El abuelo bonob

17 Ene

Entre una docena de opiniones sobre cómo ‘intentar remontar’ el decaimiento general de la izquierda hay una gran variedad de propuestas (diario ‘Público’ del 09/01/2011). Curiosamente, ninguna de las respuestas cuestiona la pregunta. Por qué se pretende ‘reconstruir la izquierda’ y no buscar caminos para afrontar la yuxtaposición de unas crisis sobre otras: la crisis económica y la crisis ecológica, invadiendo y destrozando entre ambas el campo de lo social y lo político. Por otra parte, la pregunta tal vez requería una definición previa de lo que se entiende por ‘izquierda’. Aunque esto hubiera sido demasiado complicado, la indefinición complica las respuestas: ¿qué cosa se quiere rehabilitar? ¿Algo como lo de Toni Blair, como lo de Fidel Castro, lo de China, lo de Lula…? ¿Quizás algo como lo de Obama?

Cuando los consultados son afines al PSOE surgen respuestas que podrían servir para titulares de revistas femeninas de moda y cosméticos, como la de Carlos Mulas, de la Fundación Ideas: hace falta “un socialismo innovador y moderno”; “la igualdad es un motor de crecimiento” y los propios intentos para conquistar la igualdad “abren muchos nuevos sectores económicos”. Ludolfo Paramio, teórico del PSOE desde los tiempos del tándem Felipe-Guerra, piensa que “Blair tenía partes buenas” pero ahora se trata de ‘reconstruir el barco en alta mar’, por lo que considera que hay algo urgente, algo prácticamente indispensable, pasando por alto que se parece bastante a la cuadratura del círculo: “encontrar un relato creíble de salida de la crisis manteniendo el modelo social”. Si alguien descubriera la fórmula para elaborar ese relato Zapatero vendería La Moncloa para pagarlo. Y Rajoy también pujaría.

Algunos consultados lanzan propuestas tipo autoayuda. Matt Browne, asesor electoral de los laboristas británicos, quiere que la izquierda recupere “la autoestima y la mentalidad ganadora”, porque “a los electores no les gustan los perdedores”. Para este hombre, miembro de un ‘think-tank’ (mezcla anglosajona de pensadores con vehículos blindados…) de los demócratas norteamericanos, la izquierda debe contar con que tiene “las mejores políticas y las más eficientes, también para salir de la crisis”. Ignacio Urquizu, que dirige un curso sobre la socialdemocracia en el Siglo XXI, también hace hincapié en buscar una mayor igualdad y cree que es prioritario que “los ciudadanos y los parlamentos recuperen el poder político que han ido acumulando los expertos”. Parece ignorar que el sistema mismo utiliza a los expertos para dar respaldo pretendidamente ‘científico’  a sus decisiones y que tanto los parlamentarios como los propios expertos responden a un mismo poder centralizado.

Algunos consultados se mueven más próximos a Izquierda Unida, como Inés Sabanés, quien pide “radicalidad democrática”. Reclama la unidad de todos los que se oponen al ‘pensamiento conservador’ y también una actitud menos dogmática, apuntando a la creación de “redes alrededor de distintas causas”…para así eludir el compromiso con “una cosmovisión cerrada y global”. Por su parte, Vicenç Navarro, catedrático de la universidad Pompeu Fabra, considerado una autoridad dentro del mundo socialdemócrata, pretende desandar las malandanzas: desprenderse de las impregnaciones liberales incrustadas en el discurso socialdemócrata. La socialdemocracia –opina- se ve hoy limitada por “los poderes económico y financiero” a los que, para cumplir con su compromiso, debería enfrentar… pero tal política de enfrentamiento –añade-  “ni siquiera se considera”. En el mismo sentido, James K. Galbraith (hijo del fallecido economista John Kenneth Galbraith), asegura que “la crisis seguirá (mientras) los bancos manden más que los gobiernos”.

En la encuesta –y fuera de la encuesta- hay algunas otras ideas interesantes. Hablaremos sobre ellas en el próximo ‘capítulo’.

2 respuestas a «El abuelo bonob»

  1. Saber y saber escribir: dos saberes que usted aúna. Enhorabuena, y gracias por su magisterio, que es uno más de los que se imparten desde las páginas de este Diario.
    Saludos cordiales.

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