La rebelión griega

15 May

Ya resulta obvio que las elecciones cada cuatro años no conforman una auténtica democracia. Son ‘fotos fijas’ que se manipulan sin dificultades creando un ‘clima’ previo que habitualmente polariza las opciones entre dos fuerzas aparentemente enfrentadas pero que suelen entenderse cuando se trata de decisiones vitales para el sistema (y cuando atienden silenciosamente a subirse los sueldos). Pero la estafa que se hace a la vista y paciencia de todos nosotros –que algunos persisten en llamar ‘crisis’-  es de tal envergadura que ya no es tan fácil crear falsas polarizaciones y manipular resultados. En estas ‘democracias manipuladas’ uno de los muchos mecanismos de seguridad del sistema es homogeneizar a la sociedad de tal modo que los ‘grandes vuelcos’ electorales representen apenas unas décimas o un par de puntos de diferencia (en momentos álgidos, 4 ó 5 enteros). Pero resulta que ahora la visualización de la estafa sin disimulos, ha provocado, por ejemplo, que en el estado más poblado de Alemania los cristianodemócratas de la señora Merkel hayan caído de un golpe casi el 9%. No es que haya gran peligro, porque van subiendo los socialdemócratas, que son el mismo perro con distinto collar: ahora se han convertido en defensores de la educación y la sanidad públicas, como ‘nuestro’ PSOE, pero siguen siendo firmes puntales del sistema, como sus socios ‘verdes’.

El único que parece colocarse algo fuera de este ‘collage’ es el Partido Pirata pero ellos mismos –sea por torpeza, sea por listísima táctica para que no los vean peligrosos- consideran que su misión es ‘salpimentar’ la política.

Pero… ¿y en Grecia? Allí la situación es tan dramática que los brincos electorales asumen todo el aspecto de una catástrofe. Los dos partidos que antes se repartían casi todos los escaños (socialistas del Pasok y conservadores de la ND) ahora no llegan a la mitad y eso pese a que el sistema electoral ‘regala’ 50 escaños al partido más votado que en Grecia, en medio de una abrumadora abstención, resultó ser ND (Nueva Democracia). Pero el problema es que la votación trajo una evidencia tan terrible acerca del rechazo popular al ‘memorando’ (el acuerdo con Europa que impuso los dos rescates y que ha llevado la economía del país a un estado agonizante) que las dos fuerzas tradicionalmente mayoritarias y acostumbradas a repartirse el poder no se atreven a formar una coalición con los izquierdistas moderados de Dimar (entre las tres contarían con mayoría absoluta)… Dimar ha ido recogiendo a los náufragos del Pasok y le ha propuesto ahora al Syriza, la izquierda más votada (con un crecimiento espectacular, por su rechazo al ‘memorando’) una coalición a cuatro bandas. Alexis Tsipras, joven líder del Syriza, no solo sigue negándose en redondo a aceptar las viejas y nuevas imposiciones de Europa sino que ha hecho públicas sus dudas de que los otros tres socios que le están proponiendo el ‘gran acuerdo’ no terminen formando coalición de gobierno sin Syriza. El líder de Dimar ha contestado mostrándose herido y ofendido de que se le supongan tales intenciones. ¡A lo que se ha llegado! ¡Acusarles de proponer una coalición con mayoría absoluta de escaños resulta…un insulto!

Lo impresionante de las elecciones griegas es que Syriza sacó más de 50 diputados y podría ganar abrumadoramente si no se forma gobierno y hay que convocar nuevas elecciones para el mes de junio. Junto a esta izquierda han crecido otras tres fuerzas: los comunistas y dos partidos de derechas, uno ‘etiquetado’ como ‘extremista’ y el otro como ‘neonazi’….y todos ellos opuestos a las imposiciones de la Unión Europea. Los presuntos neonazis tuvieron un desplante totalitario: pretendieron que los periodistas se pusieran de pie a la entrada de su líder a una rueda de prensa y forzaron a salir de la sala a una colega que permaneció sentada. A partir de ahora oiréis mencionar, recordar y condenar –merecidamente-  a esta gente pero también veréis cómo nos asustarán y qué poco hablarán de lo más importante: la rebelión electoral del pueblo griego que puede conducirlo a romper con el euro… Los ‘analistas’  les auguran una catástrofe brutal… ¿Será peor de la que ya soportan? De modo que la gran maniobra ahora es denunciar hasta el agotamiento a los neonazis y hablar lo menos posible de la rebelión del pueblo griego contra la dictadura de los mercados.

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