El ‘agujero’ de la plaza del Teatro, siguiente en la cola

23 Sep

Después de poner en venta forzosa el cochambroso palacio de Solesio, Urbanismo tiene previsto hacer lo propio con los cascarones de la plaza del Teatro

La vida en los inicios de la Tierra bien puede revivirse en el gigantesco solar de la Plaza del Teatro, con los edificios gemelos de mediados del XIX, hoy convertidos en el escenario para una película bélica.

Los vecinos contaban a este firmante hace un par de años que las obras a medio hacer del aparcamiento habían fomentado la aparición de grandes charcos y con ellos la aparición de la vida en forma de mosquitos, larvas de otros insectos y en suma, de un rico abanico que nos retrotrae a los grandes bosques de helechos de la Prehistoria, cuando sobre la faz de la Tierra no existía el ser humano y ni siquiera la Generalitat de Cataluña, institución cuasi mitológica para muchos de sus administrados.

Entre las frases más manidas por los periodistas, además de «luz verde», «crónica de una muerte anunciada» e «inicio del curso político» se encuentra el «otoño caliente». Pero realmente en Urbanismo en los próximos días se producirá una especie de aumento otoñal de las temperaturas muy esperanzador para los malagueños, pues si ayer puso en venta forzosa lo que queda del palacio de Solesio de calle Granada y por tanto está a punto de ser subastado en un plazo máximo de seis meses, el siguiente en la cola es este vergonzoso solar de los números 1 y 2 de la plaza del Teatro, que lo único que nos transmite es cómo pudo lucir Málaga tras los bombardeos de la Guerra Civil.

Se trata de dos solares con inmuebles históricos reducidos a la mínima expresión en el Centro Histórico y si sangrante es la situación de este último solar, no hay que olvidar que el palacio de Solesio ha estado exhibiendo toda su cochambre durante nueve años en el meollo turístico de Málaga, la vía que une la Casa Natal de Picasso con su Museo

Urbanismo aplicará, por fin, la mano dura. Pero llama la atención que edificios tan importantes se puedan tirar casi una década en semejante estado en rincones tan importantes de Málaga. Si esto es así con los solares de categoría, ¿qué pasará con los de segunda y tercera fila? En todo caso, bienvenida sea de una vez la respuesta rotunda de la administración.

Demos las gracias

Un organismo pluricelular anónimo acaba de ensuciar la fachada de la iglesia más antigua de la ciudad, la de Santiago, con la pintada que reza «Gracias a Dios soy ateo». Lo de menos es la frase, hubiera dado lo mismo que escribiese «Gracias a Dios no soy ateo» o «no soy calvo». Lo triste es que un personaje capaz de hacer pública una frase con un mínimo de ingenio y que por tanto denota algo de inteligencia se comporte como un merluzo con el patrimonio histórico-artístico de todos.

Nos queda el consuelo de que, gracias a Dios, la mayoría de malagueños no somos como él. Confiemos en su recuperación como sujeto respetuoso y educado y en que abandone esta sonrojante fase vital de pintor asilvestrado.

Una respuesta a «El ‘agujero’ de la plaza del Teatro, siguiente en la cola»

  1. Mi familia fue una de las inquilinas del nº 2, desde finales de los 50 hasta finales de los 70. Recuerdo cuando me enteré que habían vendido ambos solares por 20 millones de pesetas a alguien que posteriormente lo destrozó, haciendo obras en su interior para compartimentarlo en pequeñas habitaciones.

    Allí vivían también los propietarios, y los vecinos de aquel inmueble formábamos una gran familia. Fuimos muy felices allí donde pasé mis primeros 18 años de vida. Tengo una foto que no sé si conservo y en la que se veía el interior muy sucio, con mucha basura acumulada y cientos de latas allí adornado aquel precioso lugar. Me dió mucha pena.

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