En los años esplendorosos en los que el Ayuntamiento de Málaga iba de la mano del ramo de la Construcción para hacer ciudad y hacer caja, los defensores del Patrimonio eran vistos por muchos políticos municipales como moscas cojoneras, con perdón, incordios que volaban en contra de los tiempos, que eran los que marcaban las promociones inmobiliarias.
Pasada ya esta etapa tan febril como hortera, muchos todavía nos preguntamos cómo los consistorios españoles pueden todavía tener tantas competencias urbanísticas, vista la exhibición generalizada de derroche y torpeza con la que nos han obsequiado los últimos 20 años, especialmente en nuestra acementada Costa del Sol.
Precisamente, una de las primeras crónicas de esta sección, que va camino de cumplir 13 años, se dedicó a cuestionar la construcción de viviendas justo encima del Cementerio Inglés, con hermosas vistas a las tumbas en un entorno, la Cañada de los Ingleses, que debía haberse protegido. Las hordas urbanísticas autorizaron la siniestra operación, que por lo menos, tras darla a conocer este diario, fue discutida en el pleno municipal.
Y sin embargo, los años de bonanza y despilfarro, de sueldos y prebendas millonarias a cambio de hipotecar de por vida al personal, no lograron acabar con el Cementerio Inglés, aunque a punto estuvo de perecer ignorado en ese ensueño de nuevos ricos.
La crisis económica ha devuelto a muchos políticos a la realidad y han empezado a tomarse interés en la preservación del pasado, con excepciones clamorosas como el comportamiento de la Junta de Andalucía con el convento de la Trinidad –con el respaldo municipal de PSOE y PP–.
Pero sobre todo, han sido los particulares, las moscas cojoneras de antaño, los que han redoblado sus esfuerzos.
El próximo lunes tendremos un buen ejemplo en el camposanto protestante más antiguo de España y que desde hace un par de años, afortunadamente, sólo da buenas noticias.
Con motivo del aniversario del fallecimiento del poeta Jorge Guillén, que se cumple estos días, el próximo domingo, 12 de febrero, la Fundación Cementerio Inglés y Cultopía Gestión Cultural organizan un acto público de homenaje a las 5 de la tarde en la capilla de San Jorge del Cementerio.
Se trata de un acto abierto y gratuito, aunque se pedirá una colaboración voluntaria de 3 euros para ayudar a mantener la tumba del poeta y el recinto.
El acto, que tendrá tres partes, comenzará con una charla coloquio sobre la vida y obra del vallisoletano y su relación con Málaga y el Cementerio Inglés, en el que participarán el director de Instituto Municipal del Libro, Alfredo Taján; el poeta y director del Centro Cultural de la Generación del 27, José Antonio Mesa Toré y José A. Gómez Yebra, escritor y director del departamento de Filología Española de la UMA y buen conocedor de Jorge Guillén.
Seguirá una ofrenda floral en su tumba y el recital a dos voces a cargo de Álvaro García y Rocío García Rubio. Un paso más para reivindicar no sólo a un gran poeta sino tambiénun monumento que ni los años de champán y ladrillo pudieron con él.