Aznar no logra controlar su dedo

25 Mar

El presidente español José María Aznar ha debido ser internado en una clínica de la ciudad de Boston, al presentar una extraña variante de priapismo: su dedo corazón le ha quedado erguido, sin poder volver a flexionarlo, desde el momento en que lo enarboló para responder a grupos de estudiantes que trataban de impedirle pronunciar una conferencia. Los médicos no comprenden cómo pudo haberse presentado esta variante de una enfermedad que hasta ahora sólo ha atacado a los genitales masculinos, provocando que el pene quedara en estado de erección durante largos periodos. La vuelta del órgano sexual a una posición ‘en reposo’ se ha logrado habitualmente con una combinación de un relajante muscular y un sedante para el sistema nervioso.

Como ha ocurrido en otros muchos casos de priapismo, la suspensión de la medicación retrotrae al paciente a la situación anterior: la erección –en este caso del dedo- vuelve a producirse y resulta imposible retornar a la normalidad sin nuevas dosis de medicación.

La esposa del ex gobernante español, Ana Botella –a los que los catalanes llaman cariñosamente ‘Ana Ampolla’- ha querido quitar dramatismo a la enfermedad de su marido afirmando que, aunque para él pudiera ser molesto, a ella, particularmente, no le provocaba ningún trastorno: “al contrario”, dijo, sonriendo con aire pícaro a los periodistas que la interrogaban. Un colega del ‘Post it’ de Washington comentó irónicamente que tal vez la señora de Aznar estaría sufriendo la misma confusión que la enfermedad: la de dar a un dedo la categoría de miembro viril.

Una respuesta a «Aznar no logra controlar su dedo»

  1. He llegado a la conclusión de que su “mal” tiene origen psicosomático. Y es que, entiendo que una vez descubiertas las enormes potencialidades de un dedo erecto, resulte difícil sustraerse a la tentación de usarlo permanantemente: 1)Permite dar respuestas a miles de preguntas simultáneamente y sin esfuerzo aparente;2) Transmite de uno mismo una imagen de vehemencia rebelde rejuvenecedora y… 3) Y otra ventaja ya la señalaba su mujer. Le permite a uno descansar un poco más de los deberes conyugales.

    Saludos

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