La remodelación de la casa del hispanista en Churriana se ha olvidado de reponer la placa que salvó los terrenos de terminar como promoción de viviendas.
Hay evidencias impepinables que subrayan la gama de grises y dejan en mal lugar los blancos y negros con los que a veces vemos el pasado, como esos adornos de la plaza de San Francisco, del arranque de los años 60, en los que entre otros artistas se homenajea públicamente a Picasso. También por esos años se exponen sus cerámicas en el recién abierto Museo de Bellas Artes y el Ayuntamiento se hace cargo del catálogo, además de encargarle al pintor el cartel de la Feria de Málaga, algo que finalmente no hará.
Es importante dejar constancia de este tipo de esfuerzos para no dar la sensación de que los políticos del presente, sean los que sean, son los que inventaron el fuego. Por eso, también es justo recordar los esfuerzos del Ayuntamiento en tiempos del desaparecido Pedro Aparicio por revitalizar la cultura. En esos años de la Transición y post Transición no se olvidaron de Picasso, pero tampoco de Jorge Guillén, Severo Ochoa, Gerald Brenan y muchas otras personalidades relacionadas con Málaga.
De hecho, el Consistorio homenajeó al hispanista inglés a finales de 1983, poco antes de cumplir 90 años, con la colocación de una placa en la casa de Churriana en la que vivió de 1935 a 1970, cuando marchó a Alhaurín el Grande. Al acto asistieron Pedro Aparicio y el concejal de Cultura Curro Flores, recuerda el cronista Cristóbal de Churriana.
«Aquí vivió Gerald Brenan, 1935-1970. El Excmo. Ayuntamiento de Málaga en homenaje a su memoria. Noviembre de 1983», rezaba aproximadamente la placa, colocada en la fachada y que fue retirada con motivo de la reciente remodelación y rehabilitación de la casa, reconvertida en un importante centro cultural. La placa no ha sido repuesta.
Sí permanece, como curiosidad, un letrero de cerámica que dice Reina de los Ángeles, colocado por el propietario posterior: el escultor norteamericano Hamilton Reed Armstrong.
Cristóbal de Churriana recuerda que la placa en memoria de Brenan, además de homenajear a uno de los vecinos más queridos y reconocidos de este antiguo pueblo, hizo de detente y evitó que la casa y sus terrenos, muy apetecibles –asomados a la calle Torremolinos y dos calles más– terminarán convertidos en una promoción de viviendas.
Sería un bonito gesto del equipo de gobierno actual reconocer los esfuerzos del Ayuntamiento de hace 32 años por recordar a Gerald Brenan y sus lazos con Málaga.
El cronista de Churriana propone incluso que el encargado de reponer la placa sea Miguel Ángel, el hombre que la colocó en 1983 y que hoy está, informa, al frente de los servicios operativos del distrito. Sería un doble homenaje.
Calle Sánchez Pastor
Ideal para las clásicas carreras de camareros del pasado…pero con eslalon.