Qué quiere que le diga, don Carlos, la UMA tampoco está sobrada de excelsas como para escoger personajes míticos a causa de sus honores; anda justita y, si me apura, don Antonio aprueba en alto en lo suyo mientras que la UMA no llega en altura en aquello de lo suyo. O sea que me uno a esa bienvenida al claustro que usted le desea al malagueño Bandera. Sobre el superpuerto malagueño, creo que la Junta no le presta la atención tal que si fuera ‘cosa sevillana’, y don Enrique Linde Cirujano, Autoridad Portuaria de la cosa, está más cerrado en soluciones que el despacho de ‘Pepe’ Griñán con balcones de geranios a la Alameda. O sea que me uno a sus temores de que será cortito y que estamos perdiendo una gran oportunidad de hacer el puerto emblemático que nos merecemos después de medio siglo de mantener miles de hoteles 24 horas abiertos en turnos imposibles para generar una riqueza que, ¡maldita sea!, se gasta en embellecer palacios sevillanos. Javier Fernández
Un super en el puerto igual a otra catetada más en Málaga, ya es lo que nos faltaba por ver.
que tiren la valla y se dejen de supermercados,les parecen pocos los que ya tenemos
Qué quiere que le diga, don Carlos, la UMA tampoco está sobrada de excelsas como para escoger personajes míticos a causa de sus honores; anda justita y, si me apura, don Antonio aprueba en alto en lo suyo mientras que la UMA no llega en altura en aquello de lo suyo. O sea que me uno a esa bienvenida al claustro que usted le desea al malagueño Bandera. Sobre el superpuerto malagueño, creo que la Junta no le presta la atención tal que si fuera ‘cosa sevillana’, y don Enrique Linde Cirujano, Autoridad Portuaria de la cosa, está más cerrado en soluciones que el despacho de ‘Pepe’ Griñán con balcones de geranios a la Alameda. O sea que me uno a sus temores de que será cortito y que estamos perdiendo una gran oportunidad de hacer el puerto emblemático que nos merecemos después de medio siglo de mantener miles de hoteles 24 horas abiertos en turnos imposibles para generar una riqueza que, ¡maldita sea!, se gasta en embellecer palacios sevillanos. Javier Fernández