ayuntamiento de Málaga. Es decir a mayor número de habitantes por casa, más consumo total, pero menos coste. La estadística, que es la forma matemática de dar noticias, seguramente indique dentro de unos meses que donde viva un solitario se anime a hacer pareja para bajar el recibo de EMASA. Tal vez sea una estrategia secreta de los expertos políticos en agua, para incrementar no sólo la facturación, sino en contribuir al crecimiento demográfico malagueño hoy decaído por la extensa crisis.
La autoridades del sector acuífero han recalculado el costo del agua potable al alza en un momento malo para las matemáticas cotidianas. El concejal de Medio Ambiente, Raúl Jiménez, ha explicado que el nuevo recibo que envía ya EMASA “está concebido para concienciar a los malagueños en un consumo responsable del agua”. Una lógica del ahorro, que se basa en el consumo promedio de cada malagueño, unos 112 litros/persona/día. Los que pasen de ese caudal personal, verán gravada su factura. “Es lo normal”, ha agregado. Un castigo que se le aplica a quienes más agua utilicen. La estadística es una rama del cálculo aritmético, que no calza bien con los castigados bolsillos de los andaluces de a pie. Algún irónico periodista decía en Twitter que se duchará con agua mineral, pues le saldría más barata. La consigna es economizar el uso, ya que el agua es un recurso escaso. Ducharse con precaución y no a diario. Lavadoras a tope de ropa. Lavavajillas igualmente llenas a total capacidad. Regar las plantas una vez a la semana y con cuentagotas. Beber lo indispensable y no gastar tanta agua en la cocina. Por no hablar del saborcillo. En fin, cuando abra el grifo acuérdese de EMASA.
Las organizaciones de consumidores hacen otras cuentas y aseguran que el recibo del líquido subirá entre el 3 y el 28 por ciento en términos generales. Y que en hogares con tres o más personas se le asegura un 10 más. Agua más cara no dará de beber al sediento, como indican las Escrituras. Esto, además, coinciden con una campaña de cambios de contadores, bajo el paraguas de renovación de los mismos que, en casos, tienen más de ocho o diez años. Es una coincidencia más que evidente. Para la nueva facturación se necesitan instrumentos de mayor precisión. Que del chorro de agua no se vaya a escapar ni una gota sin facturar.
No se sabe de dónde saca el concejal del agua, que en los hogares con uno o dos habitantes se derrocha agua y en los que viven tres o más no. Lo cierto es que el recibo de EMASA le va a suponer un incremento a pagar. Eso sumado a la luz, que también viene cargada de voltios traducidos a euros y en pleno invierno, va a resquebrajar aún más los presupuestos hogareños. Un regalo que nada tiene que ver con la época de rebajas que inunda la postnavidad.
La ecuación número de personas/consumo responsable contempla una bonificación semestral en caso de que se haya cobrado de más. ¿Por qué no cobrar lo justo sin más?, recovecos de las facturación. Esto se parece al injusto sistema recaudatorio que obliga a los autónomos, hasta que Hacienda diga lo contrario, a pagar el IVA antes de cobrarlo. Todo este entramado tarifario de EMASA parece otra argucia contable para recaudar más y rellenar una caja municipal canina y hambrienta. Se pecha a quien consuma más, pero no es exactamente cierto, porque se parte de una falsa premisa, cual es que donde sólo viven uno o dos, derrochan agua y hay que castigarlos con una tarifa mayor. ¿No sería más fácil de entender, que en general vivan cuantos vivan en una casa paguen lo que consuman? Como no darán respuesta, vaya preparando el pago al alza y ojo, no consuma tanta agua que es un bien escaso y exquisitamente caro.

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