Aprovechando su ventaja ha dado un golpe de yudo a los socialistas que ahora no tienen otro camino que seguir al PP. Ya perdieron la oportunidad de pactar con Podemos. Tampoco pueden ‘rescatar’ a Pedro Sánchez…
Alguna vez comentamos que el PSOE tendría que elegir entre suicidarse con Podemos o con el Partido Popular. Pero esos posibles socios del tramo final autodestructivo de este partido de presuntos socialistas se dieron cuenta de que el PSOE podía hacerles un enorme favor mientras daba sus últimos estertores, tal vez como devolución de lo ‘generosamente’ que ellos habían actuado al enfilar todos sus misiles contra Pedro Sánchez y sus seguidores.
O sea, que la comisión gestora del PSOE sería bendecida y tratada con los honores de un auténtico órgano de gobierno del PSOE… aunque no lo sea. La gestora no solamente se atribuye un poder que no tiene sino que hace ‘la más difícil todavía’… Manda, sin tener derecho a hacerlo y no gestiona, que es lo que debería hacer. Su gestión debería apuntar a la convocatoria de un congreso que normalizara al partido y eso es justamente lo que no hace… Pero lo que sí hace, y no debería, es fijar posiciones políticas, puntos de partida de negociaciones, que no debería emprender, con el Gobierno.
Inesperada la habilidad del presidente del Gobierno. O aprendió ‘de golpe’ o a fuerza de golpes o cambió de asesores o simplemente el miedo a que lo apearan a registrador de la propiedad fue tal que le hizo reacionar. El caso es que este no es ‘nuestro’ Rajoy, que nos lo han cambiado.
Este Mariano, que está crecido como después del colacao y prepotente como siempre, ha desgranado unas chucherías, cada una con su propia subcomisión de diputados, pero al final ha dejado caer, con esa actitud de Maestro Ciruela que adopta constantemente, que no se metan con la cuestión ‘territorial’. Esos son temas mayores, vino a decir, y no para estos juegos preescolares de las ‘subcomisiones’. Y prácticamente ordenó a los socialistas –en estas condiciones puede hacer lo que quiera con ellos– que aquellas otras cuestiones quedaran para cuando ellos tuvieran sus autoridades partidarias legítimas. Vaya chulería… tenerlos como ‘socios’ y mandarlos a callar cuando se meten en temas de fondo. Reconocerlos como dirigentes y quitarles legitimidad cuando los quiere dejar fuera de juego.
El caso es que los socialistas ya han salido de la disyuntiva. Ya no pueden elegir. Ahora tienen que seguir los pasos que les marque Rajoy y a lo más que pueden aspirar es a que los populares les den pequeños papeles para representar… algo que a Rajoy también le interesa en su nueva personalidad de gran muñidor del diálogo. Casi quedan más esperanzas de que Ciudadanos, que sigue disputando el espacio en el que el PP no le quiere dejar ningún hueco, tenga algún desplante ante Rajoy.
Es impresionante la unanimidad con que los medios han convertido a Pedro Sánchez en un don nadie. Hasta hace unos días casi el 40% de la gestora votaba con él y repentinamente solo se lo menciona como un ‘ex’ que perdió la partida.
Si hacían falta pruebas sobre cómo funciona el Sistema, en estos días las hemos tenido como sacadas de un manual. Una es esa unanimidad para ningunear a Sánchez. Otra, la sumisión de la Gestora a Rajoy. Otra más, el silenciamiento de los críticos a la gestora, que hasta hace un par de semanas saltaban como hongos después de la lluvia.
En suma, que el PSOE ha perdido toda oportunidad. Susana Díaz solo puede ser reina de la etapa de subordinación a Rajoy. Parece que ahora todos creen que estar ‘en funciones’ trae suerte.
El PSOE ha ‘elegido’ ir a la zaga de Rajoy, como confiando en que sus votos reverdecerán por sí solos.
Ahora solo les queda ir desapareciendo, mustios, todos malos discípulos del Lazarillo de Tormes. Quieren ser ‘lazarillos’ pero en realidad son ciegos.