CARLOS PÉREZ ARIZA Manuel Alcántara es un periodista clásico. Un poeta de garra y un ser humano, en toda la extensión de la palabra machadiana, bueno. Por eso lo han propuesto como candidato a ese galardón de la cultura. No es que se lo merezca es que no tenemos duda alguna en que deben dárselo. Su trayectoria, su actualidad como periodista del día a día, su calidad literaria como poeta, su humanidad generosa así lo señalan. Ya en Málaga se le reconoce como un padre de la cultura contemporánea, sólo le falta esa designación principesca para que reine en el extenso territorio de la literatura.
Desde 1951, Alcántara es un habitante del mundo de las letras. Es también un malagueño que ha vuelto a su ciudad, que conoció en 1928 desde su barrio de La Victoria, tras muchos años escribiendo fuera de ella. Un niño de la guerra, que se hizo poeta en el Madrid en los cafés literarios de los años cincuenta, cuando la posguerra era una forma de vivir y aún en esos recintos de recitaba poesía.
La escritura poética, ha dicho Alcántara, es un ejercicio indefinible, aunque su poesía intenta definir la vida misma. Hace del columnismo una labor de orfebrería de la actualidad. Ha sido cronista deportivo, en los tiempos en que eran cultos; y no es que se tome la vida con buen humor, sino que hace de su vida una forma de fino análisis donde este es la guía.
En estos tiempos de crisis del periodismo. Donde los cánones de la prensa escrita se tambalean para instaurar formas que imponen las nuevas tecnologías, Manuel Alcántara demuestra a diario que el buen periodismo sigue siendo la buena literatura. Que todo lo que no es clásico es plagio. Sus columnas se leen como quien degusta un bocato di cardinale. Te ilustran sin que sientas que te están dictando una lección.
Es un periodismo en desuso, pero que nos recuerda para lo que sirve éste aún hoy en día, cuando los periódicos se enfrentan a una pérdida acelerada de lectores. Las grandes cabeceras españolas cerraron el año con una previsión superior al 10 por ciento, según la OJD.
Para paliar esto se pueden adoptar medidas basadas en las tecnologías, en los recursos del periodismo digitalizado, en mandar las noticias a las diminutas pantallas de los teléfonos móviles, pero lo que está en el fondo del asunto es, como diría Gabriel García Márquez, la esencia literaria del periodismo bien escrito. Y en eso, Alcántara es un maestro.
Por eso, este Premio Príncipe de Asturias de las Letras, no es uno más de su larga lista. Tiene la significación de que, de otorgárselo y eso esperamos, se lo darían a un periodista que es un gran poeta o viceversa. Que ha defendido desde sus sonetos y sus columnas la esencia misma del ser humano en sociedad: la libertad de expresión. Ese día, maestro Alcántara, puede que también se dé el milagro del que hemos hablado alguna vez y es que este Mare Nostrum sea de ginebra. Si no es así, brindaremos igualmente con usted que es un príncipe desde hace muchos años.
Periodismo poético
14
Ene
Aspirar a un premio ´Príncipe de Asturias´ para un poeta y periodista de toda la vida y, además, malagueño, es una propuesta que no tiene resquicios
Pingback: free website
Pingback: Toxic Thailand insecticide used in NZ – Greens
Pingback: Cheap Suits For Men
Pingback: TMJ Surgery
Pingback: small corner computer desk
Pingback: Treasure Hunters Roadshow
Pingback: Travel Deals