Sigue la lucha para salvar el corralón de las Dos Puertas

16 Dic

Durante los años más selváticos del boom del ladrillo, cuando nuestro Ayuntamiento vivía de las buenas rentas que le deparaba la construcción y no ponía reparos a la demolición de edificios, chimeneas, silos, estaciones y notables ejemplos del patrimonio de Málaga, esta ciudad mereció la inclusión en su escudo de una máquina excavadora.

Y como apuntó un colectivo cabreado por los aires de incultura y merdelloneo que se respiraban entonces, el añadido heráldico de una pradera de adosados en el Monte Gibralfaro.

Pasaron esos años horteras de engañoso boato, llevándose por delante centenares de construcciones antiguas que impedían el correcto desarrollo inmobiliario.

Prueba de ello lo tenemos en que, en solo 11 años, nuestra cultivada clase política permitió el derribo de 37 de los 43 corralones catalogados por el profesor de la UMA Francisco García Gómez, en su ambiciosa obra sobre la vivienda malagueña del XIX.

Cierto que algunos se encontrarían para el arrastre, pero en ciudades más civilizadas como la capital de España, los corralones se rehabilitan, sin necesidad de que, por sistema, muerdan el polvo.

Ahora, en un gesto que nos acerca a la civilización después de años de barbarie ladrillera, cien profesores de Geografía e Historia de institutos de la provincia han pedido a la Junta de Andalucía que no derribe un corralón de su propiedad, el de las Dos Puertas en la calle Curadero.

La historia de este edificio es el de unos tiempos pasados en los que los asustaviejas reinaron con todos los honores en muchos rincones de Málaga. El propietario anterior, calificado por la Oficina del Defensor del Ciudadano como acosador inmobiliario, se dejó por el camino sus obligaciones y dejó que el corralón se pudriera con los vecinos dentro.

La Real Academia de Bellas Artes de San Telmo ha encargado un informe independiente para ver cuál es el estado real del corralón y si su declaración de ruina es tal. A juicio del profesor Julio Carralero, promotor de la recogida de firmas para salvar este edificio con 111 años a sus espaldas, se trata del segundo corralón de Málaga más antiguo y el que más elementos originales contiene.

Las gestiones de este maestro malagueño siguen adelante y esta misma semana ha presentado un escrito a los tres grupos municipales para que debatan sobre la protección del corralón en el próximo pleno o si no diera tiempo, en el de enero. El mismo escrito ha enviado a las concejalías de Cultura y Urbanismo.

Sería lamentable que, después de que el anterior propietario se embolsara por la expropiación una cantidad a todas luces escandalosa e inmerecida por cómo ha tratado el edificio y a los vecinos, ahora a la Junta sólo le cupiera el papel de echarlo abajo.

Un grupo de profesores de Geografía e Historia está removiendo esta historia vergonzosa en la que los únicos que está ganando la partida, en plena crisis y a finales de 2011, son quienes practican el acoso inmobiliario. El corralón de las Dos Puertas merece seguir en pie.

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