La peligrosa y estrecha acera de las Termópilas

5 Jul

Cojan el libro La sombra del viento, guárdenlo en un cajón y vuelvan a sacarlo pasados 2.600 años a ver si resiste una segunda lectura. La inmensa mayoría de los libros no pasa esta prueba (los lectores, ninguno).

No ocurre así con la Historia de Heródoto, que sigue tan fresca que hace un par de años se vendía por tomos en los kioscos españoles junto con el periódico del día. Era el libro de cabecera de uno de los mejores reporteros del mundo, el polaco Richard Kapuscinsky, cuya hija pasó hace unos pocos años por Málaga para hablar de su padre.

Y toda esta introducción sirve para constatar que Heródoto sigue tan vivo, que puede ilustrar un problema actual de nuestra ciudad: la acera que comunica los Baños del Carmen con El Morlaco es incluso más estrecha que el Desfiladero de las Termópilas, el escenario de la famosa batalla recogida por el historiador griego.

Ya lo sabrán por 300, esa película de musculitos de gimnasio basada a su vez en un cómic que recrea la batalla entre espartanos y persas, con los primeros bloqueando con relativo éxito el estrecho paso de las Termópilas, a pesar de que eran cuatro y el del tambor.

La misma sensación tienen los sufridos peatones cuando tratan de pasar por la acera de las Termópilas, que en su paso más ridículamente estrecho alcanza los 85 centímetros de anchura, insuficientes hasta para una modelo de la Pasarela Cibeles.

Traten de imaginarse este incordio, aderezado además con farolas, y que a diario, y sobre todo ahora en esta época del año, es cruzado por decenas de ciclistas, atletas, patinadores, carritos infantiles y paseantes que en ocasiones tienen como única alternativa caminar un tramo por la calzada, vigilando que no asome ningún coche.

La remodelación de los Baños del Carmen contempla la eliminación del peligroso desfiladero con la ampliación de la dichosa acera, pero este prometedor plan sigue flotando en el éter administrativo y como llevan diciendo desde hace años, el año que viene se pondrá en marcha.

La asociación Ruedas Redondas propuso la semana pasada reducir de forma temporal de tres a dos carriles la calzada en ese tramo y convertir el carril ganado como paso de ciclistas y peatones con un separador contundente que evite accidentes.

Aduce la asociación que la capacidad de los dos carriles es suficiente, como quedó demostrado el tiempo que estuvo cortado un carril cuando las obras de la tubería de la Viñuela.

El pasado sábado, la asociación fue al desfiladero a explicar su petición y colocar carteles y está haciendo un «envío masivo» de peticiones al departamento de quejas y sugerencias del Ayuntamiento.

Si la iniciativa no cuaja, siempre quedará la opción cultural: aprovechar las potencialidades cinematográficas del tramo y recrear el combate entre Leónidas y sus 300 contra las fuerzas del rey Jerjes.

El problema de todas estas batallas del mundo antiguo es el de siempre: ¿dónde metemos a los elefantes? Habrá que llevárselos a nuestro alcalde para que busque una solución.

Una respuesta a «La peligrosa y estrecha acera de las Termópilas»

  1. Señor Alfonso, sí, yo paso (corriendo) por ahí cuatro o cinco días a la semana y conozco, en carne propia, los peligros de ese estrecho desfiladero. La propuesta de Ruedas Redondas es absolutamente sensata y viable, así pues, no sería de extrañar que nuestro Ayuntamiento no la estime ni asuma.

    Un saludo, y muchas gracias, señor Alfonso.

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