Los vecinos de la Trinidad y los incansables árboles australianos

14 Abr

Los árboles han marcado el camino de la modernidad en las ciudades, así que no debe extrañar que en el abigarrado núcleo árabe de callejuelas de Málaga, la expansión de la ciudad comenzara con unas hileras de álamos que dieron lugar a la hoy Alameda Principal, pero también a la Alameda de los Tristes (en nuestros días de Colón)?y la de Capuchinos.

Los álamos del XIX se complementaron con los ficus, y al comenzar el siglo XX, en los barrios residenciales de Málaga y en el paseo de los Curas se plantaron plátanos orientales, entonces muy de moda por su robustez y amplitud de copa, muy necesarios para dar sombra.

En ocasiones, las modas no siempre han ido a la par con la ‘racionalidad’ de la medida, así que no es de extrañar que los ficus plantados hace 50 años en la avenida de la Paloma, sean hoy una fuente de molestias, por el laberinto de raíces que se cuelan en las casas y levanta las aceras.

A la hora de buscar un árbol de crecimiento rápido y que no cause muchas molestias ‘por las bajuras’, desde los años 80 hasta nuestros días se han popularizado diversos tipos de ‘brachichiton’, un árbol que puede verse en la calle Córdoba. De origen australiano, se ha hecho muy popular en las ciudades costeras españolas, no sólo por esa rapidez en ‘pegar el estirón’, sino también porque la sequía no puede con ellos.

Pero también estos árboles pueden causar problemas si el mantenimiento se hace rogar. Tres años lleva la asociación de vecinos de la Trinidad pidiendo al Ayuntamiento la poda de los brachichiton de las calles Juan de Austria y Sevilla. Como señala el presidente vecinal Juan Romero, como las peticiones se tienen que renovar cada año, la asociación sólo parece que lo ha pedido por primera vez en 2010, cuando va ya por la tercera entrega.

El retraso en la poda se deja notar en estas calles. Los vecinos denuncian que las ramas de estos intrépidos árboles australianos dejan sin luz al personal y casi les dejan tuertos. De hecho, algunos aseguran que les tocan las narices.

No están muy conformes además con el árbol elegido. En las copas se forma un enjambre de pequeños “mosquitos negros”, dicen los vecinos, que les obligan a cerrar esas ventanas mal iluminadas.

El presidente de los vecinos de la Trinidad confía en que tras la poda, llegue pronto la sustitución de estos brachichiton por naranjos, poco amigos de subir a las alturas y con el regalo del azahar.

La petición

Ayer, en un bar de la calle Cristo de la Epidemia, cerca ya de Fuente Olletas, un camarero preguntó a un cliente de edad avanzada, “¿Juan que quieres que te traiga?” Y?Juan contestó: “Dinero”. El cliente no siempre lleva la razón.

La mezcla

El Festival de Cine Español se nutre del ferviente público de Málaga y de actores veinteañeros de series de televisión. El éxito siempre está asegurado.

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