Huele a ‘maría’

El Palacio de Ferias y Congresos de Málaga se convirtió, durante dos días en un espacio libre para la marihuana. La policía no intervino. Todos felices

Los organizadores de esta feria de la risa –se ha podido titular–, pero que tuvo el más académico titulo de Expocannabis Sur, están seguros de que la gran opción para estos fumadores es la legalización. Apuestan a los vientos que se originan en Holanda, donde hay un movimiento, con amplio apoyo político, para que se normalice el cultivo, la venta y consumo de esta yerba, y aun de drogas más duras. En medio de la crisis mundial, sería un nuevo caudal de recaudación impositiva, que ahora está en manos de las grandes familias de los carteles de la droga. La crisis puede dar aún más sorpresas.
      Si el tabaco es legal y te mata, por qué no legalizar éste otro, que ayuda, según afirman algunos especialistas, a mitigar el dolor, relajar la musculatura e invitar a conciliar el sueño, además de hacerte ver la realidad menos pesada, mientras te da la risa floja. No obstante, otros dicen que inhalar el humo del cannabis puede desatar los demonios de la paranoia y la psicosis. Los de esta feria del cáñamo se inclinan más por propiciar foros donde se desmitifique las consecuencias perniciosas de la yerba y se aúpen sus beneficios. Llevan ya seis ediciones en Barcelona, tres en Madrid y acaban de inaugurar la del Sur en Málaga.
      Aunque a esta hora la organización no ha publicado cifras definitivas, la muestra del cáñamo alojó a unas 100 empresas y los organizadores esperaban unas 8.000 visitas que a 12 euros por persona, arroja unas entradas brutas de 96.000 euros, que no está nada mal para dos días. El billete de entrada incluía un regalo muy sugerente: una bolsita de semillas. Sin embargo, la contradicción legal está servida. Mientras la posesión de simientes no es delito en España, el cultivo sí. Quiere decir que quien se llevó esas bolsitas a casa, si las guarda para mirarlas no incurrirá en ilegalidad, pero si las plantas en una maceta y lo pilla la Guardia Civil, lo empapelan. Por eso, se impedía la entrada al Palacio a menores de 18 años. No obstante, llama la atención que se monte una feria como esta sin que las autoridades policiales hayan dicho pío. Tampoco hubo inauguración oficial, es decir no hubo foto de aval de los políticos. Tal vez estemos lejos de  las puertas de la legalización.
      El cáñamo, planta milenaria que ha contribuido a la industria textil hasta que se desarrollaron las fibras sintéticas, posee cualidades destacadas por su resistencia. También se puede fabricar cerveza, té o productos cosméticos, además de fumar sus hojas. Aunque su cultivo industrial para usos antiguos ha decaído, millones de hectáreas están sembradas en el mundo para la producción y tráfico ilegal destinado a ser quemado en los labios de los seguidores de la ‘maría’. El director de esta exposición afirma que la industria privada en España mueve ya 50 millones de euros al margen de las mafias internacionales de la droga. Esto es posible por los cultivos privados, tiendas o clubs de amigos de la marihuana.
      El camino hacia la legalización puede ser largo. Mientras científicos y políticos de ponen de acuerdo y se consigue consenso sobre materia tan espinosa. Mientras tanto se desarrolla un mercado paralelo, donde el cultivo crece y el humo se relaja. Las toses en el Palacio así lo certificaban.